Religión y cultura (y Fulguraciones)

Que hay hoy una grieta entre la religión y la política secular es obvio. Asistimos a un cierto desencuentro entre la Iglesia o iglesias y la sociedad secular, excepto en aquellas regiones en que la mezcla de religión y secularidad, Iglesia y Estado resulta problemática en su exageración o exacerbación. Por eso propugnamos aquí la dialogía abierta entre religión y secularidad, Iglesia y Estados. Defendemos secularizar la religión, es decir, abrirla a la sociedad, y al mismo tiempo religar la secularidad, es decir, abrirla a lo religioso y su espiritualidad. 

La secularización aporta a la religión su desfundamentalismo, es decir, la crítica a su absolutismo y dogmatismo. Por su parte, la religión aporta a la secularidad su religación a la trascendencia, la apertura al misterio existencial de la vida y la muerte, el amor y el dolor, de lo abyecto y lo sublime. La secularidad es fundamentalmente razón e Ilustración, es decir, democracia, así pues racionalización de lo irracional. A su vez la religión es fundamentalmente sentimiento y sensibilidad, es decir, sentido afectivo. Secularizar la religión no significa por tanto profanarla sino democratizarla civilmente: y religar la secularidad no significa clericalizarla, sino culto y cultura, cultura del alma, abrir el materialismo cotidiano al espíritu o espiritualidad (no espiritista). 

La actual secularidad critica a la religión de viejo clericalismo, pero la religión critica a la nueva secularidad de un nuevo clericato posreligioso con sus clérigos laicos entronizados. La secularidad achaca a las Iglesia(s) cierta momificación apergaminada o (es)clerotizada, la Iglesia achaca al secularismo el presentarse como una religión sustitutiva, al desdivinizar al viejo Dios mas redivinizar los nuevos ídolos de masas como la materia, el dinero y el poder. En la actual situación, la corrupción social de cierta sociedad política y civil encuentra un parangón en la corrupción sexual de cierta sociedad eclesiástica en el tema de la pederastia. Reflexionemos autocríticamente al respecto. 

Podría pensarse que tanto la corrupción social como la sexual emergen especialmente en sectores más bien derechosos que, como el Partido Popular o la Iglesia, proyectan un presunto o presumido perfeccionismo de carácter ordodoxo y purista, que al resultar un ideal imposible acaba imposibilitado y corrupto. El totalitarismo del todo o nada suele acabar en nada, lo mismo que el puritanismo de la pureza en impureza. Creerse un ángel es ser un demonio, el ángel creído es el ángel caído. Así que los presuntos espirituales o espiritualistas suelen caer en la materia y el materialismo, sea social o sexual. Por lo demás, la mayoría que no cae en la corrupción, puede recaer en cierto conformismo burocrático, en un funcionariado de existencia gris: tal sería el caso de cierto funcionariado tanto político como eclesiástico. 

Digamos pues que el peligro de políticos y eclesiásticos está en su idealismo abstracto, el cual puede acabar en realismo sucio o bien gris. Pero la tradición filosófica propone una alternativa al tipo espiritual o idealista y al tipo material o realista. Se trata de un prototipo intermedio e intermediador denominado anímico o psíquico, el cual se caracteriza por un real-idealismo que se reclama del alma y su afectividad interpersonal. El tipo anímico es un tipo diferente, especial, un solitario solidario, interior pero abierto. Políticamente representa el carisma de Gandhi, Martin L.King, N. Mandela o el propio Obama. Eclesiásticamente representa el carisma de Teilhard y Bonhoeffer, del Padre Arrupe o el Padre Ángel entre nosotros. Como he apuntado, no deberían ser utópicos o idealistas, pero tampoco meros materialistas o realistas, sino real-idealistas, con los pies en la tierra (sobre todo los políticos) y con los brazos abiertos al cielo (sobre todo los eclesiásticos). Los auténticos políticos y eclesiásticos pueden ser ciudadanos medios pero no mediocres, mediadores y remediadores de la materia y el espíritu a través del ánimo (civil) y del ánima (religiosa). Y por supuesto políticos y clérigos deberían ser hombre y mujeres, solteros y casados, libres y liberadores: aquí te quiero ver, sobre todo en el tema clerical. 

El tema clerical se las trae hoy en la Iglesia, porque el peligro está en “coger” al clérigo por el viejo ideal monástico de la obediencia, la pobreza y la castidad (el celibato en medio de un mundo tan hedonista). Pero el mejor clérigo debería ser un sacerdote como cura de almas, un mistagogo o iniciador en el misterio trascendental de la existencia, un cultor de la teología de la encarnación. Esta es la clave del cristianismo, la encarnación o humanización del Dios en el mundo y de la divinidad en la humanidad, lo que proyecta un humanismo radical, en el que el hombre es el centro excéntrico del universo. Por cierto, esta teología encarnatoria viene a decir que el amor es tan secular o profano como sagrado o religioso, pues el amor no es solo ligue sino religación o ligación. Si la secularidad afirma que es mejor ser amado que amar, la religión reafirma que es mejor amar que ser amado. Y que la muerte no es la muerte del amor, el cual la trasciende paradójicamente, reflotando e irradiando mistéricamente. Por todo ello la Iglesia debería ser una Fratria común de fratrías abiertas, en las que se concelebra el misterio del amor y el dolor, de la caridad y la fraternidad universal. 

FULGURACIONES 

(Para Salvador Harguindey)

---En las grietas está Dios que acecha (J.L.Borges): un Dios resquebrajado.

