El fundador de Mensajeros de la Paz participó en el XI Congreso Teológico Pastoral Padre Ángel: "Prefiero mil veces una iglesia accidentada a una iglesia enferma por encerrarse en sí misma"

El Padre Ángel en el XI Congreso Teológico Pastoral organizada por la Diócesis de Coria-Cáceres
El Padre Ángel en el XI Congreso Teológico Pastoral organizada por la Diócesis de Coria-Cáceres

El padre disertó sobre su proyecto en Madrid de tener una Iglesia abierta las 24 horas del día, para los más necesitados, y agradeció la labor del cardenal de Madrid, Carlos Osoro, que le precedió con la primera ponencia del Congreso

Sobre la periferia existencial aseguró que es cualquier situación en la que falta satisfacer alguna necesidad humana fundamental, estar fuera de los márgenes del centro del poder económico, del político-social o del religioso

(Diócesis Coria-Cáceres).- En la tarde de ayer, el padre Ángel García, fundador y presidente de la ONG Mensajeros de la Paz, ofreció la segunda ponencia del XI Congreso Teológico Pastoral, titulada "Evangelizar en las periferias existenciales".

Disertó sobre su proyecto en Madrid de tener una Iglesia abierta las 24 horas del día, para los más necesitados, y agradeció la labor del cardenal de Madrid, Carlos Osoro, que le precedió con la primera ponencia del Congreso.

Según el Papa Francisco, evangelizar supone un celo apostólico y la Iglesia está llamada a salir de sí misma a ir hacia las periferias no sólo a las geográficas sino también a las periferias existenciales, del misterio del pecado, a la del dolor, a las de la injusticia, a las de ignorancia, indicó el padre Ángel.

Una Iglesia cerrada es una Iglesia enferma, dijo. La Iglesia debe salir de sí misma hacia las periferias existenciales cualesquiera que sean, pero salir. Y cuando uno sale, sale de sí mismo y le puede suceder lo que a cualquiera que sale de casa y va por la calle; un accidente.

"Yo digo que prefiero mil veces una iglesia accidentada a una iglesia enferma por encerrarse en sí misma", expresó.

El cristianismo debe dirigirse sobre todo a los pecadores, no solo a los sanos, sino los alejados, al hijo pródigo, a aquellos que no habiendo conocido a Cristo se han visto privados del afecto del Padre, están alejados del centro que no es la Iglesia como institución sino Cristo Jesús.

Él nos dice id por todo el mundo y predicad, dad testimonio del Evangelio. La periferia existencial es cualquier situación en la que falta satisfacer alguna necesidad humana fundamental, estar fuera de los márgenes del centro del poder económico, del político, de social o del religioso.

Padre Ángel, monseñor Cerro y monseñor Osoro
Padre Ángel, monseñor Cerro y monseñor Osoro

Parte de la ponencia del Padre Ángel

Muchas gracias, buenas tardes y gracias al señor obispo por invitarme hoy a estar aquí. Hablar después de don Carlos del cardenal arzobispo de Madrid a uno le pone un poco nervioso, pero también me arropa mucho porque gracias a él he cumplido aquel sueño le puede tener una Iglesia abierta las 24 horas del día.

 Quiero saludar a todos pero de una manera especial y muy emocionadamente a una casa de familia, unos niños que hace ya 25 años cuando llegamos aquí a Extremadura. Una familia, matrimonio, José María y su esposa, atendían y presentaban los niños que hoy están aquí sentados en el primer banco y a ellos para mí sois los importantes los buenos de esos que hablaremos de la periferia, pero ya no estáis en la periferia.

 Según el Papa Francisco, evangelizar supone un celo apostólico y la Iglesia está llamada a salir de sí misma a ir hacia las periferias no sólo a las geográficas sino también a las periferias existenciales, del misterio del pecado, a la del dolor, a las de la injusticia, a las de ignorancia. 

