"Lo que buscan es condicionar las decisiones de los pastores y responsables. Tratan de coaccionar usando la virulencia, campañas intimidatorias sin límite ni escrúpulos. Amenazan con la división y poner a las elites en contra para que no hagan donaciones y ahoguen financieramente a la Iglesia". El sociólogo Fernando Vidal, como en otras ocasiones, pone el dedo en la llaga, y denuncia, en su bitácora de Vida Nueva, a los ultracatólicos que "hacen todo lo contrario de lo que la catolicidad indica, que sería unir".
"Practican el espionaje por las filtraciones incluso en los círculos de mayor confianza de los pastores, compran las voluntades de los funcionarios de las curias, practican la persecución de los agentes de pastoral y pastores –sean catequistas, profesores, párrocos, directores de colegios, rectores de universidades, obispos, cardenales o incluso al Papa–", sostiene Vidal, en un artículo -Los medios fundamentalistas católicos que inspiró Roger Ailes- que le ha granjeado los insultos de buena parte de esos sectores.
Desde RD hacemos nuestro el diagnóstico de Fernando Vidal, y nos solidarizamos con él frente a los ataques que sigue recibiendo de estos que, tal y como escribe, "son una minoría proyectando una gran sombra sobre la Iglesia. Es un virus que nos ha infectado a gran parte de la Iglesia, una enfermedad de la que debemos curarnos, el virus de la Postverdad, que usa el fundamentalismo conservador para poner a la Iglesia al servicio de sus intereses".