"La ecología integral supera la ecología verde para asumir todas sus implicaciones" Edgar Beltrán: "Un Sínodo para pasar de una pastoral y ministerios de visita a una pastoral y ministerios de presencia"

Sínodo Amazonía
Sínodo Amazonía

"El espacio ha sido reemplazado por el tiempo, en pocos segundos una persona puede comunicarse con otra a miles de  kilómetros"

"Cuando una mujer indígena coordina una sesión plenaria en un simposio internacional, el cambio se comprueba"

"Tres ejemplos concretos de conversión eclesial personal con efecto en conversión eclesial de estructuras: Leónidas Proaño, Samuel Ruiz y Álvaro Ramazzini"

"El Sínodo de la Amazonía es ya una respuesta de la Iglesia que se coloca en camino de su conversión eclesial. Es la conversión hacia otro estilo de Iglesia"

El Sínodo de la Amazonía es ahora, en octubre del 2019, con su antes, con su celebración, y con su después. Es ahora, en un cambio de época. Nunca antes hubo tantos cambios y tan rápidos. Los niños y niñas de cuatro años manejan teléfonos inteligentes que los primeros astronautas no conocieron. Hay aparatos con capacidad de inteligencia artificial superior en exactitud, precisión y rapidez a la inteligencia humana. El espacio ha sido reemplazado por el tiempo, en pocos segundos una persona puede comunicarse con otra a miles de  kilómetros. Una noticia, buena o mala, cierta o falsa, puede llegar a toda la humanidad en instantes.

Ahora el planeta tierra se está dañado en tal forma y tan rápido como nunca antes. El 97% de los científicos mundiales atribuyen el daño al actuar del ser humano y lo demuestran impresionante e irrefutablemente. Ellos han comprobado que la polución que el ser humano envía a la atmósfera cada día es de 110 millones de toneladas. Los pasados cinco años han sido los más calientes como también el mes de julio pasado.

La Amazonía es de central preocupación en todo el planeta tierra. Su extensión es de casi 8 millones de Km cuadrados. Nueve países tienen allí parte de su territorio. Tiene gran impacto en el ecosistema planetario y son los “pulmones” vitales para la atmósfera. Todo esto ha entrado en una crisis que se acerca a un punto de no retorno. 

La población es de 33 millones, 3 millones son originarios en unos 390 grupos. Su realidad es tan dramática que los sujeta a una grave y quizás irreversible destrucción. La Amazonía es una realidad referencial para todo el planeta tierra que exige una solución.

Caída la pirámide, cayó con ella “el obispo príncipe” y renació convertido “el obispo comunidad”. Un cambio “copernicano”, un  “proceso real de conversión”

Samuel Ruiz

¿Y la Iglesia qué?

La Iglesia ve que “ahora es el momento adecuado para escuchar la voz del Amazonas ‘a la luz de la fe’ (documento de trabajo 147), ‘para responder como Iglesia profética y samaritana’ (dt 43). Francisco les dijo a los obispos de Brasil que la Amazonía es una verdadera prueba de fuego para la Iglesia y para la sociedad. La Iglesia se ve obligada a sí misma a actuar como “semper reformanda”, “siempre reformándose”.  Su conversión eclesial debe encontrar “nuevos y audaces caminos pastorales como respuesta”.

El Sínodo de la Amazonía es ya una respuesta de la Iglesia que se coloca en camino de su conversión eclesial. Es la conversión hacia otro estilo de Iglesia, Pueblo de Dios que como Iglesia Sinodal (–camina junto- -“sin-odos”-) es sujeto que construye historia.

La Iglesia Sinodal es Comunión hecha vida. “La Iglesia es esencialmente una Comunión. Debe transitar por la historia y responder a sus desafíos en comunión. O responde en comunión o no responde en Iglesia”. Así se expresó el CELAM en su reunión sobre “Pastoral de Conjunto” en marzo de 1971, breve época de primavera posconciliar que alimentó al joven Jorge M. Bergoglio. Qué bendición que ahora el Papa Francisco es tal latinoamericano.

El Sínodo de la Amazonía es un proceso de comunión, más que una reunión. En su preparación han  participado 87.200 personas, así: 65.000 en consultas y 2.200 en reuniones. El documento de trabajo pide señalar nuevos caminos, pasar de una pastoral y ministerios de visita a una pastoral y ministerios de presencia. La Iglesia debe obtener un rostro amazónico. Los pueblos originarios se adueñen de la Iglesia, y sean sujetos activos de evangelización con proceso de inculturación. El misionero debe dar el protagonismo a la comunidad local. La ecología o cuidado de la casa común, el planeta tierra, alza su voz junto al pobre y la Iglesia debe escucharlos. La ecología integral supera la ecología verde para asumir todas sus implicaciones.

