El cardenal de Lyon, juzgado por encubrimiento de abusos en Francia Barbarin, ante el juez: "Hice lo que Roma me pidió, que evitase un escándalo público"

(J. Bastante/Agencias).- "Nunca traté de ocultar esos hechos horribles, aunque reconozco que no siempre supe utilizar las mejores expresiones". Con una breve declaración, el cardenal Barbarin se presentó ante el tribunal penal de Lyon, acusado -junto a otras cinco personas- de encubrir casos de abusos sexuales.

"Hice lo que Roma me pidió que hiciese. Me pidieron que evitase un escándalo público y actué acorde", ha dicho durante el juicio, según distintas fuentes.

Un juicio que arrancó con un duro alegato de la defensa, que criticó el "show" de los demandantes que, en su opinón, quieren denunciar "la omertà" de la Iglesia contra los abusos. Barbarin afronta cinco años de cárcel por no denunciar los abusos del sacerdote pederasta Bernard Preynat.

"Este juicio es un juicio de exhibición. Hay más periodistas que público en la sala", señaló Xavier Vahramian, abogado de Régine Maire, uno de los encausados. Hay que recordar que el tribunal reclamó la presencia, en calidad de testigo, del cardenal español Luis Ladaria, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, a lo que se negó la Santa Sede apelando a la "inmunidad" del responsable vaticano.


Barbarin llegó a la sala del tribunal perseguido por una nube de cámaras. Vestido con una chaqueta oscura, suéter gris y alzacuellos, el cardenal se sentó en el banquillo de los acusados con las manos unidas, en actitud de oración, antes de que diera comienzo la sesión, que preveía interrogarle esta tarde.

"Para nosotros es un logro que las personas que han sido incriminadas tengan que responder ante la justicia en relación con estos hechos. Es muy importante. Y esperamos que se tenga en cuenta para casos futuros, con la esperanza de que la gente cambie realmente su visión de la pedofilia, no solo en la Iglesia, sino en todas las instituciones", señaló Pierre-Emmanuel Germain-Thill, una de las víctimas de Preynat.

El cura Bernard Preynat cometió agresiones sexuales a niños "boys scouts" durante dos décadas, hechos que él mismo reconoció en 2014. Las primeras demandas formales tuvieron lugar en 2015 y dieron lugar a la asociación "La palabra liberada" (La parole libérée), que sirvió de plataforma para dar a conocer el caso y para profundizar en la investigación.


A partir de ella se realizó un listado con más de 70 presuntas víctimas, que denuncian que la Iglesia guardó silencio a pesar de conocer los hechos. Además de Barbarin, se enfrentan ante la justicia otros eclesiásticos, como el actual arzobispo de Auch, Maurice Gardès, y el obispo de Nevers, Thierry Brac de la Perrière.

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