Del antiguo Oriente al Occidente moderno: texturas bíblicas (10-06-2019; 1069)

Un libro de Julio Trebolle

Texturas Trebolle
Escribe Antonio Piñero

Deseo presentar hoy un libro de Julio Trebolle, colega mío de la Universidad Complutense, autor asiduo de la editorial Trotta, que acaba de publicar un libro científico-literario que me ha gustado mucho. Ya lo adelanto. Es sin duda muy interesante este volumen por la sabia mezcla de ciencia-ensayo-literatura-investigación  + divulgación de altura sobre algo que interesa a muchísimos: el fascinante mundo de la Biblia, sobre todo de lo que llamamos el Antiguo Testamento, y que comienza en Mesopotamia en tiempos tan remotos como los de la antigua Sumeria.

La ficha del libro es la siguiente: “Texturas bíblicas del antiguo Oriente al Occidente moderno”, Trotta, Madrid, 521 pp. Precio: en torno a 40 euros. ISBN: 978-84-9879-872-4.

El libro comienza con una sección que se titula “Del Oriente antiguo a la Biblia” y que va desde los mitos y leyendas de Mesopotamia hasta su plasmación en la Biblia hebrea. La sección segunda “La Biblia: literatura, historia religión” tiene al inicio una pregunta/respuesta que a mí mismo me han hecho muchas veces: “¿Cuándo se escribieron los libros de la Biblia?” El recorrido de esta sección va desde principio hasta el final de la Biblia hebrea, que es mucho más tardío de lo que gente cree, ya que el Libro de Daniel, –que se “coló” en el canon de libros sagrados del Antiguo Testamento porque los rabinos no podían ni pensar, allá por el final del siglo I de nuestra era y durante todo el siglo II, que ese libro era un “falso”… se lo atribuye a Daniel, personaje de la corte de Nabucodonosor (siglo VI a. C.) y en realidad está escrito en el tiempo de los Macabeos (hacia el 160 a. C.).

Esta segunda sección aborda otros temas interesantes como la poesía bíblica (por ejemplo, “La mujer el Cantar de los Cantares”), la concepción de Dios en el Antiguo Testamento; el influjo del mundo helénico (desde el siglo III a. C.) en la Biblia hebrea y la identidad judía en el cambio de era.

La sección tercera lleva por título algo también muy sugestivo para el lector: “De la Biblia a la literatura moderna”, donde el autor aborda temas como “Géneros literarios de la Biblia en la literatura contemporánea”; o bien “De la Jezabel bíblica hasta la Salomé de Oscar Wilde; “Biblia y teatro”; “Judas”; “Jesús de Nazaret”.

Por último la sección IV y última, “La Biblia de Oriente a Occidente” tiene también capítulos jugosos como los dedicados a “Atenas versus Jerusalén. La idea de Europa”. La Biblia como un libro también profano y fuente de cultura; las traducciones de la Bilblia y un apartado fascinante sobre “Jerusalén, ciudad santa o capital política”.

En un momento en el que el “ensayo” no está demasiado floreciente en el ámbito de libresco, este volumen me parece de lo más sugestivo que puede ofrecerse. Como el autor está rodeado por una poeta, Susana Pottecher, el influjo de este ámbito es considerable en la redacción de esta obra.

Siento solo que el volumen de Trebolle refleje prácticamente solo la tradición anglosajona en la bibliografía realmente utilizada… se acabó –al parecer– el influjo de lo que se escribe en alemán, italiano y francés. Y no digamos en castellano. También respecto a nuestro autor podría decirse (exagero naturalmente y no me refiero al terreno de la poesía española o el teatro, que se abordan en el libro) que hispanicum est non legitur: “Está escrito en español…., pues no se lee”). Lo malo es que ni se cita. Ni tampoco aunque haya o sean libros interesantes sobre el tema publicados en la misma editorial Trotta, que el autor omite olímpicamente. Me fastidia además, por ejemplo, que el autor –olvidando nuestra tradición hispánica, escriba Enoc (como los ingleses) y no Henoc (por ejemplo, Libro I de Henoc) que es nuestra tradición desde por lo menos el siglo XVI, que transcribe estos nombres a partir del latín y no del inglés. Algo parecido cuando la gente –por influencia de las películas norteamericanas sobre todo– recibe el nombre de Esther o Rut (con hache).  Y dicho en plan de broma, en mi pueblo natal, Chipiona, conocí indirectamente a un sujeto q  se llamaba “Kevin Costner del niño Jesús”.

Seguiré comentando este interesante libro de Trebolle.

Saludos cordiales de Antonio Piñero

http://adaliz-ediciones.com/home/36-el-jesus-que-yo-conozco.html

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