octubre misionero José Mª Calderón: “Diez mil jóvenes dan parte de su tiempo a las misiones cada año”

José Mª Calderón: “Diez mil jóvenes dan parte de su tiempo a las misiones cada año”
José Mª Calderón: “Diez mil jóvenes dan parte de su tiempo a las misiones cada año” VLG

El director de OMP opina que el secularismo afecta también a las diócesis con tradición misionera

Representantes de diversas ordenes religiosas, misioneros y autoridades civiles y militares se hicieron presentes en el acto

Apertura exposición octubre Misionero Vitoria

La inauguración de la exposición “100 años de compromiso misionero”, organizada por la Delegación de Misiones de la Diócesis de Vitoria contó con la presencia y el respaldo del Delegado Nacional de Obras Misionales Pontificias (O.M.P.), D. José María Calderón. 

Este madrileño, que presume de sus raíces navarras, fue nombrado al frente de la institución misionera en enero de este año, aunque su vinculación al mundo misionero se remonta a 2007, cuando fue nombrado director de OMP de Madrid.

Aprovechando su paso por Vitoria, llegado desde Ávila donde había participado también en la apertura del mes misionero propuesto por Francisco, mantuvimos la siguiente entrevista.

Ahora que por su cargo le toca recorrer España, ¿se nota en algo las diócesis que han tenido un pasado misionero relevante, como pueda ser nuestro caso, el de las diócesis vascas?

La secularización de la sociedad afecta por igual a todas las diócesis, independientemente de su pasado misionero más o menos relevante. El pragmatismo y el materialismo también está presente en las diócesis vascas y en Navarra, que ciertamente han sobresalido en el tema de vocaciones misioneras. Hubo un tiempo en el que a cualquier lugar del mundo que fueras podías encontrarte con una monjita, un fraile o un sacerdote misioneros salidos de estas tierras. No obstante Navarra sigue siendo la diócesis con más misioneros de España, cerca de 800.

Presumimos de un pasado misionero, pero también hoy se reconoce que somos tierra de misión. ¿Diría usted que eso es así?

Lo primero: somos misioneros, el lema de este mes nos lo recuerda: “Bautizados y enviados”. Todo bautizado está llamado a ser misionero. Eso como primera afirmación que tenemos que tener clara. Ahora bien, tenemos que tener conciencia también de que España es, ha sido y seguirá siendo tierra de misión, porque siempre necesitaremos revitalizar el corazón de la Iglesia, de la gente. Pero eso tampoco puede hacernos olvidar que hay millones de personas que hoy no conocen el Nombre del Señor. Que no han oído hablar de Jesús. Ya nos lo dice el Papa Francisco, hay que salir de nosotros, hay que ir a las periferias. Y esa labor se puede desarrollar en las parroquias y los barrios de Vitoria o cualquier lugar del mundo si te sientes llamado por Dios y la Iglesia. 

Estibaliz muestra la exposición al Director Nacional de OMP

En la intervención de Monseñor Elizalde con motivo de la apertura de la exposición ha dicho que la labor misionera es la cara más atrayente de la Iglesia para los jóvenes.

Comparto esa idea plenamente. Pero eso lo sabemos todos. Pero es que es atrayente incluso para las personas que no tienen fe. Tenemos la experiencia de cómo el testimonio de un misionero lo escuchan personas creyentes y no creyentes. Se quitan el sombrero y escuchan. ¿Por qué? pues porque saben apreciar el valor que tiene la entrega de esta gente. Y otro dato es la cantidad de jóvenes que cada verano marchan a colaborar con las misiones, cerca de diez mil jóvenes entregan una parte de su tiempo en verano a las misiones. Los jóvenes tienen ese deseo de entregarse, de hacer cosas por los demás, ese espíritu lo tienen. Luego resulta difícil mantener la perseverancia y sobre todo el paso a un compromiso a largo plazo o de por vida. ¡Ojalá! los que tenemos la misión de hablar a los jóvenes lo hagamos con alegría. Ya nos previene Francisco, a veces somos aburridos, tristes y agoreros anunciando las cosas de Dios.

¿Cómo diría usted que tenemos que convivir con aquellos a quienes la fe en Jesucristo no les sirve?

La fe no se impone, se propone. Yo no quiero imponer mi fe a nadie. Pero tampoco puedo dejar de proponerlo. Esa idea, que la expresó San Juan Pablo II el Pap Francisco la ha retomado, la ha reformulado, la evangelización no es proselitismo, proselitismo es algo que se vende y nosotros no vendemos nada,  damos vida con el convencimiento de que Jesucristo es el que cura el corazón y el alma de cualquier persona, da igual su raza, su lengua, su cultura. 

Este mes misionero coincide también con el Sínodo de la Amazonía. 

Sí, y es una oportunidad para hablar del Evangelio y de la evangelización entre unas gente s que están abandonadas del mundo, y allí también tenemos que ir con el Evangelio dando respuestas a sus problemas.

Non solum sed etiam

Acto de apertura de la Exposición misionera 100 años de compromiso misionero

El acto de inauguración de la exposición estuvo presidido por el obispo de Vitoria, monseñor Elizalde quien, además de hacer un repaso de todas las órdenes religiosas, grupos y movimientos eclesiales que están presentes de alguna manera en la exposición, agradeció el trabajo de la Delegación Diocesana de Misiones con Estíbaliz Vea Murguia y Fran Izquierdo al frente, del resto de personas que han colaborado en la puesta en marcha de la exposición y del cátering para la ocasión que salía de las cocinas de Egibide. También hizo referencia a la cesión altruista de los locales que albergan la exposición. 

El obispo de Vitoria  dijo que “la misión, por sus consecuencias, trasciende lo religioso. “Yo soy una misión en esta tierra, y para eso estoy en este mundo” Esta frase del Papa Francisco en la encíclica “La Alegría del Evangelio” le sirvió de base a Elizalde para su exposición. “Es bueno que este mes misionero nos recuerde para qué estamos en esta vida. Qué bendición soy yo para los demás” añadió. 

  1. Juan Carlos señaló que “la misión nace de una entrega incondicional que promociona humana y espiritualmente al ser humano”. Recordó su reciente viaje a Ecuador donde ha podido comprobar de primera mano esa entrega de los misioneros vascos. 
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