Pequeño Comercio Gaspar: “El pequeño comercio da vida a la calle”

Gaspar: “El pequeño comercio da vida a la calle”
Gaspar: “El pequeño comercio da vida a la calle” Pablo GH

La copistería Garoa cumple 25 años en Zaramaga

Hijo de emigrantes venidos desde Palencia, Gaspar Onecha lleva la sangre emprendedora de sus padres, y tras 25 años al frente de su negocio piensa que le quedan años para crecer y reinventarse en su trabajo. El valor y el sacrificio que exige un negocio propio lo vivió desde pequeño ayudando a sus padres: “muchos días yo acudía a las 6 de la mañana con mi madre a la panadería y le ayudaba hasta la hora de  ir al colegio.”

Con 28 años vió la oportunidad de montar su propio negocio y, con la ayuda de sus padres, cogió un local en Zaramaga y abrió un servicio que aún no existía en el barrio, una tienda de fotocopias. “posiblemente en aquellos primeros años hice más fotocopias que ahora. La fotocopia era un material de trabajo para el estudio y para otras actividades”. El sistema de trabajo era mucho más artesanal: “cada fotocopia era única porque dependía de la pasada de la luz, y cualquier alteración de la lámpara ya variaba la calidad de la copia. Hoy, el sistema digital permite hacer una sola pasada de lectura y luego todas las copias son exactas. Por otro lado se trabajaba mucho haciendo montajes, collages. Hoy las composiciones se hacen en un ordenador y se envía directamente.”

Además del millón de fotocopias que puede llegar a hacer al año, su padre, con buen ojo empresarial, le animó a tener material de papelería. Inicialmente hizo una pequeña inversión en cuadernos, bolis, lápices y poco más. Pero con el tiempo ha ido adaptando y ampliando su surtido de productos de papelería para ofrecer a su clientela. Ahora quiere dar una vuelta a su negocio y está pensando en abrirse a otros campos, compatibles con la copistería, y con la papelería. Aún no lo tiene decidido, pero piensa reinventarse a lo largo de este 25 aniversario. Tampoco sabe si hará alguna fiesta en un día señalado, de momento, y como detalle para su clientela ofrece un 25% de descuento en el material de papelería. 

Cuando  se crea Garoa, que por cierto nombre que nace de jugar con su nombre y apellido, Zaramaga no cuenta aún con el centro Comercial del Boulevard. Las tiendas de Abac, y sobre todo Eroski, han sido su competencia. “he llegado a poner precios más ajustados que Eroski, sabiendo que el  margen de beneficio sería mínimo, pero con ello lograba garantizar la fidelidad de la clientela”. La crisis también también le afectó, pero, en su caso fue una oportunidad para replantearse la gestión del negocio y seguir adelante. 

El pequeño comercio del barrio de Zaramaga ha tenido que convivir y reinventarse con las grandes superficies, pero Gaspar cree que el pequeño comercio tiene un valor añadido que las grandes superficies no pueden dar: “el pequeño comercio da vida a la calle. Sin duda es muy importante la cercanía con la gente del barrio, con los años conoces a muchos de tus clientes del barrio. Pero el pequeño comercio es el que da vida a la calle, la gente va de la panadería al mercado, del estanco al bar, y de la copistería a la farmacia. La calle tiene vida cuando las personas van de un local a otro.”

Garoa ha sido también una atalaya privilegiada para ver pasar a varias generaciones. Así Gaspar hace este análisis sociológico de las generaciones de ayer y hoy: “tengo la sensación de que muchos de los estudiantes que venían hace 25 años eran personas con aspiraciones laborales de futuro. Hoy es muy evidente como se definen dos grupos, los que tienen aspiraciones laborales y los que no ven más allá de mañana, no tiene ilusión de futuro laboral. Otro dato es el aumento de mujeres en el ámbito de la formación y el estudio.”

Gaspar Onecha es consciente de que le queda aún mucha vida laboral, por eso se plantea este 25 aniversario no como una mirada al pasado sino al futuro, un futuro en el que Garoa seguirá ofreciendo fotocopias, material escolar y de oficina y, en un futuro cercano, quizá algo más. 

Non solum sed etiam

Ciertamente esta noticia no es una noticia propiamente de Iglesia, ni de cuestiones socio-religiosas, que es el ámbito en el que normalmente  me muevo. Pero si puedo defenderla en mi blog, primero porque es mi blog, y segundo porque también tiene algo de evangélico eso de alegrarse con el que ríe, y apoyar al pequeño (comerciante en este caso). Garoa es una tienda de mi barrio, Zaramaga. Un barrio que las búsquedas en internet lo vinculan a una historia de barrio obrero, a un espacio para el arte urbano, a un crecimiento y modernización de la ciudad con su centro comercial, … y también hay que añadir a una historia de supervivencia del pequeño comercio que se ha reinventado, que ha luchado por mantenerse, que ha visto caer algunos comercios en este camino, pero que también está viendo el resurgir de nuevos emprendedores. Por eso me ha parecido importante hablar de los 25 años de Garoa. 

Hace poco me llegó un video por wassap que defendía el consumo en los comercios del barrio porque con ello “ganamos todos”. 

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