Están recibiendo "visitas en sus casas" para que "cambien su versión" Abogados de los 'miguelianos' denuncian "presiones" a testigos por parte de la Iglesia

El abogado de Miguel Rosendo da Silva, líder y fundador de los 'miguelianos', y la abogada de las víctimas de supuestos abusos sexuales, denunciaron ayer amenazas y coacciones a testigos para que no declaren en el juicio.

El letrado Marcos García Montes, que defiende al responsable de la Orden y Mandato de San Miguel Arcángel, explicó que denunciará ante el tribunal "presiones" a los testigos por parte de "algún miembro" de la Iglesia católica.

Antes del inicio de la octava sesión del juicio, que se celebra en la Audiencia de Pontevedra, García Montes indicó que hay personas que están siendo coaccionadas "para que no vengan a declarar", lo que considera que es una situación "gravísima".

La abogada Ana Regueira, por su parte, aseguró son las familias que denunciaron los abusos y las propias víctimas las que reciben "presiones" para no testificar contra el líder de los 'miguelianos'.

La letrada citó expresamente el caso de una persona a la que amenazaron diciéndole que "iba a sufrir males si venía a declarar" y añadió además que muchos testigos están recibiendo "visitas en sus casas" para que "cambien su versión de los hechos" ante la sala que les juzga.

Ya ante el tribunal, ayer declararon testigos propuestos por las defensas de los acusados, que defendieron la actuación de Miguel Rosendo en el seno de la orden, entre ellas su nuera, que negó las supuestas prácticas de exorcismos y de relaciones sexuales.

Una joven consagrada niega haber mantenido relaciones sexuales con Rosendo

Además, la sala también escuchó el testimonio de una joven consagrada de la orden, afín a la organización, que negó haber mantenido relaciones sexuales con el fundador de los Miguelianos, a pesar de que varias personas aseguraron que sí se habrían producido. La mujer desveló que se sometió a una prueba médica que demuestra su virginidad y lamentó que demostrarlo haya resultado ser "bastante indigno".

(RD/EFE)

Miguel Rosendo, en el tribunal

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