Ha sido incorporado a la Sala Barroca del Museo, al igual que el “Cristo yacente” de J.J. Espinosa, también restaurado La restauración de un cuadro de la Catedral descubre la firma de Ribalta y paisajes ocultos

Aliaga y Sancho con cuadro Cristo Yacente  de Jerónimo Jacinto Espinosa
Aliaga y Sancho con cuadro Cristo Yacente de Jerónimo Jacinto Espinosa V.GUTIÉRREZ/AVAN

Sancho: Con la incorporación de los cuadros restaurados, la Sala Barroca del Museo se convierte en “un referente para la historiografía de la pintura valenciana del siglo XVII y comienzos del XVIII, porque muestra obras que han estado fuera de los circuitos artísticos”

Contreras ha destacado la labor de recuperación del patrimonio en la Catedral “que ha sido una prioridad siempre y yo como valenciana estoy orgullosa de tener esta Catedral”

El Museo de la Catedral de Valencia ha presentado dos cuadros, “Jesús y Juan el Bautista niños”, cuya restauración ha permitido descubrir tanto la firma del autor, Francisco Ribalta, como partes ocultas como un río o el cielo, y un “Cristo yacente”, de Jerónimo Jacinto Espinosa, que completan su Sala Barroca.

La restauración de estas obras ha sido presentada esta mañana en una rueda de prensa en la que han participado el deán de la Catedral, Emilio Aliaga; Jaime Sancho, director del Museo de la Catedral de Valencia; Gemma Contreras, subdirectora del Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales (IVACOR) de la Generalitat Valenciana; y representantes del taller de restauración de la Catedral.

Respecto a “Jesús y Juan el Bautista niños”, de Francisco Ribalta (Lleida, 1565 – Valencia, 1628), que estaba en la Sacristía y se retiró al colocar los retratos de los Arzobispos de Valencia, “estaba completamente oscurecido y en la restauración, a cargo del taller de la Seo, se descubrió con rayos ultravioletas la firma ´F. Ribalta` y partes del cuadro, como el río Jordán, el árbol o el cielo”, ha explicado Jaime Sancho, director del Museo.

Según los expertos que lo han visto “es un Ribalta”, lo que se suma al propio Archivo de la Catedral, donde consta su existencia, y al descubrimiento de la firma. 

La restauración, en ambas obras, ha consistido en “fotografiado ultravioleta que muestran repintes y partes ocultas por la suciedad, así como una limpieza exhaustiva y un estucado, es decir, rellenar con pintura reversible saltos de pintura”, según Sancho.

Por su lado, el “Cristo yacente”, de Jerónimo Jacinto Espinosa (Cocentaina, 1600-Valencia, 1667), “en 1909 estaba situado en el altar de la capilla del Santo Bulto de Jesús, en la nave de la Epístola; al desaparecer esta advocación, estuvo en las capillas del transagrario y, tras la Guerra Civil, en el almacén, y ahora, tras el trabajo de nuestro equipo de restauración, está a la vista del público”.

"Cristo Yacente", de Jerónimo Jacinto Espinosa (Cocentaina, 1600-Valencia, 1667)

Asimismo, “está inspirado en el ´Cristo yacente` de Andrea Mantegna y en él hay un trabajo impresionante de trampantojo o doble perspectiva, y ahora nos hemos dado cuenta que la mejor forma de apreciarlo es verlo desde un lateral, ya que se ve mucho más estilizado”, ha matizado.

“San Francisco de Asís”, atribuido a Ribera, restaurado por IVACOR 

Con la incorporación de los cuadros restaurados, la Sala Barroca del Museo se convierte en “un referente para la historiografía de la pintura valenciana del siglo XVII y comienzos del XVIII, porque muestra obras que han estado fuera de los circuitos artísticos”, según Sancho, que añade que la Sala cuenta con su disposición definitiva.

En la misma Sala puede verse otra obra que ha sido restaurada por el IVACOR, un “San Francisco de Asís” atribuido a José de Ribera (Xàtiva, 1591-Nápoles,1652) “por su aspecto nocturno y su color verdoso, que nos recuerda al San Sebastián del Museo de Bellas Artes, que además tiene detalles impresionantes, como la congestión de los ojos y las manos, que muestran la mano del pintor”, según Sancho, que ha apuntado que la determinación de su autoría “queda ahora abierta al trabajo de los investigadores”.

Sobre su restauración, la subdirectora del IVACOR, Gemma Contreras, ha explicado que “se han realizado radiografías, fotografías ultravioletas, análisis de pigmentos y al retirar su entelado, en un estado de conservación bastante malo, descubrimos que tenía un escudo heráldico, cuestión que queda abierta a la investigación de los expertos, pero intuimos que pertenecía a un infante, que no asegura si es un Ribera, pero sí que es una obra importante”.

Además, Contreras ha destacado la labor de recuperación del patrimonio en la Catedral “que ha sido una prioridad siempre y yo como valenciana estoy orgullosa de tener esta Catedral” mientras que Sancho ha calificado como “de un nivel muy alto, incluso el mejor del mundo” el trabajo de la escuela de restauración de Valencia, en la que hay varias entidades, entre otras el IVACOR y la Catedral, con su taller de restauración.

San Francisco de Asís, atribuido a José de Ribera

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