No han podido celebrar por primera vez en mas de siglo y medio la función en honor de su patrona Los Caballeros Hospitalarios de Cádiz también denuncian al ecónomo de la diócesis

(Carlos Alarcón, cadena Ser).- Los Caballeros Hospitalarios no han podido celebrar por primera vez en mas de siglo y medio la función en honor de su patrona, la Inmaculada Concepción ha sido el último paso, por ahora, del camino de desencuentro entre la benemérita institución y su consultor eclesiástico, el sacerdote Antonio Diufaín (nombrado por el obispado a propuesta de la propia corporación).

Los Hospitalarios están citados a presentar las alegaciones ante la denuncia presentada en el Obispado por el consultor eclesiástico con el aval de cuatro miembros mas, según Manuel Navarro presidente del Consejo Supremo de esta institución caritativa y asistencial de amplio historial en Cádiz, sobre el consultor eclesiástico "no ha asistido al albergue nuestro para nada, a ninguna entrega de alimentos y ropas y no ha pisado el oratorio desde que lo bendijo el Obispo" añade "de diecisiete reuniones ha acudido a seís y nunca habló de asuntos religioso.......encima nos pone una acusación ante el Sr. Obispo tremenda"

Manuel Navarro "en los anales de esta institución quedará inscrito el nombre del P. Antonio Diufaín Mora como el responsable de que no se haya podido celebrar por primera vez tras 160 años practicando la caridad cristiana el capítulo general de La Inmaculada, los Caballeros Hospitalarios perdonan, como nos perdona nuestro Señor, pero no olvidan". Navarro no cree que el obispado destituya al Consejo según marcan sus estatutos "es tremendo lo de este señor" en relación al sacerdote, que es protagonista de varías polémicas diocesanas.

Sobre la no celebración del Capítulo de la Inmaculada "es una verguenza tremenda, una verguenza ante nuestros hermanos hospitalarios" señala el presidente de los Caballeros Hospitalarios.

En la actualidad la Real y Benemérita institución acoge a 21 personas en el albergue de la calle Benjumeda así como a muchas familias en el reparto de comidas y otras personas por en el reparto de ropas. En la actualidad son una Asociación Privada de Fieles en el seno de la Iglesia, con lo que gozan, según el derecho canónico, de gran autonomía en su gestión.

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