La salvación de Dios coincide con la realización de la persona: salud, alimento, cultura, relación, sentido de la vida, felicidad plena... Domingo 25º TO C 2ª Lect. (22.09.2019)

Orar es trabajar por el Reino

Comentario: “Dios quiere que todos los hombres se salven(1Tim 2,1-8)

Los capítulos 2-3 de 1Timoteo tratan sobre el gobierno de la comunidad: la oración pública, el ornato femenino, cualidades de los “supervisores” (obispos-presbíteros) y los “servidores” (“diáconos”). Hoy leemos instrucciones sobre la oración comunitaria.

El autor de la carta ruega que hagan oración en formas diversas. Usa cuatro términos: “súplicas, oraciones, peticiones, acciones de gracias”. La etimología señala su matiz peculiar. “Súplicas” (“deeseis”, de “deo”: tener necesidad): oración por la necesidad de uno mismo o la sociedad. “Oraciones” (“proseujás”, de “pros-eujo”: hacer voto, desear, prometer): promesas, compromiso de cumplir la voluntad divina. “Peticiones” (“en-teuxeis”, de “en-tugjano”: encontrarse, alcanzar, interceder, apelar): intercesión por otras personas. “Acciones de gracias(“eujaristías”, de “eujaristeo”: dar gracias, agradecer): oración de acción de gracias por los dones recibidos. Son los tipos de oración más comunes: petición, ofrecimiento, intercesión, acción de gracias.

Carácter universal de la oración comunitaria.Por toda la humanidad”. Hay una aplicación por razones obvias: “por los reyes y por todos los constituidos en autoridad, para que podamos llevar una vida tranquila y sosegada, con toda piedad y respeto”. Lavida tranquila y sosegada” depende en gran medida del gobierno del bien común. Dios oye el clamor de las víctimas del mal gobierno, de la mala distribución de los bienes, de la injusticia, de la falta de salud, de la educación perversa, etc. Orar por “todos” y por los “constituidos en autoridad” es vivir el compromiso con la vida humana en todos los órdenes. Vivir bien “es bueno y agradable a los ojos de Dios, nuestro Salvador, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad”. 

Orar para la salvación integral (realización personal plena). Los versículos 4-7 enlazan la oración universal con el proyecto salvador de Dios: su voluntad salvífica: “quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad” (1Tim 2,4). Voluntad aceptada por Jesús y sus continuadores: “Pues Dios es uno, y único también el mediador entre Dios y los hombres: el hombre Cristo Jesús, que se entregó en rescate por todos; este es un testimonio dado a su debido tiempo y para el que fui constituido heraldo y apóstol —digo la verdad, no miento—, maestro de las naciones en la fe y en la verdad” (1Tim 2,5-7). Viendo la vida de Jesús se percibe que la salvación de Dios es “universal” también en cuanto a la totalidad de la persona: salud, alimento, cultura, relación, sentido de la vida, felicidad plena...

El versículo 8 (leído hoy) es machista. Pertenece a la sección (vv. 8-15) sobre el papel de varones y mujeres en la reunión comunitaria. Relega a la mujer respecto a las cartas paulinas primitivas (Rm 16; Flp 4,2-3). La traducción litúrgica induce a confusión al traducir “andrás” (varones) por “hombres” (“anzropoi”): “Quiero, pues, que los hombres(lit. “varones”) oren en todo lugar, alzando unas manos limpias, sin ira ni divisiones” (1Tim 2,8). Acepta la superioridad social del varón, propia de su cultura.

Oración: “Dios quiere que todos los hombres se salven” (1Tim 2,1-8)

Jesús de la oración comprometida:

en la carta a Timoteo asoma tu vida de oración y acción;

solías retirarte a despoblado para orar” (Lc 5,16);

enseñaste a los discípulos tu misma oración (Mt 6,9-13; Lc 11, 1-4);

cuidaste la oración confiada, constante, humilde (Mc 11,24; Lc 11,5-13; 18, 9-14);

en la intimidad de la cena, Juan nos ha dejado tu alma en una oración (Jn 17).

No nos extraña en absoluto esta recomendación a Timoteo:

ruego que se hagan súplicas, oraciones, peticiones, acciones de gracias”;

oren en todo lugar, sin ira ni divisiones”;

es lo propio de cualquier creyente sincero:

clama a Dios desde la necesidad propia o ajena;

cree que voluntad divina es el bien humano, y se ofrece a realizarlo;

se pone en el lugar del otro, comprende, intercede en su favor;

se tiene a sí mismo y a todo como don de Dios y lo agradece de corazón.

