El obispo castrense Santiago Silva fue nombrado "unánimemente", recuerda el secretario Los obispos chilenos piden la "presunción de inocencia" para su reelegido presidente, señalado por encubrimiento

(C.D./EFE).- Concluye la 117 Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal chilena (CECh) con la reelección como su presidente del obispo castrense Santiago Silva. Un prelado cuestionado por su supuesto encubrimiento de abusos a menores, pero quien sin embargo goza de la "presunción de inocencia" y respaldo "unánime" de sus pares, como ha subrayado el secretario de la CECh, monseñor Fernando Ramos. "Estamos en contra del linchamiento público que se ha ido imponiendo en nuestra sociedad", dijo el auxiliar de Santiago.

La reelección de Silva viene a la vez que la Iglesia chilena ha confirmado que firmará en las próximas semanas con la Fiscalía Nacional un acuerdo de colaboración mutua para las investigaciones de delitos de abusos a menores, anunció hoy el obispo Fernando Ramos.

"En particular hemos estudiado el proyecto de acuerdo y colaboración mutua entre la Fiscalía Nacional y las entidades de la Iglesia para la investigación de delitos de abusos a menores cometidos por clérigos", dijo Ramos en rueda de prensa.

El anuncio se produjo este viernes tras la clausura de laasamblea plenaria de la CECh, celebrada desde el pasado lunes en Santiago y que reunió a la jerarquía del clero chileno para tratar los avances en materia de reparación y transparencia sobre la crisis que afecta a la institución canónica desde hace meses.

Ramos destacó que el clero y el Ministerio Público han dialogado "ampliamente" para "formalizar" este acuerdo mediante "la firma del respectivo documento y sus posterior aplicación".


Asimismo, el representante de la CECh confirmó que las cinco jornadas de reuniones entre los obispos de Chile han servido "especialmente" para conversar "sobre las consecuencias de la crisis provocada por los graves delitos de abusos sexual contra menores de edad y adultos vulnerables cometidos por personas consagradas".

Según informaron a Efe fuentes de la Fiscalía, hasta el 5 de noviembre existían un total de 139 investigaciones en curso contra 190 personas relacionadas con la Iglesia chilena y que implican a 245 víctimas, de las cuales 102 eran menores en el momento en el que se produjeron los hechos.

En ese contexto, Ramos señaló que se ha iniciado el estudio de los "elementos esenciales" para adaptar los estándares de conducta necesarios para en todos los agentes pastorales que sirven en la Iglesia.

"En especial de los obispos, los sacerdotes, diáconos, religiosos y religiosas", puntualizó.

Ramos también indicó que desde la Iglesia católica del país austral comprenden "la indignación y pesar causados por los delitos cometidos por algunos clérigos y religiosos contra menores de edad y adultos vulnerables"

"Aceptamos y acogemos las justas críticas que nos ayudan a mejorar nuestro servicio pastoral. Creemos necesario volver a reiterar que nunca hay justificación ninguna para el crimen que constituye el abuso sexual a niños, niñas y adolescentes y adultos vulnerables", explicó el obispo.

"Durante estos meses, como señalamos en nuestra declaración de agosto, hemos intentado seriamente escuchar, acoger y descubrir los caminos para acompañar a las víctimas que han querido reunirse con nosotros. Han sido momentos de encuentro con el rostro sufriente de cristo y de gran aprendizaje", agregó Ramos.


Esta asamblea celebrado en Santiago viene precedida de un encuentro extraordinario el pasado agosto en el que la jerarquía clerical comenzó con sus políticas de reparación a las víctimas de abusos y de transparencia sobre investigaciones en la institución canónica.

Uno de esos actos de transferencia fue la publicación de un catastro de sentencias dictadas contra miembros de la Iglesia, bien por la Justicia civil o bien por la canónica, que recoge 47 nombres, entre ellos dos obispos (Francisco José Cox Huneeus, arzobispo emérito de La Serena, y Marco Antonio Órdenes Fernández, obispo emérito de Iquique).

Hasta la fecha, el Papa Francisco ha aceptado las renuncias de siete obispos, después de que 34 miembros de la CECh le ofrecieran sus cargos tras ser citados al Vaticano y reconocer ante el pontífice que habían cometido "graves errores y omisiones".

Además, el pontífice ha expulsado del servicio clerical a dos exobispos y dos sacerdotes, entre ellos al influyente sacerdote Fernando Karadima Fariña, condenado en 2011 por la Justicia canónica a una vida de reclusión y penitencia por violaciones y abusos sexuales a menores en Chile.


Volver arriba