Una Iglesia cerrada es una Iglesia enferma. La Iglesia debe salir de sí misma hacia las periferias existenciales cualesquiera que sean, pero salir y cuando uno sale ocurre y no sale de sí mismo puede suceder lo que puede pasar a cualquiera que sale de casa y vaya por la calle un accidente.

Yo digo que prefiero mil veces una iglesia accidentada a una iglesia enferma por encerrarse en sí misma.

El cristianismo debe dirigirse sobre todo a los pecadores, no solo a los sanos, sino los alejados, al hijo pródigo, a aquellos que no habiendo conocido a Cristo se han visto privados del afecto del Padre, están alejados del centro que no es la Iglesia como institución sino Cristo Jesús.

Él nos dice ir por todo el mundo y predicar, dar testimonio del Evangelio. La periferia asistencial es cualquier situación en la que falta satisfacer alguna necesidad humana fundamental estar fuera de los márgenes del centro del poder económico del político de social de religioso.

Pero también hay quien teniendo satisfechas todas sus necesidades básicas de alimentación de salud de vivienda experimenta un profundo sin sentido de la vida, una tristeza deprimente.

Toda aquella persona que no goza de la alegría del Evangelio está de alguna forma en la marginalidad, es un marginado en la periferia existencial.

Gran parte del lenguaje, de las formas y la cultura de la Iglesia en la que vivimos necesita ser actualizada para poder seguir transmitiendo eficazmente a Jesús de Nazaret a los hombres.

Ofrece la salvación a todos los hombres como don de la gracia y de la misericordia de Dios. Comprende además la predicación de la esperanza, la predicación del amor de Dios para con nosotros, de nuestro amor hacia Dios.

Padre Ángel y monseñor Cerro

El CAMBIO DE ACTITUD

Cristo hace referencia a la misión a la que hemos sido llamados y se levantó a leer en la Sinagoga y se le dio el libro del profeta Isaías y abriendo el libro donde estaba escrito en el Espíritu del Señor está sobre mi porque me ha ungido para dar buena nueva a los pobres, me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón, a pregonar libertad a los cautivos y vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos, a predicar el año de Gracia del Señor. Y enrollando el libro, se lo digo al ministro, se sentó y los ojos de toda la sinagoga estaban fijos en él y comenzó a decirles hoy se ha cumplido está escritura delante de vosotros.

Además, en Lucas después subir al monte llamo así a los que el quiso y vinieron a él y estableció a doce para que estuvieran con él y para enviarlos a predicar y que estuvieran con la autoridad para sanar enfermedades para echar fuera los demonios para perdonar pecados.

Y un tercero: venir benditos de mi padre, hereda el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo porque tuve hambre y me disteis de comer tuve sed y me disteis de beber fui forastero y me recogisteis estuve desnudo y me cubristeis enfermo y me visitasteis en la cárcel y vinisteis a verme.

Creo por estos textos textos que si queremos vivir este llamamiento hacia las fronteras existenciales ha de producirse en nosotros un cambio en nuestra relación con Dios.

Mi experiencia de vivir con la marginación durante muchos años me ha señalado que este cambio comporta conocer la periferia de ese cuarto mundo que tenemos tan cerca.

Orar por ellos lo primero que hemos hacer es ser conscientes de quiénes son los que constituyen este mundo.  El cuarto mundo puede ser que no nos guste mucho saber que son aquellos de los que muchas ocasiones subimos o al menos cogimos más fuerte nuestra cartera, nuestro monedero, porque teníamos miedo que nos lo quitaran…. 

Cuando era joven me sonaba tan mal te pedimos Señor por los pobres pecadores como si nosotros estuviéramos excluidos de esa categoría. Orar por ellos no quiere decir hacerlo desde la actitud del fariseo de que nos habla Jesús en el Evangelio comparándola con la del pobre publicano que es el que salió justificado de templo o por la de alguno de esos personajes del episodio del ciego de nacimiento.

Una conclusión clara yo puedo vivir vivo a su lado y quererles hacer posible por comprenderlos pero nunca seré como ellos, por un lado porque yo tengo una historia para agradecer mucho a Dios y por otro porque yo siempre tengo ese billete de ida y vuelta.

