Jerónimo López O. M. Hombre de Dios, guardián de la Biblioteca de Poio (1926-2018)

Falleció el pasado lunes, primero de año, de fallo cardíaco, a los 92 años. Los religiosos de la Merced, y en especial los del Monasterio de Poio, con los feligreses del lugar y de las aldeas vecinas, le recuerdan como hombre de Dios, un santo.

El mundo de la ciencia le despide como a uno de los últimos bibliotecarios clásicos,
de la raza de los grandes eruditos del pasado que, desde hace más de mil años han guardado,cultivado y transmitido en las bibliotecas conventuales de Europa el tesoro del conocimiento antiguo, como don de Dios, como principio de cultura humana.

Los que le hemos conocido y querido sabemos que ha sido un santo, en el mejor sentido de la palabra. Hombre austero y bueno, servicial y comprensivo, siempre a disposición de los demás, en gesto de entrega cercana, desprendida, intensa.

Había nacido en Pajares de la Lampreana, Zamora, en una tierra de honda raigambre cristiana... y entró de adolescente en la Orden de la Merced.
Estudió en su juventud en el Monasterio de Poio (filosofía y teología) después en la Universidad Pontificia de Salamanca. Escribió y publicó varios trabajos sobre la historia y teología de la Orden de la Merced,como En torno al Cuarto Voto Mercedario, Estudios 12 (1956) 361-400, contribuyendo al conocimiento y compromiso de la Merced y de la Iglesia al servicio de la liberación integral de los hombres.

Fue durante muchos años formador de estudiante, dictando clases de lenguas clásicas, de filosofía y teología. Todos los que hemos sido alumnos suyos le hemos querido y le recordamos como hombre bueno, educador por el ejemplo y por la hondura de su testimonio y pensamiento más que por la brillantez de su palabra, un cristiano, un sabio, un hermano.

Ha sido en especial maestro de novicios, siempre al servicio de la nueva visión de la vida religiosa, entendida como testimonio personal del misterio, en fraternidad, más por la cercanía y entrega de la vida que por las grandes obras externas, siguiendo el ejemplo de la Madre de Jesús a quien ha querido y seguido intensamente, por su escucha de la palabra,por la entrega de la vida.


En los últimos treinta años ha sido guardián (director, impulsor) de la Biblioteca de Poio, como verá quien siga leyendo las notas de prensa,
un enamorado de la misión cultural de la vida religiosa y de la Iglesia, como gesto desinteresado de transmisión de la cultura antigua y nueva, literaria y filosófica.

Éste ha sido el testimonio más hondo de los últimos años de su vida: Redimir, animar y potenciar a los hombres y mujeres de las nuevas generaciones a través de la palabra, de la tradición hecha libro, de la sabiduría del pasado.

Todavía hace poco más de un año he ofrecido un pequeño curso en Poio, y el P. Jerónimo volvió a enseñarnos parte de "sus libros", desde la Políglota de Walton (de las pocas que existen en España), a los Megillot hebreos de Ester, desde los tratados clásicos de teología del siglo XVI-XVIII... hasta la obras más importantes de la literatura gallega del siglo XIX y principios del XX.

Así la recuerdo,con su gran sencillez, con su inmensa sabiduría, acompañando a los pobres de las aldeas vecinas con su palabra y ejemplo... y recibiendo, al mismo tiempo, en "su" biblioteca a los mayores autoridades del país. Recuerdo un día del año 1997/1998 (creo); yo estaba de visita y me dijo "ven": ¡Que viene Fraga, con parte del Gobierno de Galicia, y quieren ver la biblioteca! Quería que yo estuviera a su lado para acompañarle en algún tema de textos antiguos de la Biblia o de la teología del barroco.

Sí, vino Fraga y parte del Gobierno. Pasó, mira, preguntó, le explicamos el sentido de una biblioteca con los incunables y manuscritos, con la políglota de Walton, la mejor de todos los tiempos, con los texto de teología y filosofía del barroco...

Fraga prometió toda la ayuda institucional y económica para poner la Biblioteca al servicio de la cultura de todos, y por su parte cumplió, pero después los intereses inmediatos de política dejaron la cultura a un lado, como si una biblioteca como aquella careciera de immportancia.... de forma que (¡durante 30 años!) haya sido casi sólo el P. Jerónimo el que ha mantenido con vida aquel foco de saber e historia, al servicio de estudiosos gallegos, españoles y del mundo entero.

