El sínodo de la Amazonia no es cuestión de herejías, sino de compasión.

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  1. Gracia: gratitud: gratuidad: agradecimiento y compasión

         El acento de las lecturas de hoy no recae tanto sobre unas curaciones en sí mismas, (1ª lectura: Naamán, sirio con lepra y Evangelio: diez leprosos), sino que el eje central del evangelio es el agradecimiento, la gratitud, la gracia y que Jesús siente compasión.

         ¿Y qué es la gracia?

  • o Hemos recibido una educación según la cual “Vivir en gracia” consistía en “no vivir en pecado”, porque Dios se enfadaba.
  • o Otra variante de la gracia veía la gracia como una especie de energía que Dios nos daba para que nos mantuviéramos firmes ante las tentaciones.
  • o Otra acepción de la gracia era aquellos “puntos casa” que íbamos anotando en unas hojas-fichas que íbamos almacenando cuantitativamente como por unidades: siete rosario, 25 jaculatorias, 12 comuniones espirituales, 30 visitas al santísimo, etc…. Por esos actos religiosos se nos concedían 100 días, uno o diez años de indulgencia, o indulgencia plenaria.[1]

         Pero la gracia no es contabilidad espiritual. Dios no tiene ordenador, ni Excel, ni nada por el estilo.

         La cuestión de la gracia anda rondado la gratitud, la gratuidad y el agradecimiento en la vida. La gracia es la relación gratuita y bondadosa que Dios tiene, quiere tener con nosotros los seres humanos.

Dios paseaba y charlaba todas las tardes con Adán y Eva (la humanidad) por el paraíso. Pero “cuando pasó lo que pasó”, que nadie lo sabe y le llamamos “manzana” o pecado original, Dios decidió acompañarnos siempre en la vida, hizo una alianza de amistad eterna, sellada en la historia por JesuCristo.

         En nuestras relaciones humanas también hay gratuidad y agradecimiento, encuentros y amistad, perdón. Pensemos en la familia, en la comunidad, entre amigos, también entre buenos vecinos, en la iglesia, etc. Esa buena relación es también gracia, alianza y encuentro.

         Lo mejor y más valiosos de la vida es de balde:

  1. ¿Un manual de buena educación?

         Vivir agradecidamente no consiste precisamente en un manual de buenos modales, sino en sentimiento de buen corazón.

         Vivir en gracia es un modo de ser y estar en la vida: un tono vital agradecido y radicalmente (de raíz) gozosos. Todo lo más importante de nuestra existencia lo hemos recibido de balde, gratis (gracia): la vida que nos la regaló Dios y nuestros padres, las relaciones familiares (aún con los cortocircuitos que se suelen producir), la cultura, el idioma, etc. Vivir agradecidos a aquel maestro que nos enseñó y encauzó en la vida, a aquel médico que nos curó y nos enseñó a vivir, a tal psicólogo / psiquiatra que nos orientó en nuestro despertar a la vida, en nuestras crisis. Gracias entre marido y mujer. Gratitud a Dios que es el sentido y horizonte de nuestra vida, gracias a JesuCristo, hermanos liberador, gracias al espíritu (pneuma) que alienta nuestra tendencia al hundimiento y depresión.

         Vivir agradecidamente, en gracia, es como vivir con buen corazón hacia los demás.

  1. Gratitud y bondad: misericordia.

         Todos somos conscientes de que en algunos momentos y situaciones de la vida, surgen conflictos y algún enfrentamiento, porque somos humanos y la vida no siempre es tierra llana.

Pero no es sano vivir en eterna ingratitud, amargura.

Cuando en las relaciones humanas no somos capaces de dar gracias es que algo está enfermo o dañado en nuestro interior.

El cardenal W Kasper escribe en el prólogo de su libro Misericordia,[2] que la misericordia ha caído en el olvido en la teología. Probablemente la bondad y la misericordia, la gratitud se han ido perdiendo por los andamiajes curiales y canónicos de la historia. Pero la gratuidad y la misericordia no necesitan muchas explicaciones ni teologías, son.

Ha comenzado en Roma el sínodo de la Amazonia. Un sínodo que siente compasión para con aquellas gentes indígenas de la Amazonia y pretende, desde la mentalidad de Francisco, ayudar a aquellos pueblos. Sin embargo un gran sector de la jerarquía y del laicado se han enfrentado porque “supuestamente” es una doctrina errónea, y esas actitudes de Francisco contienen herejías.

francisco

Las realidades más hondas y nobles de la vida son de balde, gratuitas, gracia y misericordia.

No se trata de cambiar y volver a unos ritos y doctrinas tridentinas, ni tan siquiera a unas doctrinas más modernas como si la gracia, la compasión estuviesen en los ritos y doctrinas. Se trata de sentir compasión y lástimas, que esa es lo que Dios siente por nosotros y eso es gracia.

  1. Hacia la Eucaristía.

Eucaristía significa buena acción de gracias.

         Un pobre hombre leproso, samaritano, pagano, (extranjero) “para más inri” y por tanto inferior, un samaritano es quien vuelve a dar gracias.

Lo que se opone a la gracia no es tanto el pecado, cuanto la ingratitud.

Vivir es gratis, es gracia. Vivamos en gracia.

[1] Lástima que el esquema sobre las indulgencias, que K Rahner había preparado para que se discutiera en el Concilio Vaticano II, no saliera adelante

[2] W. Kasper, Misericordia. Clave del Evangelio y de la vida cristiana, Santander, Ed Sal Terrae, 2013.

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