En nuestra oración está presente la vida real:

toda la humanidad, los reyes y los que están en autoridad”;

ante el corazón del Padre ponemos las carencias de todos:

la angustia de enfermos, hambrientos, parados, migrantes...;

la cerrazón a tu amor y a la comprensión...;

las prácticas inhumanas contra los derechos elementales;

las imposiciones innecesarias y el alarde de poder y riqueza;

la violencia y el despilfarro que produce deshumanización.

Hacemos promesas, nos comprometemos:

a favor de la vida, la libertad, la dignidad humana;

ofrecemos a Dios sacrificio de alabanza,

fruto de labios que confiesan su nombre;

y no olvidamos hacer el bien y ayudarnos mutuamente,

pues esos son los sacrificios que agradan a Dios” (Hebr 13,15-16);

“la Iglesia no es un museo de oro y plata, sino una reunión de ángeles...;

damos al Señor el honor que él mismo quiere,

empleando nuestra riqueza en los pobres;

porque Dios no tiene necesidad de vasos de oro sino de almas de oro”

(Juan Crisóstomo: Homilías 20 y 35 sobre el Génesis).

Ante Dios ponemos a los hermanos:

si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis?;

si hacéis bien solo a los que os hacen bien,¿qué mérito tenéis?;

si prestáis a aquellos de los esperáis cobrar, ¿qué mérito tenéis?” (Lc 6, 32-34);

todo lo que deseáis que los demás hagan con vosotros,

hacedlo vosotros con ellos” (Mt 7,12).

La Eucaristía, nuestra “raíz y quicio” (PO 6):

“centro y cumbre de los sacramentos” (AG 9);

nos intima que “Dios quiere que todos los hombres se salven

y lleguen al conocimiento de la verdad” (1Tim 2,4);

nos encuentra contigo,el único mediador de Dios y los hombres,

el hombre Cristo Jesús, el que se entregóen rescate por todos,

el testimonio del amor divinodado a su debido tiempo” (1Tim 2,5-6);

nos hace sentir que “el Espíritu del Señor está sobre nosotros...;

nos envía a evangelizar a los pobres...,

a proclamar a los cautivos libertad...,

a proclamar el año de gracia del Señor” (Lc 4, 16-21);

nos constituyes, como a Pablo, en heraldos y apóstoles,

maestros de gentiles en la fe y en la verdad” (1Tim 2,7).

Preces de los Fieles (D 25º TO C 22.09.2013): Orar es trabajar por el Reino

La Primera Carta a Timoteo nos transmite la voluntad de Jesús: “haced súplicas, oraciones, peticiones, acciones de gracias,por toda la humanidad, por los reyes y los todos losconstituidos en autoridad...”. Ahora lo realizamos, diciendo: Señor, queremos orar como Tú”.

Por todos los seres humanos:

- que descubran que “nos has creado, Señor, para ti”; 

- y que “nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti” (S. Agustín).

Roguemos al Señor:Señor, queremos orar como Tú”.

Por los discípulos de Cristo:

- que oremos “los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de todos; 

- que oremos “sobre todo por los pobres y cuantos sufren”.

Roguemos al Señor:Señor, queremos orar como Tú”.

Por las personas de otras religiones:

- que encuentren al Padre de todos,que quiere que todos los hombres se salven”;

- que trabajen por la realización de todos, sin hacer daño a nadie.

Roguemos al Señor:Señor, queremos orar como Tú”.

Por nuestra oración:

- que seamos fieles a la oración comunitaria, comprometida con la vida;

- que también en nuestro cuarto oremos al Padre en secreto;

Roguemos al Señor:Señor, queremos orar como Tú”.

Por las intenciones del Papa (Septiembre 2019):

- que “los políticos, los científicos y los economistas trabajen juntos”;

- que colaboremos con ellos en “la protección de los mares y los océanos”.

Roguemos al Señor:Señor, queremos orar como Tú”.

Por esta celebración:

- que sintamos la presencia de “quien sabemos que nos ama” (S. Teresa de Jesús);

- que podamos exponer lo que nos ha dicho el Señor y nuestra respuesta.

Roguemos al Señor:Señor, queremos orar como Tú”.

Bendice, Señor, nuestro corazón, para que, guiados por tu Espíritu, entendamos tu palabra y la pongamos por obra, siguiendo tu huellas de amor sincero a todos. Te lo pedimos a ti, Jesús, “único mediador de Dios y los hombres..., testimonio del amor divinodado a su debido tiempo” (1Tim 2,5-6), que vives por los siglos de los siglos.

Amén.

Jaén, septiembre 2019

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