Por ejemplo, cuando vamos a la prisión, cuando estamos con ellos sentados en ese banco de San Antón, regreso a casa, a mi estructura personal y puedo dormir en una cama y ellos no.

Y es que la pobreza tiene unos componentes de marginación que afectan a toda la persona la aísla, la degradan hasta el punto de llevarse a una situación que comporta una serie de consecuencias.

Estando con el Papa Francisco les dijo vosotros podéis seguir siendo pobres que no perdáis nunca la dignidad y luego muy al oído el Papa Francisco me decía: “estos son la verdadera carne de Cristo”.

La mística de la calle consiste por una parte en salir de nuestra casa cómoda de nuestro despacho, de esos lugares, para vivir con ellos.

No es extraño que nuestras iglesias hayan sido un lugar donde nunca encontrábamos a los marginados. Sin embargo junto a ellos es bien cierto que nuestro oración se llena de ternura de compasión de misericordia.

Podemos entender mejor cómo es necesario rezar a un Cristo que muere con un ladrón a la derecha y a la izquierda y que a pesar de que sólo se dirige a uno dice : hoy estarás conmigo en el Reino de los Cielos.

¿Qué clase de bondad vemos que hay en el pobre para que atraiga la salvación de Dios? 

El Señor sabe mejor que nosotros que hay obras que son fruto de nuestra libertad y otras que son de nuestra impotencia por eso habrá más salvación donde hay tanta pobreza y tanta oscuridad.

Nuestra iglesia, pobre y para los pobres, debe ser 24 horas al día salir a la calle siempre con el traje de cristiano, no solo en momentos puntuales. Debemos evangelizar toda la vida.

El Papa Francisco en diversas intervenciones públicas así nos recuerda y nos dice: no a los cristianos de salón, cristianos insípidos y cristianos de museo.

El Santo Padre nos invita a profundizar más en la construcción del Reino de Dios. El cristiano debe construir puentes y no muros.

Debemos predicar la Palabra de Dios utilizando un lenguaje atractivo dinámico, cercano, acariciando y besando a las personas.

IGLESIA LAS 24 HORAS ABIERTA

 Y termino hablando de ese proyecto de una Iglesia abierta las 24 horas ese hospital de campaña. Todo aquello fue un sueño que soñaba muchas veces que he tenido que esperar a los 78 años hasta que llega un cardenal y obispo a Madrid don Carlos Osoro y lo hizo posible.

Tener abierto la iglesia 24 horas, que además tuvo bien- monseñor Osoro- bendecirla.

Hacer posible que mucha gente de la Iglesia que desconocía este mundo, esa marginación social, tenga ocasión de acercarse a los más pobres y alejados que hasta ahora veían la puerta de la iglesia. 

Entrar a socorrer a servir desayunos, más de un millón de personas en estos cuatro años pasaron por allí. Para ayudar porque no sabían o no se atrevían a entrar desconociendo que esta maravillosa tarea de la que nos habla el Papa Francisco. 

Abrir las puertas de la iglesia, dejar que Jesús pueda salir. Muchas parecen museos, oficinas, con unos horarios. Tantas veces tenemos encerrado a Jesús en las parroquias. 

Hay momento de silencio y oración, abierta para los que les cuesta mucho a veces recibir sacramentos en otros lugares, a los que buscan consuelo a cualquier hora del día o de la noche. 

Una iglesia en donde está esa camilla de la Misericordia donde pueden encontrar wifi, enchufes para cargar el teléfono, sillas de ruedas, pueden entrar con animales de compañía, donde hay baños y cambiador de pañales donde hay un desfibrilador, más de 200 personas sin techo y tienen sillones para poder descansar, donde se puede rezar y orar con sacerdotes en esas mesas de camilla.

Donde está el cepillo abierto, donde dice déja lo que puedas y coge lo que necesites. Una iglesia que preside las palabras y las frases del Papa Francisco: abrir las puertas de la iglesia al mundo de hoy.

El Padre Ángel en Cáceres

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