El pasado viernes 16 de diciembre los obispos de las Diócesis Vascas ofrecieron una nota en la que se anunciaba la decisión de llevar a cabo una acción conjunta “de oración por la paz y la reconciliación”. La nota integra dice así:

Los obispos de Bilbao, San Sebastián y Vitoria han mantenido en la mañana de hoy una reunión en Vitoria Gazteiz, en la que se han tomado los siguientes acuerdos:
1. Invitar a la comunidad cristiana y a las familias a celebrar la Navidad con un estilo evangélico marcado por la austeridad y la solidaridad, recordando especialmente a quienes más duramente sufren las consecuencias de la crisis.
2. Ante la Jornada Mundial de la Paz, 1 de enero de 2012, reforzar nuestro compromiso por la reconciliación en nuestra tierra.
3. Preparar unas orientaciones prácticas, así como ofrecer materiales a nuestras parroquias, comunidades e instituciones diocesanas para la reflexión, la oración y el compromiso sobre la crisis y la reconciliación.
4. Convocar a las comunidades cristianas a un encuentro de oración por la paz y la reconciliación, que tendrá lugar simultáneamente en las tres diócesis el 25 de febrero, primer sábado de Cuaresma. Más adelante se ofrecerá una información detallada acerca de este acto.

Vitoria Gasteiz, 16 de diciembre de 2011
Non solum sed etiam.

Creo que podemos decir que el “espíritu de Armentia”, por llamarlo de algún modo, se retoma en la Iglesia en el País Vasco tras el nuevo escenario creado tras el anuncio del cese de la violencia armada por parte de ETA. Y la Iglesia, la que con mejor y peor acierto, pero siempre ha estado ahí, reaparece con un acto que invita a la acción en comun-unión.

Según parece los pormenores de esa Jornada del 25 de febrero están aún sin definir . No obstante los planteamientos no serán diferentes de aquellos que inspiraron la jornada del 13 de enero de 2001 en Armentia. Por servir hasta el lema podría repetirse, “Entre todos PAZ para todos/ Guztion artean BAKEA Guztion alde”.

Más diría, el uso del mismo lema daría también una imagen plástica de continuidad, de comunión, de identidad, de reflejo de una Iglesia que permanece, que es, independientemente de quien o quienes estén al frente de la misma.

Pero bueno, esto es solo una posible idea.
Lo fundamental es que detras del lema que presida esta jornada el mensaje que se transmita también sea este. Porque en el tema de la PAZ, ayer, hoy y siempre estaremos en COMUNIÓN, en COMUN -UNIÓN