Supondría la desaparición de la iglesia clandestina fiel a Roma Cardenal Joseph Zen: El acuerdo con el Vaticano supondría "una traición" a los fieles chinos

El cardenal Joseph Zen, arzobispo emérito de Hong Kong, advirtió hoy de que el histórico acuerdo firmado el sábado entre el Vaticano y China podría provocar la eliminación de la llamada iglesia clandestina en el país asiático, lo que supondría "una traición" a los fieles chinos.

"El Gobierno chino acabará eliminando a la iglesia clandestina -la que es fiel al Vaticano- con la ayuda de la Santa Sede", dijo Zen, conocido por su oposición a cualquier acuerdo entre la Iglesia Católica y las autoridades chinas, ante un grupo de periodistas.

En referencia al histórico encuentro que ambas partes mantuvieron hace cuatro días, Zen, que es además el clérigo católico más antiguo en China, señaló que todas aquellas personas "contentas" con el acuerdo "están del lado del gobierno y no del de la iglesia".

"Me temo que en la parte 'clandestina' la mayoría de las personas estarán muy tristes y preocupadas", agregó.

Unos 12 millones de católicos en China están divididos entre una afiliación estatal cuyo clero es elegido por el gobierno, dado que el Partido Comunista Chino es oficialmente ateo y los grupos religiosos están estrechamente controlados por el estado, y una iglesia no oficial, o clandestina, en el territorio que jura fidelidad al Papa.

"Existe preocupación y tristeza en la iglesia clandestina y teme ser traicionada con este acuerdo", subrayó Zen, aludiendo a comentarios que le habrían llegado desde China.

China y el Vaticano rompieron relaciones diplomáticas en 1951 y desde entonces han mantenido desacuerdos sobre la designación de obispos.

El acuerdo alcanzado el pasado sábado 22 de septiembre incluye el reconocimiento histórico por parte del papa Francisco de siete obispos vivos y uno fallecido nombrados por China que hasta ahora no eran admitidos "de forma oficial" por la Santa Sede.

"Estas personas (los obispos nombrados por China) han desafiado la autoridad del Papa, ¿cómo pueden estas personas pedir perdón ahora y ser nombrados obispos?", se preguntó Zen.

También mostró su sospecha de que todo el proceso ha estado guiado "bajo el control del Gobierno chino" desde un principio.

"No pueden hacer buenas elecciones, el Gobierno solo elige a personas en las que puede confiar, pero no entiende qué es un obispo, qué es un buen obispo", dijo con contundencia el cardenal.

El cardenal de la antigua colonia británica recordó además que es el Papa quien tiene que nombrar obispos, un apunte que llega un día después de que el Papa Francisco dijera que él tendría la última palabra en la elección de los candidatos.

RD/Agencias

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