Carta de una religiosa a Teresa de Ávila en el día de su fiesta Justa del Sol Hernando: "Querida Teresa, líbranos del conformismo"

Querida Teresa: Un año más celebramos tu día, 15 de octubre, con cariño y admiración, y este año 2020, en contexto de “ PANDEMIA”. Pero sigues siendo nuestro espejo donde siempre nos mirarnos.

Nadie como tú, querida Teresa, puede inspirarnos caminos renovados y estilos de vida transformantes. Nadie como tú, puede enseñarnos la clave de la innovación creadora que anhelamos hoy en la vida religiosa. “Tiempos recios” para la aventura del Espíritu.

Ni te entendían ni apoyaban tus búsquedas…. Toda tu vida está atravesada por el inconformismo y el riesgo de ser mujer creyente. Entre obediencia y transgresión. Y asi se consolida tu fe, de mujer “inquieta y andariega”, pero con los ojos bien abiertos a la Realidad que te envolvía y a tu intuición de mujer.

No te conformaste con vivir en el Convento de la Encarnación. Tu corazón anhelaba Caminos Nuevos que recrear, y fundar “otras formas de vida de Carmelita”. Conformarse a lo que había, para ti, era empezar a morir. Y “resignarse y adaptarse” era impropio de tu gran fe y tu espíritu inquieto y buscador.

Tu singularidad castiza no era para un convento “masivo” y uniforme, donde los sentimientos no se expresan y la hermandad no se siente. Tu primera Fundación, el Convento de San José, recreará un pequeño cenáculo: “y desde ahora las comunidades no serán numerosas, para facilitar relaciones de fraternidad… Y se vivirá el silencio…, y en un estilo de vida austero y sencillo”…

Bendita seas Teresa, Mujer Valiente y Emprendedora. Reformadora incansable por los conventos y caminos de Castilla. Bendito tu caminar. Mujer de espíritu. Humanista, y creadora de lo nuevo. También la Vida Religiosa de hoy está necesitando Reformas, de estructuras y valores, que nos hagan vivir desde nuestro propio don y carisma, el evangelio de Jesús, pero al mismo tiempo, también observamos con tristeza, que se asoma la Contrarreforma en el seno de las propias Congregaciones...

Necesitamos crecer en políticas de igualdad, de comunión y participación, y donde el liderazgo de cada persona sea valorado y compartido para riqueza de toda la comunidad grupal, eclesial o social. Poder vivir en clave SINODAL, en la que tanto insiste el Papa Francisco.

Gracias Teresa, por despertarnos un año más en tu día, y contagiarnos la pasión por el Dios vivo de Jesús. También nosotras hoy necesitamos “recuperar a Jesús”, volver a las fuentes originales de lo esencial, del Evangelio, y recuperar el alma de la Vida Consagrada, el sentido de la Misión y la verdadera Fraternidad.

Líbranos del conformismo. ¿Será fruto del cansancio? Líbranos Teresa de la falta de búsqueda y de la instalación acomodada… Te necesitamos hoy más que nunca para poder pasar a “otras orillas y curar heridas…”

Tu experiencia es la revolución mística que no acababan de entender los “expertos” de tu tiempo. Y este es el secreto que descolocará a muchos, la palabra “experiencia”. Tan sagrada tan sagrada, que es la dignidad y el respeto a cada persona.

Tu Dios es el Dios “de la vida y la experiencia”, (no de libro o de concepto); ¡Qué maravilla poder descubrir a este Dios, y no morir en el intento!. “NADA TE TURBE NADA TE ESPANTE,… SÓLO DIOS BASTA”.

Si volviera Teresa, ¿qué aportaría a la sociedad, a la Iglesia, a las Congregaciones? Si volviera Teresa, acompañaría procesos personales, sería la gran Mistagoga en el caminar con las personas, pero también daría cuatro voces en conventos, Iglesias y Gobiernos, civiles y religiosos.

Si volviera Teresa, viviríamos con ella la mística del Amor y la Justicia: “UNA COSA TE FALTA. PRACTICAR LA JUSTICIA, AMAR CON TERNURA, Y CAMINAR HUMILDEMENTE CON TU DIOS” (Miq. 6,8). Si volviera Teresa, haría una valiente e innovadora lectura, desde la pandemia, desde Laudato Si, o desde Fratelli Tutti, hacia una Nueva Vida Religiosa Femenina, que humaniza y sirve.

“ENSÉÑANOS EL AMOR, TERESA HERMANA TERESA, DEVUÉLVENOS LA ALEGRÍA DE MUJERES INQUIETAS Y BUSCADORAS. ¡ES LA HORA DE NUESTRA HORA”!