"España tiene tres barreras contra el derecho de toda persona a emigrar" Santiago Agrelo: "¿Por qué COPE dice que defender a los MENA necesita una respuesta contundente?"

Luis Argüello, en Cope
Luis Argüello, en Cope

"¿Es que los obispos están contra la protección de los Menores No Acompañados?"

"Los migrantes han sido condenados a sufrimientos atroces que nadie permitiría se infligiesen a un animal"

"Las mujeres jóvenes son expuestas durante todo el viaje migratorio a todo tipo de violencia y abusos sexuales"

"Los migrantes son una memoria que condiciona mi vida personal, mis homilías, mis cartas y mi relación con las instituciones"

Lleva días en pantalla. En la COPE digital, en el apartado "Lo más visto", lleva días esta entrada: "La contundente respuesta de José Manuel Soto a Dani Rovira tras su defensa de los MENA".

Me pregunto por qué semejante mensaje figura en las entradas de COPE: ¿Es opción de los oyentes? ¿Es opción de los periodistas? ¿Es opción de los obispos? ¿Es que defender a los MENA necesita, según los responsables de la cadena COPE, una respuesta contundente? ¿Es que los obispos están contra la protección de los MENA?

Traigo hoy el mensaje que dejé en la Conferencia Episcopal Española hace unos años:

«Los últimos en llegar: Los emigrantes.
No se trata de los últimos en llegar a la diócesis, sino a mi vida. Estaban allí, a la puerta de casa cuando llegué a Tánger: Cada noche, a las tres-cuatro de la madrugada, llamaban a la puerta del obispo para ‘coger sitio’ en la fila de Cáritas parroquial…

El Señor me ha dado en herencia esa valla natural que es el Estrecho de Gibraltar, y las vallas artificiales de Ceuta y de Melilla: Tres barreras contra la esperanza, tres barreras contra el derecho de toda persona a emigrar, tres barreras contra una humanidad indefensa, inocente –no angélica-, y condenada a sufrimientos atroces que nadie permitiría se infligiesen a un animal.

"Los MENA son una evidencia en todas las fronteras"

"Los MENA son una evidencia en todas las fronteras. A su vez, la mayoría de las mujeres en los caminos de la emigración, son mujeres solas… aunque algunas de ellas son mujeres con hijos. Son mujeres que vienen huyendo de la violencia en su país, en su familia, en su pareja. Las mujeres jóvenes son expuestas durante todo el viaje migratorio a todo tipo de violencia y abusos sexuales. Esta situación no cambia ni se reduce el riesgo una vez que están en Marruecos junto con otros grupos de inmigrantes. Se ven obligadas a padecer abusos y maltrato por el miedo a encontrarse solas. La violencia se agrava al encontrarse la mujer en situación irregular... La situación de bloqueo en la que viven los inmigrantes en Marruecos dada la imposibilidad de continuar su viaje migratorio y la imposibilidad de retornar a su país de origen, les hace vivir una situación de desprotección y abandono con sentimientos de frustración y de desesperanza" (Memoria de la Delegación de Migraciones).

Por gracia de Dios, a mí se me ha encomendado la tarea semanal de aportar alimentos y protección contra el frío a los emigrantes que sobreviven en los bosques de Beliones, en los alrededores de Ceuta. Lo que dejo allí son víveres, mantas, plásticos, calzado; pero Beliones, con sus chicos y sus sufrimientos, precisamente porque quedan donde están, vuelven conmigo a casa, y, son una memoria que condiciona mi vida personal, mis homilías, mis cartas y mi relación con las instituciones.

Los emigrantes son hoy mi Iglesia mártir, mi Iglesia humillada, mi Iglesia perseguida. Y esa Iglesia tiene mucho que ver con la Iglesia en España.

Valla en Ceuta
Valla en Ceuta

No lo necesito yo, lo necesitan los pobres: una Iglesia con capacidad de abrir los ojos de la sociedad para que vea la violencia constante y atroz que, en nombre de la legalidad, en nombre de la seguridad –nunca en nombre de la justicia-, se ejerce contra los emigrantes.

Y en esa tarea de abrir los ojos, entiendo que un papel esencial le corresponde a los medios de comunicación de la Iglesia. Mientras en ellos no sea reconocible de forma inmediata y constante el abrazo de la Iglesia a los crucificados de las fronteras, para los crucificados habrá un consuelo menos, una esperanza menos, una angustia más, una soledad mayor…

Si no encontrásemos otras luces para discernir con quién hemos de estar, nos bastaría el amor a Cristo para saber que se nos ha de encontrar siempre cerca de los pobres y lejos del poder».

Lo dije hace años. Pero es evidente que nadie lo escuchó.

Monseñor Agrelo junto a migrantes africanos
Monseñor Agrelo junto a migrantes africanos

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