En esa línea, el P. Jerónimo ha sido un "don Quijote" de la cultura clásica, al servicio de la vida verdadera, de la cultura y del saber, que es en el fondo presencia de Dios y fuente de liberación para los hombres.


En unos momentos como éstos, en los un duro anticlericalismo y una incultura generalizada critican a la Iglesia por su pretendida falta se servicio intelectual y de conocimiento, en un momento en que muchos serían capaces de "vender los libros del saber auténtico" por un par de monedas falsas de ligera propaganda al servicio del puro poder inmediato de algunos, es un gozo recordar a hombres como el P. Jerónimo, que lo han entregado todo, gratuitamente, al servicio de la cultura y libertad de todos.

Por él, y por otros como él, mercedarios y clérigos de iglesia, con otros muchos que, sin ser quizá de iglesia, aman la cultura, seguirá habiendo en el futuro bibliotecas como la de Poio, donde se podrá estudiar la sabiduría del pasado, para mantener con más luz el presente, para abrir con más esperanza, el camino del futuro.

Pasarán modas fugaces, partidos políticos atados a unos intereses momentáneos, tipos de conocimiento hueco que resuena sin verdadera vida... Quedará lo que han hecho hombres como el P. Jerónimo, al servicio de la libertad y de la vida, de la cultura y esperanza de los hombres.

Gracias, Jerónimo, por haber estado en el surco, hasta el último día, con tus 92 años. Había pensado pasar por ahí para darte un abrazo y pedirte que me acompañaras una vez más en la biblioteca, para el mes de abril, que tengo un trabajito en Galicia.
Quizá no vaya, sabiendo que no estás... Pero quizá tenga que ir, para descubrir tu presencia enriquecida en esperanza de vida más honda en este mundo y de resurrección ya iniciada, a tu lado.

Diario de Pontevedra: Ha fallecido el P. Jerónimo López.
https://www.diariodepontevedra.es/articulo/comarca-de-pontevedra/poio-despide-padre-jeronimo-custodio-biblioteca-monasterio/201801031334409589

Los ocho frailes de la comunidad mercedaria deberán decidir quién se ocupará del cuidado de los 150.000 volúmenes que hay repartidos en 16 salas del convento




El fallecimiento del padre Jerónimo López significa una doble pérdida para la comunidad religiosa, puesto que, por un lado quedan solo ocho mercedarios habitando el recinto religioso y, por otro, su muerte pone fin a casi 30 años de custodia de la biblioteca, el gran tesoro del monasterio y una de las colecciones privadas más importantes de toda la comunidad autónoma, dotada con más de 150.000 volúmenes de incalculable valor histórico, patrimonial, e incluso económico.

La labor de fray Jerónimo era también un trabajo de valor incalculable, pues conocía todos y cada uno de los ejemplares que este centro alberga en sus 16 salas y sabía de memoria no solo el lugar físico que ocupaba, sino los principales detalles sobre su origen, procedencia, e incluso necesidades de conservación. Autodidacta, traductor de varios textos y conocedor de varios idiomas, incluido el latín y el hebreo, el padre Jerónimo era el engranaje con el que todo ha funcionado durante casi tres décadas en esta biblioteca, que, además de ser una joya documental, es una de las más accesibles, ya que con solo presentar el DNI, es posible solicitar la consulta de sus volúmenes en una sala habilitada para ello. ¿Quién asumirá la labor del padre Jerónimo? El padre superior del convento, Arsenio Rodríguez, no descarta que esta tarea pueda recaer sobre sus hombros, aunque, como él mismo afirma con humildad, "no le llego ni a la suela de los zapatos", a su antecesor.


Reto de futuro: Un centro con menos del 10% de sus volúmenes informatizado


A mano. Así se han realizado las tareas de conservación y custodia de la Biblioteca del Mosteiro de San Xoán de Poio durante años. Solo en la última etapa se han iniciado los trabajos para que todos sus volúmenes figuren en un catálogo digital y esta tarea ingente –que permitió documentar 11.000 obras, es decir, menos del 10% del total de volúmenes– fue parte de la labor asumida por el padre Jerónimo. Tal vez, en comparación con la importancia de sus otros cometidos, la elaboración de 11.000 referencias documentales pase desapercibida, pero el trabajo, del que él mismo habló con Diario de Pontevedra en una entrevista realizada en 2013 por Carlos Fernández, es ingente. Sobre todo, teniendo en cuenta que esta tarea de "meter en el ordenador" los títulos no contó con ayudas públicas o colaboración en la última década

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