Pastoral Vocacional Marimar, religiosa: “por coherencia compartimos nuestra felicidad y nuestro proyecto de vida”

Jóvenes que no necesitan de Dios, para un Dios que necesita de los jóvenes.

Este domingo, 19 de mayo, se celebró la segunda edición del Encuentro Joven vocacional organizado en la Diócesis de Vitoria. El Colegio de Marianistas acogió al casi centenar de jóvenes que acudieron a participar en la tradicional “paellada” con la que se inicia la jornada y, posteriormente, en los diversos talleres vocacionales. Tras la comida, y de forma rotatoria, los jóvenes pudieron conocer las diversas propuestas vocacionales que se viven en la Iglesia. A través de una experiencia dinámica y divertida, el Equipo de Pastoral Vocacional busca que los jóvenes, a partir de 14 años, puedan conocer testimonios relatados en primera persona por religiosos, sacerdotes, misioneros, laicos, monjas y seminaristas, para, de esa forma, ofrecerles la oportunidad de tener nociones más claras sobre sus opciones de vocación para el futuro.

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Uno de los miembros del equipo de pastoral vocacional, el sacerdote César Fernández de Larrea destaca el impacto del testimonio directo: “que te lo cuenten en persona cuestiona más. Incluso el llegar a encontrarte con personas de las que no sabías su proceso vocacional, sus motivaciones. Se trata de acertar con la tecla que llegue a la juventud, y el testimonio es un buen camino.”

Los talleres son también una invitación directa para que se abran a las diferentes opciones vocacionales: Sor  Marimar,  religiosa de la Presentación de María, y una de las responsables de estas jornadas comenta las ofertas vocacionales que se presentan este año: “Tenemos un taller sobre vida contemplativa que impartirán una dominica y una comendadora de la Orden de Malta; luego otro sobre la vida religiosa apostólica con franciscanas de la Concepción; los seminaristas darán su testimonio sobre su opción al sacerdocio; Estíbaliz Vea Murguia, que estuvo de misionera con su marido en Ecuador y hoy trabaja en la delegación de Misiones Diocesanas hablará de la vocación misionera y por último un matrimonio hablará de la vocación de la familia. La idea es que vayan rotando por todos los talleres y al final tendremos una eucaristía presidida por el obispo en la que él les invitará a escuchar, como reza el lema de este año, “Ese Sueño que Dios tiene para ti.”

Vitoria ha decidido trabajar el tema vocacional para la juventud con varias herramientas, y a las iniciativas de la misa de jóvenes en San Miguel los domingos a la tarde y el encuentro “CON-Bocados por el obispo” de cada último viernes de mes, la delegación de pastoral vocacional suma este encuentro anual, el icono vocacional que recorre parroquias y comunidades para orar por las vocaciones, las vísperas por las vocaciones que se celebran en el Seminario Diocesano, un encuentro para monitores y acompañantes que quieran profundizar en el acompañamiento del discernimiento vocacional, y además, la vida sacramental de cada una de las parroquias.”

Respecto de si todas estas iniciativas son la respuesta diocesana a la falta de vocaciones Marimar responde: “Todo esto es una coherencia de vida cristiana. Los que lideramos este proyecto nos sentimos llamados, vivimos la vida como respuesta a la llamada que Dios nos hizo primero, y por coherencia compartimos nuestra felicidad y nuestro proyecto de vida. Y que los jóvenes descubran su proyecto de vida es esencial. Ser cristiano es anunciar el Evangelio.”

Estíbaliz Vara es una de las jóvenes asistentes al encuentro, de inicio descarta cualquier vocación religiosa, pero desde el grupo de marianistas Elkar Bidea el tema de la fe tiene importancia en su vida: “una experiencia que marcó mi vida fue una Pascua juvenil que viví en Zaragoza el año pasado.”

Pablo también pertenece al grupo Elkar Bidea, y su presencia en el encuentro se debe más a la curiosidad de “ver que se cuece aquí” y a la invitación de unos amigos a participar.

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Como la gran mayoría de los jóvenes de su edad las vocaciones religiosas no están entre sus opciones de vida y, para Pablo esta es la razón: “La gente no siente la necesidad de tener un sentido religioso en su vida. Hoy disponemos de muchos canales de información sobre temas que no precisan ser explicados desde Dios.” Ello no obsta para valorar positivamente este encuentro como un espacio “para saber lo que otros piensan sobre estos temas tan controvertidos.”

Juan Pablo Sagastume es un hondureño, seminarista del seminario Redentoris Mater que cursa su primer año de Teología en Vitoria: “he sido invitado a contar mi experiencia de cómo he sido llamado por Dios al sacerdocio y que los jóvenes conozcan un poco de cómo es la vida de un seminarista y animar a los que quieran dar este paso si sienten la inquietud.” Juan Pablo sitúa los argumentos de su vocación en que él es feliz con esta opción que le lleva a entregarse a los demás y hacer la voluntad de Dios.

La jornada concluyó con la eucaristía presidida por el obispo Monseñor Elizalde que los acompañó desde el primer momento en toda la jornada.

Non solum sed etiam.

Hay que ser muy valiente en estos tiempos para invitar a una persona joven a pensarse lo de ser sacerdote, religioso o monja, cuando lo que la sociedad destaca son los escándalos de la Iglesia, los templos vacíos y las parroquias envejecidas.  Y algo de cierto hay en esa información, no podemos negarlo. Pero es una información incompleta, que es otra forma de manipulación de la información. Por ello es bueno que la juventud sepa que hay religiosos que no han tenido problemas afectivos ni psicológicos patológicos, que son más los que han llevado una vida coherente con su opción vocacional de entrega a los demás por el Evangelio; es bueno que la juventud sepa que Dios sigue llamando y que hoy muchos, menos que hace años sí, cierto, pero hay jóvenes absolutamente normales que siguen optando por una vida religiosa apostólica, contemplativa y sacerdotal; Es bueno que sepan y oigan que cuando la Iglesia habla de vocación no se refiere solo y exclusivamente a las opciones de vida consagrada, ni mucho menos, sino a todo proyecto de vida de cualquier persona que quiera contar con Dios en su vida. Y en ese discernimiento sí son muchos más los jóvenes que hoy, en pleno siglo XXI, dedican una parte importante de su vida.

Y sí, es cierto lo que dice el joven Pablo: “Hoy disponemos de muchos canales de información sobre temas que no precisan ser explicados desde Dios.” Y eso se llama evolución. Pero lo que quizá aún nadie le ha dicho a Pablo es que cuando se tiene experiencia de Dios ya nada puedes explicarlo fuera de Él. Esa es la diferencia.

Es importante que los cristianos perdamos el “pudor de la prudencia pastoral” y digamos sin ambages “Dios tiene un Sueño para ti.”

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