Amazonas
Amazonas

La reunión central del Sínodo es del 6-27 de oct. 2019. En Roma. Es la Amazonía ante el mundo, el centro que acerca la periferia, es la periferia que habla al centro y desde el centro. La continuidad después del Sínodo es la razón de ser del Sínodo: -En la Amazonía: allí es la Iglesia que re-nace en un nuevo nacimiento de  conversión eclesial  a un nuevo estilo en proceso irreversible. -A nivel universal: en todas partes igualmente es la ocasión obligada para iniciar un proceso de conversión eclesial hacia un modelo de Iglesia. Es la conversión eclesial integral de las personas y de las estructuras.

Tres ejemplos concretos de conversión eclesial personal con efecto en conversión eclesial de estructuras, en referencia a la conducta en el Sínodo, “sí se puede”:

Obispo Leonidas Proaño: Riobamba, Ecuador +31 agosto 1988. Ordenado obispo llegó con corazón piadoso, título honorífico, uniforme clerical, a cumplir fielmente el Derecho Canónico. Fue bien recibido por los ricos terratenientes y los militares. Todo como se acostumbra. Pero pronto miró al indígena y lo vio pobre, con hambre, enfermo, casi desnudo. Este descubrimiento lo conmovió y decidió poner sus pies en medio de los pobres indígenas. Constató que la persona piensa según donde pisen sus pies. Los pobres lo recibieron y lo tomaron como Taita Obispo, el título familiar más cariñoso para ellos. El pobre inició un cambio en el obispo, una dolorosa y larga y nunca terminada conversión eclesial personal.

En esa misma época los obispos participaban en el Concilio Vaticano II convocado por Juan 23. Allí tuvo un descubrimiento como el que tuvo con el indígena y también entonces decidió ser un obispo del Concilio, en el  proceso de su ya ininterrumpida conversión eclesial personal.

Proaño

“El pobre y el Concilio Vaticano II me convirtieron a Jesús y su Evangelio. Yo ya lo conocía, pero cubierto de un polvo constantiniano de siglos por lo que hacíamos lo que nos dijo que no hagamos y no hacíamos lo que nos dijo que sí hagamos”, el obispo comentaba. En “Medellín”, la Conferencia de la Iglesia de América Latina, 1968, unió el Concilio y el pobre, a quien trajo desde la periferia para centrarlo  como opción preferencial al ejemplo de Jesús y su Evangelio. El obispo Proaño participó y le reafirmó su conversión. Medellín es el histórico llamado a la conversión de la Iglesia en sus miembros y en sus estructuras.

Su conversión eclesial personal fue avanzando en su interior y ese cambio se iba manifestando en su exterior. Fue abandonando títulos, cambiando uniforme clerical por un vestir ordinario, habitó en un cuarto de estudiante. Llegó a ser un pobre más, tuvo poco y lo poco lo usó poco.

Su conversión eclesial personal fue el motor de la conversión de las estructuras eclesiales diocesanas, pues el obispo es persona eclesial y es estructura eclesial, para bien o para mal.

Una fundamental conversión de estructuras  fue el cambio de modelo de Iglesia, de pirámide a Pueblo de Dios comunidad. El cambio de modelo no es hacia una pirámide invertida, pues tendría siempre a unos arriba y a otros abajo. El pobre, El Concilio y Medellín lo llevaron a una Iglesia en conversión de pirámide a comunidad, con Jesús y el pobre en el centro. Caída la pirámide, cayó con ella “el obispo príncipe” y renació convertido “el obispo comunidad”. Un cambio “copernicano”, un  “proceso real de conversión”.

El mural creado para la visita del Papa a Albano
El mural creado para la visita del Papa a Albano

La metodología pastoral entró lógicamente en esta conversión. El método es contenido. El obispo Proaño se fue mezclando con el Pueblo. El Pueblo, uno con su obispo, fue asumiendo protagonismo como sujeto que construye historia. Para esto, se fue capacitando como Pueblo que logra ver, que puede juzgar lo que va viendo y en consecuencia asume un actuar para transformar la realidad que vio en la realidad que el juzgar le exigió.

El ver iba llevando al Pueblo a analizar realidades. El juzgar le iba conduciendo a una “evangelización integral, encarnada e inculturizada”, centrada en Jesús y en su proyecto del reino, luz referencial para juzgar la realidad. El actuar le exigía comprometerse.

