Ante las “alarmantes noticias” relacionadas con los proyectos urbanísticos del Obispado Stop Desahucios pide a Munilla que ceda los pisos vacíos de la Iglesia para alquiler social

Stop Desahucios de Guipúzkoa
Stop Desahucios de Guipúzkoa

Cáritas atendió en 2018 a un total de 18.186 personas en el territorio. El número va descendiendo paulatinamente, pero la cronificación de la pobreza está lejos de resolverse, siendo el de la vivienda el principal motivo para llamar a las puertas de Cáritas

El Gobierno Vasco ha solicitado al Obispado de Gipuzkoa que siga el mismo camino tomado por el de Bilbao con la firma de un Convenio con el propio Ejecutivo para ceder sus viviendas vacías al programa Bizigune, destinado a las familias con menos ingresos que están inscritas en Etxebide

Stop Desahucios se suma a esta petición, y la hace extensible al Obispado de Araba

(Noticias de Guipuzcoa).- La agria polémica por los planes del obispo José Ignacio Munilla que, en un contexto de acuciantes necesidades sociales, busca el rendimiento económico de diferentes inmuebles de la Diócesis, no ha pasado desapercibida para Stop Desahucios Gipuzkoa. Esta plataforma solicita al prelado ceder sus viviendas vacías, tal y como ha hecho el obispo de Bilbao tras suscribir un convenio con el Gobierno Vasco para incorporarlas al parque de alquiler social.

En un escrito dirigido a Munilla, le solicita una reunión para exponerle “la dramática situación” que viven miles de familias en el territorio. Necesidades que se conocen de sobra de puertas adentro. Cáritas atendió en 2018 a un total de 18.186 personas. El número va descendiendo paulatinamente, pero la cronificación de la pobreza está lejos de resolverse, siendo el de la vivienda el principal motivo para llamar a las puertas de Cáritas. “Tienen que hacer un gran esfuerzo para acceder a un piso, o mantenerlo. Buena parte de los recursos económicos tienen que ir destinados a él”, según dio cuenta la ONG vinculada a la Iglesia en su memoria anual.

Stop Desahucios suscribe punto por punto la lectura que hace Cáritas sobre la necesidad de ofrecer un techo digno a los más desfavorecidos. El contexto es complejo debido al escaso parque público de vivienda protegida en Gipuzkoa, una reclamación constante de la plataforma ante el Gobierno Vasco y los ayuntamientos, con el fin de que movilicen las viviendas deshabitadas, “comenzando por las de las entidades financieras”.

Stop deshaucios

“Alarmantes noticias”

La petición al obispo de ceder las viviendas vacías de la Iglesia de Gipuzkoa para el alquiler la dio a conocer ayer Stop Desahucios ante las “alarmantes noticias” relacionadas con los proyectos urbanísticos del Obispado.

Es conocido que Munilla ha iniciado la transformación hotelera del patrimonio de la diócesis con dos edificios emblemáticos: la sede de la diócesis, en la calle Zabaleta del barrio de Gros, y el edificio de viviendas, que incluye la librería Idatz, de la calle Urdaneta. La sede de la curia diocesana (el edificio que alberga las dependencias del gobierno de la Iglesia en el territorio) se convertirá en un complejo de 26 apartamentos.

El edificio es el número 5 de la calle Zabaleta del barrio de Gros, un inmueble de siete plantas que acoge los servicios centrales del obispado. Igual suerte va a correr la esquina de la calle Urdaneta frente a Correos. Está previsto también destinarlo a actividades hoteleras susceptibles de convertirse en apartamentos turísticos.

Concentración feligreses

“Deterioro”

Hace ya casi una década que Munilla se presentó “pobre y humilde” en un solemne eucaristía celebrada en el Buen Pastor, en la que tomó posesión del cargo. Frente a la fachada de esta misma catedral, una concentración multitudinaria integrada por sacerdotes, religiosas y laicos denunció el año pasado el “deterioro” que vive la Iglesia guipuzcoana desde que el obispo llegó al territorio.

El enésimo botón de muestra de este creciente malestar es el reciente conflicto en la parroquia de la Sagrada Familia en Amara, donde el sacerdote José Martín Artola se ha visto obligado a dejar el templo debido al “verdadero acoso y derribo” al que ha sido sometido para dejar la puerta abierta a “otros usos” de la parroquia.

Operaciones inmobiliarias que son rechazadas por la feligresía y que también han suscitado la reacción de la Administración. El Gobierno Vasco ha solicitado al Obispado de Gipuzkoa que siga el mismo camino tomado por el de Bilbao con la firma de un Convenio con el propio Ejecutivo para ceder sus viviendas vacías al programa Bizigune, destinado a las familias con menos ingresos que están inscritas en Etxebide.

Stop Desahucios se suma a esta petición, y la hace extensible al Obispado de Araba. La Plataforma considera a la Iglesia como un “gran tenedor” a efectos de vivienda deshabitada. “No podemos permitir que disponga de viviendas vacías con las necesidades que tiene la sociedad, mucho menos que se intente especular con ellas”, sostiene la plataforma. Por coherencia con su propia doctrina, debería tomar otro rumbo “cuando hasta sus propios feligreses le están reprochando esta forma de actuar”, suscribe la plataforma.

El sacerdote José Martín Artola

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