Obama, los obispos y la conciencia

El presidente Obama intentó que en todos los planes de salud, los seguros incluyeran métodos anticonceptivos, una medida aconsejada por el Instituto de Medicina para conseguir la mejora de la salud de las mujeres y sus familias, especialmente aquellas con poco poder adquisitivo. Los obispos católicos y la jerarquía de otros grupos religiosos, se opusieron porque la orden atentaba contra la libertad de conciencia al contemplar solo, pequeñas excepciones. La campaña de los detractores tuvo éxito, no sé si convenció al presidente o sus asesores temieron que el voto hispano se pudiese ver afectado con el consiguiente castigo en las próximas elecciones. Las ramas médicas, que lo habían impulsado, lamentaron que el efecto atentara contra la salud de muchas mujeres

Lo más curioso es que el 52% de los católicos está a favor de los métodos anticonceptivos, mientras que el 98% de las mujeres, en edad de concebir, los practican en los Estados Unidos según recientes encuestas. Cifras que serían semejantes, a juzgar por la bajísima tasa de natalidad, en España e Italia.

Cuando yo era joven nos enseñaron que en materia de sexo “no había parvedad de materia” lo que dejaba fuera de juego al sujeto, cuyas intenciones y circunstancias, son las que marcan la maldad de la acción pero era un mal intrínseco con lo que no tenía justificación ninguna, el hecho de cometerlo. Hoy, gracias a Dios, esa postura, ha dejado paso a las decisiones de la conciencia porque la píldora, entre otros efectos, sirve para curar algunas enfermedades, en cuyo caso, el efecto anticonceptivo sería secundario.

La discusión ha tenido mucha cobertura en los medios y ha servido para que algunos teólogos americanos se preguntaran el motivo por el que la libertad de conciencia de los católicos, sólo sale a relucir en los temas sexuales. Parece claro que es más fácil marcar fronteras en este caso pero ¿qué pasa con las guerras injustas? ¿Con las multinacionales que emplean mano de obra infantil o mal pagada? ¿Con los laboratorios que sacan medicinas insuficientemente testadas? Los obispos, al advertir de la libertad de conciencia, están empujando, indirectamente, a los católicos, a que introduzcan estas preguntas en su moral, lo que indudablemente es bueno.

Una encuesta que se hizo a 1400 católicos en EEUU preguntaba sobre quienes debían ser los árbitros finales en algunas materias como, el divorcio, aborto, homosexualidad y anticonceptivos, y el 50 % contestó que cada individuo y no la jerarquía de la Iglesia. Si sumamos los católicos que han decidido no seguir la enseñanza de la Iglesia en estas materias, parece claro que han optado por escoger el camino de su conciencia. Y la pregunta que salta a la vista es ¿están todos en pecado? ¿Tienen la conciencia mal formada? ¿Denotan madurez? No lo sé, pero al tema del control de la natalidad hay que darle otra pensada, han pasado muchos años desde la Humanae Vitae, las circunstancias del mundo han cambiado y, habrá que encontrar, entre todos los que formamos la Iglesia, una solución mejor que la actual, pues algo falla y llama la atención, cuando tanta gente es infiel.
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