Demanda al exobispo de Wheeling-Charleston por no verificar los antecedentes de sus curas La justicia acusa a una diócesis estadounidense de haber empleado a pedófilos "a sabiendas"

No a los encubrimientos de abusos
No a los encubrimientos de abusos

En un paso inédito, el fiscal general de Virgina Occidental acusa al exobispo Michael Bransfield de "engañar a los consumidores"

Denuncia que el prelado, cesado la semana pasada, afirmaba "que sus escuelas estaban a salvo cuando estaban empleando a pedófilos acusados de manera creíble"

El fiscal general de Virginia Occidental, Patrick Morrisey, acusó hoy a la diócesis católica de Wheeling-Charleston y a su exobispo, Michael Bransfield, de haber empleado a pedófilos "a sabiendas" en escuelas y campamentos religiosos.

"Esta mañana, presenté una demanda civil contra la diócesis de Wheeling-Charleston y el exobispo Bransfield por engañar a los consumidores y afirmar que sus escuelas estaban a salvo cuando estaban empleando a pedófilos acusados de manera creíble", anunció Morrisey en su cuenta de Twitter.

En un comunicado, el fiscal denunció que la diócesis acusada contrató a pedófilos "a sabiendas" y no llevó a cabo verificaciones de antecedentes "adecuadas".

La demanda del fiscal general de Virginia Occidental llegó después de que el arzobispo de Baltimore, William Lori, expulsara a Bransfield la semana pasada.

El arzobispo Lori fue nombrado por el Papa Francisco el año pasado para liderar una investigación de numerosas denuncias contra la Iglesia católica en EE.UU.

En enero, líderes de la Iglesia católica en el país identificaron a 286 sacerdotes y otros cargos eclesiásticos, que supuestamente habían abusado sexualmente de menores de edad a lo largo de las últimas décadas.

Quince diócesis del estado de Texas, incluyendo las de Austin, San Antonio, Dallas y Houston, revelaron los nombres de los religiosos que presuntamente abusaron de niños y adolescentes, en el marco de una campaña iniciada en agosto de 2018, cuando una corte de Pensilvania hizo públicos los casos de 300 sacerdotes que supuestamente hicieron lo mismo.

En ese documento, el jurado de Pensilvania criticó que todos los casos identificados fueran dejados de lado por los líderes de la Iglesia "que prefirieron proteger a los abusadores y a la institución, sobre todo".

Después de la difusión de ese informe judicial, cerca de 50 diócesis de todo Estados Unidos han publicado listas con nombres de más de 1.200 curas acusados de abuso sexual a menores.

La Conferencia Episcopal de EE.UU. ha anunciado desde entonces un plan integral para abordar la "catástrofe moral" que sufre el seno de la Iglesia estadounidense tras el escándalo de abusos sexuales a menores destapado en Pensilvania.

Por su parte, el Vaticano ha calificado de "criminales" los abusos de sacerdotes a menores descritos en el informe de Pensilvania y consideró que "debería haber asunción de responsabilidad" de los abusadores y de quienes "permitieron que se produjeran".

No a los abusos de menores
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