Felip Puig. Conseller de Interior catalán «No aceptamos objeciones religiosas para prohibir el burka en la calle»

Felip Puig (Barcelona, 1958) prepara como conseller de Interior y en coordinación con otras conselleries una ley que tiene como objetivo regular el uso del espacio público, y esto incluye la prohibición de la prostitución en la carretera y el veto al burka y el niqab en las calles, entre otras materias. Además, apuesta por una estrecha colaboración entre los Mossos d'Esquadra y las policías locales. Lo entrevista J. Planes en La Razón.

¿ La prohibición del burka y del niqab en los edificios públicos y las calles que prepara la Generalitat responde a defender los derechos de la mujer o se debe a motivos de seguridad?
- La dignidad de la mujer está más que legislada, no estamos preparando una ley anti burka. La normativa se aprobará dentro de un año, y regulará el uso del espacio público. En los últimos años hay nuevas situaciones en el espacio público, que algunos ayuntamientos han abordado con ordenanzas cívicas. Estudiaremos cómo la ocultación de la identidad puede significar un riesgo para la seguridad ciudadana. Además, no aceptaremos objeciones de carácter religioso.

- La regulación del espacio público también puede afectar a Barcelona, conocida como «capital antisistema» ¿ Lo dejará de ser con usted como conseller de Interior?
- Estamos en democracia y la libertad ideológica está garantizada, pero hay una fractura de nuestro sistema de valores, se produce una transgresión. En determinados ámbitos se han aplaudido estos comportamientos, que convierten a Barcelona en la capital «okupa», del turismo nudista y de los «graffitti». Lo han promocionado ciertas corrientes políticas, que han originado movimientos violentos que han tenido repercusión internacional. Ahora queremos libertad, conciliación y recuperar el civismo. Por eso, queremos regular el uso del espacio público.

- ¿Se prohibirá la prostitución en las carreteras?
- No queremos abolir la prostitución, tampoco regularla, sino incidir en nuestro espacio púbico, por dignidad de las personas, y también en las calles de nuestras ciudades. El espacio público no puede estar sometido a hechos que atentan contra nuestro sistema de valores. La prostitución en las carreteras puede afectar a la seguridad vial. Nuestro esfuerzo busca erradicar esta oferta excesiva de servicios sexuales. Tenemos que actuar contra la oferta y contra la demanda.

- Hace poco dijo que había nacionalidades especializadas en determinados crímenes.
- Los problemas que tenemos son consecuencia de un modelo de acogida exitoso, de sentimiento de solidaridad, hemos acogido a mucha gente de fuera de nuestras fronteras. Tenemos un problema de conciliación del sistema de valores y de la cultura de respeto a la ley. En algunos casos, es necesario conciliar a ciudadanos extranjeros con todo esto.No se tiene que estigmatizar a nadie, el delito no tiene nacionalidad, pero sí que hay especialidades en según qué delitos. También es cierto que el 45 por ciento de los presos son extranjeros.

- ¿ Seguirá la colaboración entre Guardia Urbana y Mossos? ¿ Y con Guardia Civil y Policía Nacional?
- Un gran reto es la definitiva colaboración de las policías locales y los Mossos. Haremos una ley que nos permitirá tener más eficacia con los mismos recursos porque tenemos un techo presupuestario. También colaboraremos con la Guardia Civil y la Policía Nacional. Ellos tienen sus funciones, pero nuestro deseo es convertir a los Mossos en la policía integral. Nuestra demanda es avanzar en el autogobierno y queremos más competencias. Aún hay traspasos pendientes, como el Seprona y la vigilancia marítima. Por su parte, la experiencia de este verano con la Guardia Urbana ha sido muy positiva. Ahora debemos decidir cómo se establece una colaboración permanente.

- Se ha hablado mucho últimamente de delitos que han vuelto a crecer, como los robos a domicilios particulares y agresiones, robos y hurtos en la calle.
- Estamos conteniendo el número global de delitos, vamos a continuar así. Insistiremos en los robos a vehículos. Pero sí que hay robos a particulares, a domicilios,y responderemos con más patrullas. Y con colaboración del sistema judicial. También está la seguridad en el mundo rural, los robos de metales y las bandas de robos en las autopistas. Estamos preparados para responder a estos retos.

- ¿Hasta dónde llegaría usted para defender la inmersión lingüística de Cataluña?
- Hasta el final. Soy respetuoso con las instancias judiciales, pero Cataluña tiene que tener como lengua vehicular en la escuela la lengua oficial del país, que es el catalán. Pasa en España con el español, en Francia con el francés y en Inglaterra con el inglés. No es un ataque contra el castellano, todos los estudiantes hablan igual de bien los dos idiomas, lo que queremos es una sociedad trilingue, pero el catalán és básico para Cataluña. Tenemos que utilizar argumentos jurídicos, políticos y sociales para defender el catalán como única lengua vehicular en la escuela.

- ¿ Ve posible la independencia de Cataluña usted que defiende esta vía?
- España no nos reconoce. En los últimos 20 años han pasado muchas cosas, han caído muros. Han nacido muchos nuevos estados. No descarto nada, para mí la independencia de Cataluña es social, política y democráticamente viable.

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