Escribano quiere fieles "más apostólicos" Misión diocesana en La Rioja para "dialogar" con la sociedad

El obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño, Carlos Escribano, impulsa una misión diocesana en La Rioja, como un espacio de reflexión ante el "cambio de época" y que ya ha empezado a dar sus primeros pasos, con la previsión de que en 2018 se determinen sus propuestas y se presente a la sociedad.

Escribano (Carballo, A Coruña, 1964), en declaraciones a Efe al cumplirse ahora un año de su toma de posesión como obispo de la Diócesis riojana, ha indicado que esa misión diocesana es un proyecto a medio plazo, que ya se ha trabajado en el Consejo Pastoral y Presbiteral y que, en breve, se generará una comisión para concretar este proyecto y empezar a hacer propuestas.

"La misión diocesana es una reflexión que está haciendo la Iglesia de Calahorra y La Calzada-Logroño pensando, sobre todo, en que la gente que está en nuestras parroquias y comunidades pasen de ser discípulos a ser discípulos misioneros, personas que tenga ganas de evangelizar y podamos recuperar ese tono", ha subrayado.

Eso requiere, ha dicho, unas "estrategias" para poder trabajar desde la perspectiva creyente y que permitan "recuperar la mejor versión personal para ofrecerla a los otros como un reto en la construcción social", además de incorporar la dimensión de la misericordia.

El protagonismo que tienen los seglares en la Iglesia diocesana es un aspecto que destaca el obispo, a quien le llamó la atención las palabras del Papa Francisco sobre que la Iglesia española tenía que ser una Iglesia en estado de misión permanente.

En esa misión diocesana en el seno de la comunidad riojana también desea, ha apostillado, que las personas pasen a ser "más apostólicas, que tengan esas ganas de evangelizar, pensando en que es muy importante el que nuestros seglares, jóvenes y familias vayan tomando conciencia de que tienen una gran propuesta que hacer a la hora de evangelizar".

"Es bueno recordarnos mutuamente que esa capacidad de evangelizar no es una concesión que da el obispo, sino que surge del mismo Bautismo", según Escribano, sacerdote desde 1996 y quien apuesta por "interactuar" y "dialogar" con la sociedad riojana, dado que tiene la "convicción" de que "la Iglesia tiene muchas cosas que proponer a la sociedad".

Se ha referido a que hay personas que tienen un compromiso altísimo con la Iglesia, que "se sienten discípulas, pero no acaban de descubrir la dimensión evangelizadora", a las que ha sumado las consideradas como "alejadas", que son aquellas que tuvieron "un barniz católico y sienten cierta simpatía por la vida eclesial, pero no tienen una continuidad", y las "ausentes", que "ni están ni se les espera".

Todos ellas son objeto de la capacidad de anunciar el Evangelio, ha asegurado Escribano, para quien "ese mosaico supone un reto a la hora de interactuar con todas esas personas".

Esa futura comisión concretará el contenido de la misión diocesana en La Rioja, pero cree que entre los temas importantes que deben abordarse figura la dimensión de la misericordia, como señala el Papa Francisco, y lo que surge de ella.

Escribano, quien tomó posesión como obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño el 25 de junio de 2016, ha asegurado que, tras este primer año de "tomar el pulso" a la Diócesis, "la situación es buena y permite afrontar retos de evangelización, como la misión diocesana".

"La Diócesis está en perfecto estado de salud, con mucha gente que sigue viviendo su fe dentro de ella", según el obispo, para quien la Iglesia riojana es "fuerte y organizada", pero "hay que revitalizarla y tiene que estar en disposición de plantearse nuevos retos".

Ha distinguido, dentro de la Diócesis, entre Logroño, las poblaciones grandes y el mundo rural, lo que plantea realidades diferentes, aunque en todas ellas se mantienen la devoción popular y un gran cuidado del patrimonio, en un esfuerzo compartido entre la Iglesia, las instituciones y los vecinos.

La Diócesis cuenta con 160 sacerdotes en activo, que atienden las 240 parroquias que existen y, aunque a medio plazo no se plantea un problema, ha señalado que, a largo plazo, habrá que determinar una organización diferente para "seguir llegando a donde ahora lo hacemos", dado que solo hay tres jóvenes riojanos en el Seminario de Burgos y no se ve un relevo generacional.

Escribano, que llegó a La Rioja tras se obispo de Teruel y Albarracín desde 2010, se declara un "enamorado" del Camino de Santiago, algunas de cuyas etapas ha recorrido, y de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ); ha destacado su interés por "escuchar" a los jóvenes y "dialogar" con ellos, y ha resaltado la labor social de la Iglesia, como la que desarrolla Cáritas.

En la Conferencia Episcopal Española es, desde 2010, miembro de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar; en 2015 se incorporó al Departamento de Pastoral de Juventud; desde 2011, es consiliario Nacional de Acción Católica y, desde hace dos años, de Manos Unidas. (RD/Agencias)

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