---La vida es un desbarajuste: apenas ajustable.

---Antes no sufría pero tampoco era feliz: ahora sufro pero soy feliz.

---El milagro del amor: del buen amor.

---Odiar el pecado y amar al pecador: san Agustín es cristiano.

---Nuestro conocimiento empieza por los sentidos: por el sentido sentimental del mundo.

--No debemos tener miedos, sino miedo al miedo: por eso R.W.Emerson instaba a realizar lo que tememos (supongo que con mucho cuidado).

---El Dios del capitalismo no juega a los dados: solo juega a los datos.

---Según Mahoma la mejor guerra santa es: la conquista de uno mismo.

---Morir o morirse: he aquí la cuestión abierta en canal.

---Dice Schopenhauer que el genio es de una sensibilidad excesiva: de ahí su exceso oscilante entre el gozo y la melancolía, lo sublime y lo subliminal.

---El arte actual es como una mueca de lo real: una mueca surreal.

---Mi cuerpo es secular, mi alma religiosa y mi espíritu ilustrado: con un contrapunto romántico.

---El ser es un deber, decía Goethe: el deber de transer.

---El amor es la simbolización de lo real en su ser: transfigurado.

---Según Unamuno la esperanza procede paradójicamente de la desesperación: por reacción.

---El que se pierde no es un perdido ni un perdedor: el que se pierde se encuentra diferente.

---Para encontrar hay que saber perder: y sobre todo perderse un poco en el laberinto del mundo.

---La democracia es la mayoría representada por una minoría que debería ser cualilitativa: los políticos.

---La salvación es la salvación del mal: por lo tanto el mal está coimplicado.

---El hombre se va haciendo un alma a su propia medida: a través del amor ajeno desmedido.

---Einstein habla de chocar con la razón para avanzar: a través de la intuición y la imaginación.

---Solo la imaginación cambia las cosas: y solo el simbolismo les confiere sentido.

---La ciencia estudia lo real: la filosofía estudia la surrealidad del sentido.

---El sentido cósmico-religioso de Einstein: su sentido del misterio del universo.

---El racionalista estudia el problema del universo, el filósofo su enigma y el místico su misterio.

---El auténtico hombre religioso no pertenece a una religión exclusiva o excluyente: pertenece a la religación universal.

---La auténtica enseñanza es aprendizaje: dialógico.

---Abstraer de lo concreto y concretar desde lo abstracto: el doble movimiento del saber.

---Carl G.Jung preconiza la confrontación interior de los opuestos: y Laotsé prescribe la sabiduría que consiste en seguir dos caminos opuestos al mismo tiempo.

---Nuestro adversario es el dualismo y el adualismo: defendemos la “dualética” o coimplicación de los contrarios.

---El bien limita con el mal: pero el mal limita con el bien.

---Toda experiencia, incluida la mala, resulta buena: por su aprendizaje radical.

---El éxito es el principio del fracaso, dice Chuang Tzu: y la vida es el principio de la muerte.

---Una cierta felicidad básica es fundamental: evitando su defecto pusilánime y su exceso o megalomanía.

---La melancolía como estupefacción ante el universo: principio de la sabiduría.

---La discordia es el padre de todo, según Heráclito: pero la paz es la madre de todo, y la concordia su fratria o hermandad.

---Para el nihilista todo es nada: para el orientalista la nada es el todo.

---En el nacimiento nacemos a esta vida: en la muerte renacemos a la otra vida o a la vida otra.

---Si te conoces a ti mismo se acabó el enemigo, dice Sun Tzu: porque el enemigo lo fabrica el yo egoico o egotista.

---Lo que creemos condiciona lo que hacemos.

---Anaximandro plantea abordar lo indeterminado: que yo traduciría como lo interminado o inacabado: lo por terminar y acabar.

---Cambiamos mucho de viejos: y del todo en el ataúd.

---Mi enfermedad me tiene entretenido: me condiciona pero me ayuda a reaccionar.

---Morir amando: y no odiando.

---El enigma de la Esfinge a Edipo: de viejos y enfermos volvemos a andar a cuatro patas (como en la niñez)

---El mal disuelve toda solución teórica: por eso la respuesta al mal no es teórica sino práctica.

---La filosofía no da sino que quita: lo inesencial.

---En nuestra sociedad ser friolero es ser flojo y poco viril, lunar: ser calorero es ser fuerte y machote, solar.

---La familia como trama y drama: psicosocial.

---La coherencia de un partido está en el bien del país: de sus paisanos.

---El viejo clericato eclesiástico: y el nuevo clericato político.

---Deberíamos erigir la institución del Tontonazgo a nivel nacional e internacional: en Alemania propongo llamarlo “das Tontonentum”.

---La auténtica igualdad consistiría en asumir las diferencias: positivamente.

---No importa tanto equivocarse cuanto revocarse: perdonar, disculpar, olvidarse y proseguir abiertamente.

---La venganza resulta ridícula: bastante se venga la vida con la muerte.

---El trato es latino: el contrato es anglosajón.

---Una propuesta futbolística: propongo llamar al Real Madrid femenino la Real Madrid.

---La insufrible estolidez de aforismos, citas, frases y refranes ridículos: la algarabía de ideas estúpidas e ideales trasnochados.

---El aforismo como detritus mental: la aforística como sumidero verbal.

---(Final) El amor es siempre el símbolo de una ausencia: que trasciende la presencia.

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