La Iglesia no termina en Rouco Varela

Le ha salido el tiro por la culata. El cardenal de Madrid, Antonio María Rouco Varela, en su afán de tenerlo todo absolutamente controlado y de rendir absoluta pleitesía a sus "amigos" del PP (hagan lo que hagan y como lo hagan), decidió silenciar primero y desmarcarse después del documento de la HOAC y de la JOC que pone a caldo la reforma laboral del Gobierno popular. Y no en clave ideológica, sino desde la Doctrina Social de la Iglesia. Y como siempre, quiso hacerlo de tapadillo. Sin que se enterasen los medios (el único control al que teme el purpurado madrileño).

Pero no lo consiguió. Religion Digital publicaba en primicia y en exclusiva la carta del arzobispado a los vicarios, en la que se les conmina a desautorizar el comunicado de los dos movimientos especializados de Acción Católica. Un comunicado que, además, había llegado a las parroquias avalado por el delegado de Pastoral del Trabajo del propio arzobispado madrileño, Juan Fernández de la Cueva.

Y es que, para no enfadar a sus amigos del PP, a Rouco no le importó pasar por encima de su delegado de pastoral del trabajo y desautorizarlo ante el clero diocesano primero y, al conocerse la noticia, ante la opinión pública en general.

Lo que no preveía Rouco era que su decisión se le volviese en contra. Como un boomerang. Porque, descubierto su afán censor, la noticia se divulgó en todos los medios. Y la gente pudo ver que la Iglesia no empieza ni termina en Rouco Varela. Que hay más Iglesias en la Iglesia. Que no todos en la Iglesia piensan y actúan como el cardenal de Madrid. Que, afortunadamente, hay gente de Iglesia (mucha y buena gente de Iglesia, desde curas a simples fieles) que piensan de otra forma y lo dicen; que no se casan con el poder establecido; que denuncian, a la luz del Evangelio y de la Doctrina Social de la Iglesia las decisiones políticas que atentan contra la dignidad y los derechos sociales de los trabajadores.

Y eso salva la credibilidad y la imagen social de la Iglesia. Con noticias así la gente descubre que la Iglesia no sólo son Rouco y Camino (aunque salgan siempre en la tele y aunque los periodistas nos remitamos continuamente a ellos). En estos momentos en que el pueblo sufre y llora, hay una Iglesia (numerosa) que está con el pueblo y denuncia los mecanismos opresores, aunquen vengan de la derecha amiga.

No creo que la HOAc ni la JOC respondan públicamente al "feo" del cardenal. No es el estilo de estas organizaciones de Iglesia. Por prudencia, por no romper la comunión, por posibilismo, por no echar más leña al fuego de la mala imagen y del descrédito del purpurado...

Posiblemente pague los platos rotos del caso el delegado de pastoral del trabajo, Juan Fernández de la Cueva. Desautorizado públicamente por el cardenal, al delegado episcopal no le queda más remedio que presentar la renuncia a su cargo. ¿Se la aceptará el cardenal en busca de un chivo expiatorio? ¿Habrá otro tipo de repporesalias contra la HOAC y la JOC por atreverse a lanzar un comunicado profético?

Lo que sea sonará ahora o dentro de unos meses. Porque al cardenal nunca le ha gustado tomar decisiones en caliente. Es partidario de dejar pasar el tiempo y la llamarada mediática. En cualquier caso, lo que pase ahora o dentro de unos meses se lo contaremos. Y eso (el escrutinio de los medios) es lo que más nervioso pone al cardenal.

José Manuel Vidal
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