Los jóvenes iraquíes no saben lo que es la paz

KARADDA f
Por más que muchas naciones se opusieron a la guerra de Iraq, el terceto de la Cumbre de las Azores determinó que había que combatir a Saddam Husein porque ocultaba armas de destrucción masiva que no se hallaron. No es que este presidente fuera un santo, ni mucho menos, pero el desastre que se introdujo en este desdichado país hace muchos años que dura y no tiene, al menos de momento, aires de mejorar. Los jóvenes iraquíes no saben que es la paz.

Una población puesta bajo presión, sin estar formada para la democracia y con dominio de un ambiente tribal, difícilmente podrá de la noche a la mañana tener gente preparada para gobernar y los que han gobernado después que la guerra terminó, son personas que no han procurado el bien de la población. Se alegaba que Saddam era un tirano que aniquiló poblaciones enteras, y es cierto, pero me pregunto, ¿cuánta gente ha muerto por ataques terroristas una vez terminada la guerra si se puede decir que ésta ha terminado?

En el último atentado perpetrado en Bagdad el 3 de julio, cuando muchas familias llenaban al atardecer las tiendas y las cafeterías al terminar el ayuno del Ramadán, un coche bomba trufado de explosivos estalló provocando al menos 292 muertos y más de 200 heridos. Entre los muertos se encuentra un alumno de nuestra escuela de Karrada.

Los americanos no vigilaron quien entraba en el país una vez derribado Saddam Husein. Dejaron entrar todo tipo de demonios (terroristas) y ahora es difícil expulsarlos. El caos producido puede haber contribuido a la formación del Estado Islámico.

Admiro el coraje de nuestras hermanas Dominicas de la Presentación, iraquíes, que día tras día intentan por todos los medios consolar tanto dolor y sostener la esperanza de este pueblo.Texto: Hna. María Nuria Gaza.
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