"El Dogma de la Inmaculada Concepción y la virginidad de María son dos cosas diferentes" Manuel Mandianes: "la Iglesia no se pronunció sobre la santidad absoluta de María hasta el Concilio de Trento"

Detalle de 'El Tránsito de la Virgen', de Mantegna
Detalle de 'El Tránsito de la Virgen', de Mantegna

"Se puede admitir que Jesús tuvo hermanos y que María perdió la virginidad en algún momento de su vida, y seguir defendiendo el dogma de la inmaculada concepción de María, y que Jesús fue engendrado por obra y gracia del Espíritu Santo"

A pesar de que los fieles, desde los primeros cristianos, aceptaron a María como la madre de Jesús, siempre llena de gracia, la Iglesia no se pronunció sobre la santidad absoluta de María hasta el Concilio de Trento porque siempre fue discutido por los teólogos a causa de la doctrina de la universalidad del pecado original. Afirmar la universalidad del pecado original viene a ser lo mismo que reconocer que la nostalgia y el sentimiento de culpa por haber sido expulsados de un paraíso es algo propio de la condición humana y previo a toda filosofía, a toda ideología e, incluso, a toda religión.

Se puede decir del sentimiento de culpa por haber perdido el Paraíso, lo que dice Torres Queiruga de la esperanza: es “una dimensión constitutiva que, como interrogante último y radical, afecta a lo humano como tal”.

A lo largo de la historia del cristianismo, por la mala prensa que ha tenido la sexualidad, la santidad casi siempre ha ido unida a la virginidad en la Iglesia. Por eso, para exaltar la santidad absoluta de María, se afirma que fue virgen durante toda su vida.

"La grandeza de María consiste en ser la Inmaculada Madre de Jesús, no su virginidad"

A día de hoy, hay exegetas, entre ellos católicos, que admiten que Jesús tuvo hermanos.  Se puede admitir que Jesús tuvo hermanos y que María perdió la virginidad en algún momento de su vida, y seguir defendiendo el dogma de la inmaculada concepción de María, y que Jesús fue engendrado por obra y gracia del Espíritu Santo sin intervención de varón alguno. El Dogma de la Inmaculada Concepción y la virginidad de María son dos cosas diferentes. El Dogma de la Inmaculada Concepción quiere decir que María nació, vivió y murió sin mácula, sin pecado alguno. Inmaculada quiere decir nacida sin pecado y que durante toda su vida no cometió pecado. Su santidad consiste en haber obedecido la voluntad del Altísimo, “e aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra”. La concepción virginal no es exclusiva de la literatura cristiana. La literatura del antiguo Egipto nos ha hecho llegar mitos que narran la concepción virginal de seres divinos o humanos, y la amerindia también ofrece varios ejemplos de nacimientos en las mismas condiciones de virginidad.

La definición de la Inmaculada Concepción como dogma tuvo lugar el 8 de diciembre de 1854. La Inmaculada es la preparación, casi inmediata, del nacimiento de Jesús que marca el final del Antiguo Testamento y el inicio del nuevo. El 8 de diciembre la Iglesia celebra la concepción de la luz nueva que vencerá para siempre el período de oscuridad. Me encanta que María haya sido virgen pero la grandeza de María consiste en ser la Inmaculada Madre de Jesús.

La Virgen del Tremedal, en Teruel
La Virgen del Tremedal, en Teruel

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