Carlos Osoro pide que "no se pongan etiquetas en la Iglesia" Federico Lombardi: "Benedicto XVI está bien, perfectamente lúcido, pero frágil físicamente"

(José M. Vidal).- El Cristo de Rupnik mira complacido desde lo alto del mosaico de la sala capitular de la Almudena a Carlos Osoro y a Federico Lombardi que, a sus pies, presentan el libro 'La oración, fuerza que cambia el mundo' (BAC), en el que se recogen las intervenciones del V congreso de la Fundación Ratzinger, que se celebró el pasado mes de octubre en la Universidad Francisco de Vitoria.

"Ya desde el título del libro se resume lo más importante de la misión del cristiano", señala Don Carlos. Y añade: "Porque los cristianos sabemos que hay una manera de vivir la vida que pueda cambiar nuestra existencia y transformar el mundo".

Para conseguirlo, el arzobispo de Madrid presentó tres claves en forma de miradas: la de María, la del Padre Poveda y la de San Isidro y Santa María de la Cabeza. La Virgen nos enseña a tratar con Dios, Pedro Poveda, "a ser crucifijos vivientes" y el matrimonio de los patronos de Madrid, a convertir nuestras vidas en "signo misericordioso de la fuerza de Dios".

A juicio de monseñor Osoro, la vida del creyente debería consistir en un "mirar y dejarse mirar por Dios". Además, la oración es un poderoso antídoto contra la soledad, "una enfermedad que amenaza a la gente", lanza al que la practica a la misión y activa en el mundo la misericordia de Cristo.

Al final, según el prelado madrileño, de lo que se trata es de "ser testigos de Cristo sin miedos y sin poner etiquetas en la Iglesia". Porque, "la oración nos envía al mundo vestidos de la misericordia de Dios".

Tras las intervenciones del editor del libro, Carlos Granados, y del provincial carmelita, Miguel Márquez, cerró la sesión el ex portavoz de la Santa Sede y actual presidente de la Fundación Ratzinger, padre Federico Lombardi.

El jesuita comenzó glosando el libro y ofreciendo, para resumirlo, tres pistas: la ratzingeriana, la teresiana y la transformadora. Del Papa emérito dijo que "la oración ocupa un lugar fundamental en su vida", tanto a nivel personal como intelectual, porque, para él, "es la llave para entender a Jesús"

Esa unión entre oración y vida "sale ahora a la luz de una forma más clara en la última etapa de su vida, que discurre en un clima de plegaria casi monástica a la espera de que Dios le llame a su seno", según Lombardi.

En cuanto a la perspectiva teresiana, el padre Lombardi asegura que "los horizontes de la oración en la Iglesia son teresianos" y pasan por el amor en acto. Porque, como decía San Ignacio, "el amor está más en las obras que en las palabras".

Lombardi señaló también que el pensamiento de Ratzinger puede ayudar con su "visión humanística" a "profundizar en el diálogo con las situaciones de la cultura de hoy". Y añadía: "Su pensamiento ayuda en un sentido profundo, de una visión del humanismo en nuestro tiempo, en el cual los valores espirituales sean reconocidos y estén profundamente en diálogo con las situaciones de la cultura de hoy".

El jesuita aseguró que el Papa emérito se encuentra "bien, perfectamente lúcido", con "su mente y su pensamiento absolutamente vivaz", aunque también reconocía que va a cumplir 90 años en abril y esto conlleva "una fragilidad física".

Por último, el Rector de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV), Daniel Sada, presentó la 'I Edición de los Premios Razón Abierta', convocados por la UFV en colaboración con la Fundación Vaticana Joseph Ratzinger.

Los Premios Razón Abierta quieren reconocer e impulsar la investigación científica y la innovación docente "que, desde el diálogo transdisciplinar, hace suya la propuesta de Benedicto XVI de ensanchar los horizontes de la razón".

Pueden aspirar a estos premios profesores e investigadores universitarios, a título individual o como grupo de trabajo. Los interesados deben presentar sus trabajos entre el 1 de octubre de 2016 y el 28 de febrero de 2017. El día 31 de mayo de 2017 se darán a conocer los premiados de esta primera edición.

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