Vidas

Recorrido el mundo con la mente, he encontrado gente que está dispuesta a dar el salto sin miedo a los cambios dispuestas a poner fuego a su alrededor y gente encadenada al ayer y conformista que permite que se las den todas, cojos que vuelan como gacelas y gente sana arrastrándose; he leído series de propósitos escritos sobre el agua y series escritas sobre tablas de piedra; he asistido a fiestas de vino y rosas y a entierros con escenas de sufrimiento insoportable; he oído silencios clamorosos y clamores en silencio, confesiones angustiosas y confesiones restallantes de gozo e inabarcable alegría, palabras de profeta cortantes como espadas proclamadas desde las terrazas, y gritos y aspavientos de profetas que imponen su salvación desde escondrijos; he sentido vidas, por claros y por túneles, zarandeadas por la muerte y la esperanza, palpitar y rebosar el amor en casas humildes mientras roían un mendrugo de pan duro y he olido el estío y la fatiga mezclados con el lujo. He dado la vuelta y he visto en algunos de los mismos sitios todo lo contrario de lo que había visto cuando venía.

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