La Civiltta Cattolica publica el encuentro del Papa con los jesuitas de América Central Francisco: "En América Latina no siempre ha habido madurez política"

Francisco, con los jesuitas centroamericanos
Francisco, con los jesuitas centroamericanos

"Hoy están de moda las colonizaciones ideológicas y culturales, son estas las que están dominando el mundo"

En aquel entonces el que condenaba la teología de la liberación, condenaba a todos los jesuitas de Centroamérica. Yo he escuchado condenas terribles. Y el que la aceptaba, aceptaba todo sin distinguir

(J. Bastante/VN).- "La palabra 'política' está a veces despreciada, y se la entiende sólo como lógica de partes, sectarismo político, con todo lo que esto comporta en América Latina en cuanto a corrupción política, sicarismo político y todo eso. En América Latina no siempre ha habido madurez política". La Civiltta Cattolica ha publicado la conversación que, como es tradicional en todos sus viajes, el Papa mantuvo con los jesuitas (en este caso, de Centroamérica).

Una conversación centrada en la implicación de la Iglesia en la política, la teología de la liberación, el impacto para Bergoglio de las figuras de Romero o Rutilio el Grande o las nuevas colonizaciones ideológicas. Para Francisco, "el Evangelio es una expresión política, porque tiende a la polis, a la sociedad, a cada persona y a la sociedad, a cada persona en cuanto pertenece a la sociedad".

En este sentido, el Papa pidió a los religiosos implicarse en política, pero siempre de manera imparcial. "El compromiso político para un religioso no significa militar en un partido político", sino "estar sobre las partes".


"No en el sentido de quien se lava las manos, sino como uno que acompaña las partes para que lleguen a una madurez, aportando el punto de vista de la doctrina cristiana", subrayó el Papa, quien denunció ciertos "problemas con relevancia política", como "la nueva colonización", tanto ideológica como cultural.

"La colonización no es solo la que se dio cuando vinieron los españoles y los portugueses y tomaron posesión de estas tierras. Este es un tipo de colonización física. Hoy están de moda las colonizaciones ideológicas y culturales, son estas las que están dominando el mundo", recalcó.

Del mismo modo, Francisco denunció la tortura, advirtiendo que "nos estamos habituando a la crueldad".

Sobre la vocación jesuita, el Papa recordó que "en la Compañía el hermano influye mucho sobre el cuerpo colectivo y sobre la comunidad. Se lo debe promover, como a cualquier jesuita, para que dé lo mejor de sí. Pero la promoción no debe estar fundada sobre una motivación sociológica o ideológica, como si el hermano tuviera necesidad de una promoción para sentirse persona".


Sobre la beatificación de Rutilio Grande, Francisco confesó que "a Rutilio lo quiero mucho. En la entrada de mi cuarto tengo un marco que contiene un pedazo de tela ensangrentada de Romero y los apuntes de una catequesis de Rutilio". Dos hombres, señala el Papa, que nos muestran "la dimensión de la profecía, la de aquel que es profeta por el testimonio de su vida y no solamente de palabra, como aquellos que lo son porque dan clase y andan por ahí hablando. Rutilio es un profeta de testimonio. Decía también todo lo que tenía que decir, pero fue su testimonio, el testimonio martirial, lo que al fin movió a Romero. Esa fue la gracia. Así que pídanles a ellos en sus oraciones".

Respecto a la teología de la Liberación, el Papa invitó a mirar las cosas con la perspectiva del tiempo "Si el padre Arrupe escribió la Carta sobre los cristianos y el «análisis marxista» para hablar de la realidad en la teología de la liberación, fue porque había algún jesuita que por ahí se confundía un poco. No por mala intención pero se confundía, y entonces el padre tuvo que poner las cosas en su sitio". En aquel entonces el que condenaba la teología de la liberación, condenaba a todos los jesuitas de Centroamérica. Yo he escuchado condenas terribles. Y el que la aceptaba, aceptaba todo sin distinguir. De todas maneras, la historia ayudó a discernir y a purificar. Son procesos de purificación.

La idea era que canonizar a Romero era imposible porque ese hombre no era ni siquiera cristiano, ¡era marxista! Y por lo tanto lo atacaban. Pero en aquella tempestad había también un germen bueno. Había personas como Rutilio, que nunca se bandeó e hizo todo lo que tenía que hacer. Ideológicamente Rutilio no se bandeó nunca, y en cambio hubo algún otro que por ahí un poco se bandeaba, porque estaba enamorado de la filosofía de tal autor y con esa base releía e inspiraba los hechos. Pero son cosas humanas, comprensibles en coyunturas humanas difíciles. "Lo importante es no dejarse ganar por la ideología ni de un lado ni de otro, y menos de la peor de todas, que es la ideología aséptica".




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