Conversión eclesial de estructura a partir de las Pequeñas Comunidades Eclesiales de Base. La Pequeña Comunidad es una estructura eclesial, es la base estructural de la Iglesia. Aquí cada ser se va haciendo persona por la relación interpersonal primaria como hermano y hermana. Aquí cada creyente se va  evangelizando a su nivel personal. Aquí cada persona creyente se va transformando en líder al asumir liderazgos y ministerios  compartidos y rotativos. Esta Pequeña Comunidad es la base donde se integra la anterior Comunidad Familiar y desde la cual se edifican el resto de las Comunidades de la Iglesia en sus niveles parroquiales y diocesanos.

Con estas Pequeñas Comunidades Eclesiales de Base- en la metodología de Ver, Juzgar y Actuar, el obispo Proaño fue logrando en su Diócesis la transformación del Pobre como Pueblo y como Iglesia, en lo personal y en las estructuras, obispo con la Comunidad. Es una “pastoral de presencia permanente”, no una “pastoral de visita transitoria”. Cuando una mujer indígena coordina una sesión plenaria en un simposio internacional, el cambio se comprueba. Como complemento y ayuda en este proceso, nunca en su reemplazo, el obispo Proaño organizó el Instituto Diocesano de Formación. A un nivel superior estaba en Quito el IPLA. También se ayudó de la Radio Campesina, instrumento muy educativo. Yo soy testigo de todo lo anterior. Fui Secretario Ejecutivo del Departamento de Pastoral de Conjunto del CELAM siendo su Presidente el obispo Proaño. Con obispos, en ellos y en su comunidad, el “proceso de conversión eclesial personal y estructural”, es el camino para que la Iglesia responda a las exigencias actuales tanto en la Amazonía como en todos los otros lugares del planeta tierra.

Indígenas de la Amazonía
Indígenas de la Amazonía

Obispo Samuel Ruiz. Chiapas, México, +24 enero 2011. Fue un seminarista muy piadoso, muy inteligente, obediente y tímido. En el seminario mayor lo enviaron a Roma para estudios bíblicos, algo muy exigente. Lo hizo muy bien y regresó de profesor del seminario. Al poco tiempo, siendo muy joven fue nombrado  su rector. Piadoso, inteligente, obediente, Juan 23 lo nombró obispo a la edad mínima permitida de 35 años, con sede propia en San Cristóbal de la Casas, en Chiapas, México, región casi totalmente indígena muy pobre y oprimida. Al llegar las autoridades civiles y militares y los ricos terratenientes lo recibieron con honores, era la costumbre. No fue difícil muy pronto ver de cerca  al indígena pobre, eran muy pobres. Fue un choque inicial que aceptó muy consciente y que le fue llevando a su “conversión eclesial”, como Iglesia que defiende a Jesús en el pobre, según el obispo Samuel lo comentaba.

Al poco tiempo Juan 23 inició el Concilio Vaticano II y el obispo Samuel tomó parte, era uno de los más jóvenes Padres Conciliares. Las sesiones conciliares fueron un proceso creciente de choques y luces, algo exigente  pero saludable para el obispo Samuel. Él  hizo propio ese proceso conciliar que iluminaba su “conversión eclesial” que el pobre había iniciado en él.

Terminado el Concilio, el CELAM reinició su marcha rápida para aplicarlo en América Latina. El obispo Samuel fue invitado a participar como miembro del Departamento de Misiones. En el CELAM, de aquella primavera posconciliar, su “conversión eclesial” se fortaleció, pues aquel CELAM era viva expresión de esta “conversión eclesial”, con Jesús y el pobre como centro.  

En Medellín, en la Conferencia de los obispos latinoamericanos celebrada allí, 1968, organizada por el CELAM, el obispo Samuel participó como miembro y como ponente. Su “conversión eclesial” se manifestó.

Samuel Ruiz

El obispo Samuel llevaba su “conversión eclesial” hacia su persona, en su interior y en su exterior. Servidor,  nada piramidal, de diálogo y de escucha, pobre y defensor del pobre. Así era su interior y así se reflejaba en su exterior. Modesto en su vivienda, de vestir sin uniformes clericales. Sin títulos era simplemente Samuel para muchos, Don Samuel para otros, jTatic para los mayas que lo adoptaron como uno de los suyos. Hablaba tres idiomas mayas, a más de siete idiomas occidentales que ya dominaba.

El obispo Samuel, en unión con su comunidad, fue logrando una conversión eclesial en las estructuras de su Iglesia Particular, la Diócesis. De pirámide constantiniana fue cambiando a una Comunidad de comunidades. La evangelización encarnada y en su cultura. Fueron traduciendo, en equipo con los indígenas, la Biblia a su idioma y adaptando en lo posible la liturgia, atacados por los rigoristas.  Cuando Francisco fue a Chiapas se oró  ante la tumba del obispo Samuel, inauguró la traducción ya completa de la Biblia y celebró la Eucaristía en su mayor parte en maya en la voz del obispo actual con los sacerdotes.

