Presentado el libro Incunabula in archivo sedis valentinae asservata Valencia cataloga y estudia 117 incunables del Archivo de su catedral

Los autores con el deán
Los autores con el deán

Presentado el libro Incunabula in archivo sedis valentinae asservata

La elaboración del catálogo ha permitido dar a conocer piezas de excepcional singularidad en el conjunto de las colecciones españolas, así como el hallazgo de un ejemplar único en el mundo de una bula de indulgencias de la Santa Cruzada

El Archivo de la Catedral de Valencia está considerado como uno de los más importantes depósitos documentales de las catedrales europeas, y sin lugar a dudas, está entre los primeros archivos de la Comunidad Valenciana

 

Hizo bien el deán de la Catedral de Valencia, Emilio Aliaga Girbés, en recordar la importancia de la Iglesia en conservar y recuperar la memoria histórica, tarea en la que el Archivo de la Catedral ha realizado una gran labor a lo largo de la historia, pues conserva pergaminos y manuscritos desde los siglos XII y XIII, a pesar de los múltiples avatares sufridos por la Iglesia y en especial el templo catedralicio, cuya última agresión fue la sufrida en la pasada guerra civil. 

Intervino en el acto de presentación del libro Incunabula in archivo sedis valentinae asservata, la cual tuvo efecto en la hermosa capilla del Santo Cáliz, antigua Sala Capitular del Cabildo Catedralicio, y aula medieval de Teología. El libro es el fruto del trabajo de catalogación y estudio histórico de la colección de 117 incunables conservados en el archivo de la Catedral, escrito por los doctores José V. Boscá y Mª Luz Mandingorra, profesores del Dpto. de Historia Medieval y Ciencias y Técnicas Historiográficas de la Universitat de València.

Se trata de una cuidada edición prologada por el Dr. Julián Martín Abad, director que fue de la sección de Incunables de la Biblioteca Nacional de España y máximo especialista en la materia.

El acto estuvo presidido por el deán-presidente del Cabildo Metropolitano, Emilio Aliaga Girbés, y contó con la presencia de los autores y de  Josep Lluís Canet Vallés, director de publicaciones de la Universitat de València.

El Archivo de la Catedral de Valencia custodia en la actualidad una colección de 117 ejemplares incunables correspondientes a 85 ediciones, la más antigua de las cuales se remonta al año 1468. En esta obra se aborda, por una parte, el estudio histórico de dicha colección y su proceso formativo y, por otra, las características que la individualizan, afrontando al mismo tiempo la catalogación de los ejemplares de acuerdo con los criterios actualmente aplicados por la incunabulística. La elaboración del catálogo ha permitido dar a conocer piezas de excepcional singularidad en el conjunto de las colecciones españolas, así como el hallazgo de un ejemplar único en el mundo de una bula de indulgencias de la Santa Cruzada.

El libro con un incunable
El libro con un incunable

El deán recordó que hace pocos meses el Papa Francisco ha cambiado el nombre del Archivo Secreto Vaticano por el de Archivo Apostólico y lo ha abierto a la investigación u publicación, porque “la Iglesia no tiene miedo a la historia, más bien la conserva y estima”. Subrayó la importancia del tesoro documental del archivo catedralicio a donde acuden constantemente investigadores y alumnos en busca de sus fuentes documentales.

Alabó la importante labor del Canónigo Archivero, Vicente Pons, profesor de Historia de la Universidad, que ha sido el impulsor del proyecto de estudio y catalogación de los incunables de la Catedral de Valencia, con el fin de hacer más accesible a los investigadores y estudiosos. Un proyecto que se ha visto culminado con la publicación del libro catálogo por los incunables por la Universidad de Valencia, la cual fue fundada por la Iglesia y que hasta el siglo XIX nutrió su claustro de profesores y catedráticos con canónigos. Fue un canónigo, Pérez Bayer, el iniciador de la Biblioteca Universitaria. Subrayó las relaciones históricas Universidad-Catedral, tanto como la civil oficial y las católicas o privadas, en materia cutural e investigadora.

La Catedral de Valencia es la sede del Arzobispo de Valencia y la madre de todas las iglesias de la Diócesis, constituida en la actualidad por un capítulo de 30 canónigos, aunque históricamente fueron veintitres, y presidida por el Deán. La importancia de su historia, de sus personajes y su valioso patrimonio histórico-artístico se encuentran reflejados en los ricos fondos que conserva su archivo y biblioteca. El 26 de septiembre de 1238 el Rey Jaime I reinstauraba el culto en nuestra iglesia metropolitana dedicándola a Santa María. El mismo monarca dotaba a la santa iglesia Catedral de Valencia con una serie de privilegios, concesiones que se fueron completando con las de otros reyes y pontífices.

