Prohibir una manifestación y las dos Españas

La delegación del Gobierno en Madrid ha prohibido el recorrido planteado por los movimientos laicos para protestar contra la financiación pública del viaje papal (también llamada "antipapa"). Hay que decir que no ha prohibido la marcha, sino que la "arrincona" en la zona de Lavapiés, aduciendo problemas de seguridad y el hecho de que Madrid será el espejo del mundo en esos días. Boicotear la visita de Benedicto XVI no me parece un ejercicio democrático, pero poner trabas a una manifestación, del signo que sea, mientras sea pacífica, tampoco dice mucho de los miedos atávicos de nuestra sociedad.

Tanta libertad debemos tener los católicos para defender nuestra fe, o para formularla en público, como aquellos que, en un Estado laico (o aconfesional, que para lo que nos ocupa es lo mismo) quieran posicionarse, con métodos democráticos, en contra de celebraciones de este tipo con dinero público. Una vez más, y pese a que muchos creíamos que estaba superado, volvemos a observar el espíritu de las dos Españas, los pros y lso contras, los blancos y los negros. Un poco de cordura a todos, por favor.

baronrampante@hotmail.es
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