No desacralizará la basílica, que quedará encomendada al Arzobispado de Madrid El Gobierno tramitará por decreto la salida de los benedictinos del Valle de los Caídos

Los monjes del Valle
Los monjes del Valle Agencias

La Vicepresiencia (Carmen Calvo) pretende contar con el aval del cardenal Osoro. Fuentes de la diócesis han confirmado a RD que las relaciones con fluidas, pero que desde la exhumación de Franco no han recibido comunicación alguna en este sentido

La norma prevé un nuevo "marco jurídico" que rija el Valle de los Caídos, suprima la Fundación y permita la salida de los monjes, Santiago Cantera incluido

El Gobierno quiere sacar a los benedictinos de Cuelgamuros, y pretende que sea a través de la reforma de la Ley de Memoria Histórica. Tal y como adelanta en exclusiva eldiario.es, el Ejecutivo ya trabaja en una proposición de ley, elaborada por Vicepresidencia (Carmen Calvo), junto con la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, para derogar todos los decretos que definen el estatus del mausoleo, entre ellos el de 1940 por el que se ordenó su construcción, y el de 1957, que le daba a los benedictinos la custodia del lugar.

La derogación será efectiva desde que, una vez aprobada la nueva normativa, el Gobierno promulgue un real decreto en el que establecer un nuevo "marco jurídico" que rija el Valle de los Caídos, afirma eldiario.es. Con él, se establecería la "institución directora definitiva, sus bienes y cuantas otras relaciones y situaciones jurídicas puedan verse afectadas". Fuentes gubernamentales explican que, a partir de ahí, se establecería una nueva "junta directiva" para el Valle de los Caídos.

No desacralizar el conjunto

Con todo, y como adelantó en su día RD, el Gobierno no pretende desacralizar el lugar, sino llegar a un acuerdo con el Arzobispado de Madrid para designar otros responsables para el culto de la basílica. Fuentes de la diócesis han confirmado a RD que las relaciones con fluidas, pero que desde la exhumación de Franco no han recibido comunicación alguna en este sentido.

La Comisión encargada de definir el futuro del Valle apostó, en 2011, por convertirlo en un memorial de las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura franquista. Entre las líneas que el Gobierno tiene definidas está, por ejemplo, la reubicación de los restos de Primo de Rivera. El fundador de la Falange sí fue un caído en la contienda, por lo que tiene derecho a permanecer en el Valle. Por eso se plantea la posibilidad de que sea reinhumado en una capilla lateral, o en todo caso en una zona no tan preeminente como la actual.

Decreto de Franco que crea el Valle de los Caídos

No está sobre la mesa del actual Consejo de Ministros la desacralización de la basílica de Cuelgamuros, ni mucho menos el desmontaje de la inmensa cruz. Sí se planteará, y mucho más después de la actitud obstruccionista demostrada tanto por el prior Cantera como por el conjunto de la comunidad benedictina, el futuro de su presencia en la abadía. Para ello es preciso replantear a fondo el régimen jurídico de todo el conjunto del Valle, lo que comporta una negociación con la Iglesia.

Un acuerdo franquista de 1957

La existencia de una comunidad de benedictinos en Cuelgamuros se reguló en función de un Decreto-Ley, con fecha de 23 de agosto de 1957 por el que se establece la Fundación de la Santa Cruz del Valle de los Caídos. En uno de sus puntos, se confiaba la custodia de la misma a una congregación religiosa, los benedictinos, procedentes de Silos y de la Abadía francesa de Solesmes.

Los benedictinos
Los benedictinos AGencias

No hay datos exactos de cuántos monjes viven en Cuelgamuros, pero cifras extraoficiales hablan de una veintena. En el artículo quinto del decreto se establecía que la abadía benedictina tendría "carácter independiente" y debería contar "con un mínimo de 20 monjes profesos con el correspondiente Noviciado", algo que en la actualidad, y pese a que en las dos últimas semanas han entrado dos nuevos postulantes, no está claro que esté cumpliéndose.

El cálculo del Ejecutivo es que la nueva norma pueda estar aprobada antes del verano. Si todo va según lo previsto, este será el último invierno de los benedictinos en Cuelgamuros.

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