40 Días por el Río, un itinerario espiritual en preparación al Sínodo para la Amazonía 14ª Día: lo marginal se torna germinal para ayudar a toda la Iglesia

40 dias por el rio
40 dias por el rio

Nos trae un llamado a responder contundentemente al grito de los pueblos y al grito de la Tierra en la Amazonía. El Papa ha dicho que la cobardía en el cuidado de la casa común debe ser considerado un pecado.

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Petición Permanente por el Sínodo Amazónico al Inicio de Cada Día 

Que el Dios de la vida y la belleza, el Espíritu Santo que nos impulsa hacia más fraternidad, unidad y dignidad, y el Cristo encarnado de la Buena Nueva, y de la inculturación y la interculturalidad nos den la serenidad, el discernimiento y la valentía para encontrar los nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral en este Sínodo Amazónico. Todo ello para el bien y la vida de sus pueblos y comunidades, y para caminar más juntos por el Reino”.

Meditar por unos momentos esta petición inicial, buscar la calma interior para entrar en este momento de navegar por las aguas de la Amazonía y de la vida de la Iglesia al servicio de sus pueblos y comunidades, y para escuchar el llamado de Dios a través de su palabra viva.

Lectura del día (cada uno y cada uno es invitado a profundizar en la lectura completa según su propia necesidad y criterio)

“Un sábado, entró Jesús en la sinagoga y se puso a enseñar. Había allí un hombre que tenía atrofiada la mano derecha. Los maestros de la ley y los fariseos, que estaban buscando un motivo para acusar a Jesús, se pusieron al acecho a ver si lo curaba, a pesar de ser sábado. Jesús, que sabía lo que estaban pensando, dijo al hombre de la mano atrofiada: Pont    e de pie ahí en medio. Él se levantó y se puso en medio.  Entonces Jesús dijo a los otros: Voy a hacerles una pregunta: ¿Está permitido en sábado hacer el bien o hacer el mal? ¿Salvar una vida o dejarla perder? Y, mirándolos a todos, dijo al hombre: Extiende tu mano. Él la extendió, y la mano recuperó el movimiento. Ellos, sin embargo, llenos de furor, se preguntaban unos a otros qué podrían hacer contra Jesús.Lucas 6, 6-11

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Reflexión desde la perspectiva del Sínodo Amazónico

En este Sínodo Amazónico debemos reconocer este gesto contundente de Jesús, y en realidad no es el de desafiar el sábado como regla existente que ha de estar al servicio de la vida de la persona y no lo contrario, sino el gesto mayor de optar desde el amor por el otro, por su dignidad, y reconocerlo por encima de todo. Lo llamó (a ese otro vulnerable) al centro, y su gesto es determinante: no sólo se dispone a ayudarlo, sino que lo pone en el centro para darle su lugar como verdadero hijo de Dios. Lo mismo sucede con nuestra Amazonía y sus pueblos originarios y comunidades, quienes han pasado de ser los últimos a ser los primeros. El sujeto prioritario del Sínodo, este territorio y sus comunidades, abre una puerta nueva para traer luces desde lo marginal, que se torna en germinal para ayudar a toda la Iglesia. Pero sobre todo nos trae un llamado a responder contundentemente al grito de los pueblos y al grito de la Tierra en la Amazonía. El Papa ha dicho que la cobardía en el cuidado de la casa común debe ser considerado un pecado

Contemplación

Contemplemos la imagen de este día y dediquemos un momento a reconocer nuestra propia vida y experiencia en la Iglesia y al servicio de la Amazonía para pedir luz en esta palabra de Dios en preparación del Sínodo. Escribir mis peticiones particulares y permanecer en ellas durante este día. Hacemos una invitación a llevar un registro de todo lo que el Espíritu suscite en nosotros como preparación interior para el Sínodo Amazónico.

Día 14

Cita para meditación de cierre

Hace falta entonces una conversión ecológica, que implica dejar brotar todas las consecuencias de su encuentro con Jesucristo en las relaciones con el mundo que los rodea. Vivir la vocación de ser protectores de la obra de Dios es parte esencial de una existencia virtuosa, no consiste en algo opcional ni en un aspecto secundario de la experiencia cristiana. Laudato Si, 217.

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