Es voluntad del capítulo que esta riqueza documental y bibliográfica esté a disposición de los investigadores. El acceso es libre y gracias a la ayuda de la Consellería de Cultura y Esport de la Generalitat Valenciana, en concreto a la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas, se está realizando un gran trabajo de digitalización de fondos.

 Después de la importante labor llevada a cabo en los siglos XVIII y XIX por los archiveros Juan Pahoner (1756-1781) y Manuel Lucia Mazparrota, autores del ingente trabajo archivístico "Especies Perdidas", es durante todo el s. XX cuando el Archivo de la Catedral de Valencia se ha beneficiado de la importante labor de los canónigos archiveros y bibliotecarios D. Roque Chabás Llorens (1891-1912), quien organizó el archivo en papeles, pergaminos y códices, tal como hoy se conserva, y quien es considerado como uno de los padres de la escuela valenciana de historiadores; D. Elías Olmos Canalda (1912-1961), al que se le debe la edición de los catálogos de pergaminos, códices e incunables, D. Ramón Robres Lluch (1961-1989) y D. Salvador Vázquez Caplliure (1989-2008) sucesivamente, ayudado en la última década por D. Ramón Fita Revert.

Por su volumen y singularidad, y por conservar sus series prácticamente ininterrumpidas desde el s. XIV, el Archivo de la Catedral de Valencia está considerado como uno de los más importantes depósitos documentales de las catedrales europeas, y sin lugar a dudas, está entre los primeros archivos de la Comunidad Valenciana.

El conjunto del Archivo se agrupa en: - 9.061 pergaminos (s. XII-XX) - 6.500 legajos (s. XIII-XX) - 400 códices (s. XII-XX) - 113 incunables (s. XV)

Entre ellos, varios fondos especiales: - Protocolos notariales - Sigilografía (sellos, matrices y moldes) - Archivo Musical (6.000 partituras musicales y 180 libros corales) - Planos, mapas, dibujos y grabados. - Archivo fotográfico

Y otros fondos incorporados: - Pía Almoina (s. XIV-XX) - Fondo Pietro Zampieri (s. XII-XX) - Fondo Parroquia San Pedro (s. XIX-XX) - Fondo Cofradía de San Jaime (s. XV-XIX) - Fondo D. Marcelino Olaechea Loizaga, arzobispo de Valencia (1946-1966) - Fondo Roc Chabás (s. XIX-XX) - Otros: Cartuja de Portacoeli, Antonio Rodilla Zanón, Guillermo Hijarrubia, etc.

La Biblioteca auxiliar, además del fondo antiguo (incunables e impresos del s. XVI-1800), cuenta con las secciones de: diccionarios y otras obras de referencia, historia de la Iglesia, en especial historia de la iglesia en Valencia y santos valencianos, historia del Arte y catálogos de exposiciones, Ciencias y técnicas historiográficas (Archivística, Diplomática y ediciones documentales, Paleografía, etc.), historia de la Música, Liturgia…, además de la Hemeroteca antigua y moderna y la colección de facsímiles. Un total de 6.000 volúmenes, entre los que destacan los misceláneos.

Aunque el primer emplazamiento del Archivo fue en la Librería Antigua, construida sobre la actual capilla de San Pedro y Sala Capitular Antigua, desde al menos el s. XVI, ocupa, en la parte Este del templo metropolitano, las dos plantas existentes sobre la Sacristía Mayor (s. XIV) y la Nueva Sala Capitular o capilla de las Reliquias (s. XIX). Durante la guerra civil el Archivo fue salvado y trasladado al Real Colegio del Corpus Christi.

Se accede a través de una escalera desde la Sacristía. Cuenta con sala de investigadores, sala de técnicos y depósito. Recientemente, se le ha dotado de unas medidas óptimas de prevención y conservación, y de instalaciones informáticas apropiadas, además de un servicio de reprografía para los investigadores. Todas sus estructuras fueron modernizadas en una reciente obra de adaptación dirigida por el arquitecto D. Julián Chapapria. Cuenta con la colaboración inestimable para la conservación y restauración de sus fondos del IVACOR (Instituto Valenciano de Conservación y Restauración).

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