El obispo Samuel buscó la conversión eclesial estructural de un ministerio sacerdotal importado a un ministerio sacerdotal autóctono indígena, fruto de sus mismas comunidades. No creía en el diaconado permanente porque no solucionaba el celebrar la Eucaristֵía y en cambio le quitaba al laico lo poco que ya había adquirido. Sin embargo, llegó a ordenar unos 400 diáconos indígenas. Siempre intuyó el diaconado permanente como una etapa necesaria a nivel antropológico, histórico y sacramental hacia un sacerdocio autóctono  en sus  mismas comunidades indígenas. Para allá iba. Con un grupo de obispos, a nivel colegial, quisieron llegar a la ordenación sacerdotal de indígenas. Esta acción de “potestad colegial” la había explicitado el Concilio en el número 4 del Decreto sobre los obispos. Un buen número de obispos estaban formando esta “potestad colegial” para la ordenación sacerdotal de indígenas.

Pero el Concilio, a petición de Paulo VI, requería que “el Papa por lo menos apruebe cualquier acción colegial o la acepte libremente”. Y esto no fue posible en este caso. Todos esos diáconos eran realmente “viri probati”, varones probados. No en el sentido usado vulgarmente de “ancianos de  sexo cansado”. Eran varones con probada madurez humana y madurez pastoral, lejos del más mínimo clericalismo sin uniformes ni títulos ni dignidades obsoletas. Tenían  un ejemplar sentido de servicio, llegando en algunos casos a lo heroico. Crecían en una sólida y continua formación integral.   Su esposa y sus hijos e hijas formaban con el diácono una comunidad de amor entre ellos y hacia los demás. Todos estaban enraizados en sus comunidades, eran parte permanente de ellas, con una pastoral de permanencia. Las comunidades necesitaban la Eucaristía. Lo candidatos a celebrarla estaban “probadamente” listos. Todos tenían el derecho divino. Pero la autoridad eclesiástica suprema  lo impidió.

Shainkiam Yampik Wananch, diácono indígena casado
Shainkiam Yampik Wananch, diácono indígena casado

El Obispo Samuel, jTatic, se fue con ese dolor. En su carta de despedida, que nos envió a algunos amigos el 28 de noviembre del 2010, dos meses antes de su ida al Padre, nos escribió que oraba para que su “conversión surgida de sus experiencias con los indígenas siga hasta el final en la construcción del Reino de justicia, verdad, paz y amor.” Cristianos y obispos semejantes a jTatic Samuel son los que construyen la Iglesia en este momento decisivo, como debe suceder en este Sínodo para la Amazonía y para el mundo.

El obispo-cardenal Alvaro Ramazzini, 72 años, Huehuetenango, Guatemala. Buen estudiante en el seminario fue enviado a Roma a doctorarse. Lo hizo bien y regresó como profesor y muy pronto fue nombrado rector del seminario. De ambiente urbano en ciudad de Guatemala, fue nombrado obispo de San Marcos, región muy pobre. Pronto caminó a pie y a caballo toda la diócesis, “viendo y oyendo”.  El pobre lo cambió y se  fue “convirtiendo eclesialmente” hacia una Iglesia pobre y defensora del pobre, aún a riesgo de peligro personal. Ordinariamente sin uniforme ni títulos clericales, es un pobre entre los pobres. Trasladado a Huehuetenango, región muy pobre también,  perseveró en su proceso de “conversión eclesial” en defensa del pobre.

Ramazzini

La estructura pastoral de su Diócesis también ha sido puesta en proceso de conversión. Se ve en los 10.000 agentes de Pastoral que sirven ministerialmente en la diócesis, donde el obispo es un obispo hermano, muy simpático en su trato y muy profeta en los riesgos que asume en la defensa del empobrecido. Un pobre entre los pobres, hijo del Concilio Vaticano II, seguidor de Medellín, Francisco lo hace Cardenal el 5 de octubre de este 2019. Una alegría y una esperanza que sea Cardenal. Pero no lo imagino disfrazado con anacrónicas faldas cardenalicias. Me gustaría oírle sus propios comentarios siempre tan simpáticos y con alegres risas.

El obispo Alvaro Ramazzini es el Cardenal más parecido eclesialmente a Francisco y también es latinoamericano y también tiene apellido italiano….Tiene 72 años vividos en un profético modelo de Iglesia.

Cuidando la Creación
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