En Bolivia no baja la pobreza y crecen las otras pobrezas

Nicolás Castellanos
Nicolás Castellanos

Barrida general de la corrupción, es el cáncer que corroe todas las instituciones públicas y es un delito de lesa humanidad contra los pobres, que en Bolivia alcanza el 70%. Y al mismo tiempo es una vergüenza nacional.

Cepal nos alerta, nos advierte y alza la voz de alarma: En Bolivia es donde menos baja la pobreza.

Así lo verificamos y constatamos los que vivimos en las periferias de Santa Cruz de la Sierra en el Plan 3000. Después de 27 años en Bolivia, luchando por reducir las fronteras de la pobreza y elevar la autoestima de los bolivianos, tenemos que reconocer que el 30% de ricos, cada día son más ricos y el 60% de pobres, cada día más pobres.

Según la Comisión Económica para América Latina (Cepal), Bolivia es el país que menos redujo la pobreza moderada en la región, apenas el 0,1 entre 2016 y 2017. Y la extrema pobreza solo el 0,3 puntos. No parece razonable que el país con el mayor reservorio de Litio, tenga un 35% que padece la pobreza y que siga existiendo pobreza extrema, viviendo la indigencia o en situación de calle. Según los cálculos de Cepal, Bolivia tiene 11,3 Millones de habitantes, de los cuales 3,9 Millones son pobres, un 35%.

Un tercio de los bolivianos son pobres

En 2015 Cepal estimaba que la pobreza extrema se situaba en un 14,7%. En el 2016 subió a un 16,7%. Y en el 2017 bajó un poquito, al 16,4%. Nos alejamos de los otros países de la región que están entre el 5% y el 10% de pobreza extrema.

El Informe de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) señala en el 2018 que Bolivia lidera el ranking de hambre en América Latina con un 19% de población subalimentada.

En cambio, las otras pobrezas, crecen cada día. Estamos asediados por los feminicidios. Cerramos el 2018 con 236 feminicidios. Los infanticidios siguen en aumento: Niños abrasados en su propio hogar o quemados en un hospital. La violencia sexual se dispara. Poco se habla de esa lacra social que es la trata de personas y que tiene montado un gran comercio. Bolivia tiene el triste record de unos 400 accidentes por cada 100.000 habitantes. Es uno de los más altos de América Latina. No olvidemos las 17 víctimas, los desaparecidos y numerosos heridos en el deslizamiento de tierras en Caranavi.

La situación tiene remedio

Esta situación dramática, cruel, trágica, inhumana, puede cambiar. Tiene remedio, se trata de aplicar a nivel político, civil, empresarial, eclesial tres remedios:

Barrida general de la corrupción, es el cáncer que corroe todas las instituciones públicas y es un delito de lesa humanidad contra los pobres, que en Bolivia alcanza el 70%. Y al mismo tiempo es una vergüenza nacional.

Una voluntad política de invertir todos los recursos en carreteras, educación y salud.

Superar la desigualdad social, somos el país de América Latina de mayor desigualdad social.

En definitiva, tiene que cambiar la política y la educación y tiene que desaparecer la corrupción en los que gobiernan y tiene que crecer la responsabilidad social de las empresas, de ese 30% rico, riquísimo de bolivianos, de la Iglesia y de las iglesias y de la sociedad civil.

Otra Bolivia es posible y factible.

Nicolás Castellanos Franco osa

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