Obispo de Tulancingo demanda seguridad. “Cuidemos nuestro templo y al sacerdote”, afirma. Incendian templo en Zacualpan, Veracruz

Incendian templo en Zacualpan, Veracruz
Incendian templo en Zacualpan, Veracruz

 “Se trata de un ataque de odio contra la Iglesia” dice párroco.

2019 ha sido especialmente preocupante para diversas diócesis de la Iglesia de México. Constantes agresiones a templos han sido reportadas. Desde robos menores hasta homicidios, se dan señales de la desmedida violencia que no respeta lugares santos ni personas quienes pacíficamente se reúnen en sus templos para actividades religiosas o celebrar la fe. No es un problema sólo de la fe católica, iglesias y comunidades evangélicas son agredidas igualmente. Un frente abierto es el de los centros atendidos por comunidades y asociaciones religiosas dedicados a los migrantes o pobres.

Veracruz es de los estados del país con graves problemas de seguridad y violencia. El reciente atentado contra un centro nocturno en Coatzacoalcos, perpetrado la noche del 27 de agosto, dejó un saldo de 29 muertos; motivó un urgente llamado del obispo, Mons. Rutilio Muñoz Zamora, quien a través de un comunicado “lamentó y reprobó” el acto. Como Iglesia diocesana nos solidarizamos con los familiares que sufren el dolor y la pena ante este terrible hecho que llena de luto nuevamente a muchos hogares veracruzanos, dice el comunicado.

De igual manera, la diócesis de Coatzacoalcos imploró el eterno descanso en favor de las víctimas mostrando su solidaridad por sus familias a la vez que dirigió a los responsables un llamado al arrepentimiento: A los que hayan realizado este atentado les recordamos que la violencia genera sólo más violencia, daños irreparables que aumentan la espiral del mal y el deterioro de nuestras comunidades. Que siempre es posible el arrepentimiento, la búsqueda del perdón, la misericordia de Dios a través del cambio de vida y la reparación del daño causado (Cfr. Dives in Misericordia 14). Que siempre es mejor promover la luz, portadora de justicia y alegría; y no las tinieblas llenas del mal que solo causan dolor, muerte y tristeza.

A pesar del llamado, Veracruz, vio otro atentado directo a la Iglesia y que no deja de ser preocupante. De acuerdo con el órgano de la provincia eclesiástica de Hidalgo, Luz de Luz por segunda ocasión en el 2019, la parroquia de san José, en Zacualpan, Veracruz, limítrofe con el Estado de Hidalgo y perteneciente al arzobispado de Tulancingo, en la región de la Huasteca, fue objeto de un “ataque de odio” al ser incendiados el crucifijo del altar y el lugar del sagrario del Santísimo Sacramento. La imagen difundida por el medio se aprecia cómo aparecen calcinadas esas áreas del presbiterio.

De acuerdo con el párroco, José Juan Conde González, el lugar no sufrió robo alguno. El arte sacro o vasos sagrados no fueron tocados. “Se trata del segundo ataque de odio contra la iglesia, porque no fue robo, no fue asalto, no fue un ataque contra mí, fue contra la estructura del templo; le fue prendido fuego al Cristo y volvieron a incendiar la zona donde se encuentra el Sagrario; quisieron incendiar la totalidad de bancas, el portón”.  Los hechos se dieron la madrugada del 27 de agosto, el mismo día del atentado en Coatzacoalcos.

Según se explica, la parroquia de Zacualpan es la quinta más pobre de la Iglesia de Tulancingo. El arzobispo Domingo Díaz Martínez afirmó que dirigiría un escrito a las autoridades para exigir garantías de seguridad para el templo y su párroco. Hay maldad y necesitamos ayuda de la autoridad civil”, acotó; al tiempo que mandó un breve mensaje a los habitantes de esta zona: “Brindémonos protección unos a otros, cuidemos nuestro templo, nuestras familias y a nuestro sacerdote; cuidémonos unos a otros” se lee en la publicación arquidiocesana.

Esa zona de la agreste huasteca abarca 33 municipios en el Estado de Veracruz. Vecino a Zacualpan está Huayacocotla. A principio del año, el Centro Católico Multimedial dio cuenta del ataque contra el padre Raúl Cervera quien fue agredido violentamente por dos desconocidos en la comunidad de Viborillas. La acción perpetrada con arma de fuego no causó lesión alguna en el sacerdote quien hizo las denuncias correspondientes. Según el CCM, el 13 de diciembre de 2018, a las 8:30 de la noche, el sacerdote Raúl Cervera Milán de la Compañía de Jesús en México, regresaba por una brecha a la casa de la comunidad jesuita después de terminar su trabajo en la cabecera municipal de Huayacocotla, en la sierra norte de Veracruz.

Unos metros antes de llegar su casa en Viborillas, comunidad situada a unos cuatro kilómetros de Huayacocotla, fue interceptado por dos sujetos que venían caminando en sentido contrario. Uno de ellos se acercó del lado derecho del auto y abrió la puerta súbitamente, aprovechando la lentitud del auto debido al irregular camino. Ante esta situación, el padre Raúl reaccionó y aceleró.

Fue en ese momento cuando la persona que quedó al lado izquierdo disparó una pistola estando unos metros detrás del auto. La bala pudo haber impactado en la cabeza del padre Raúl Cervera alojándose en el ángulo trasero del carro a la orilla de la ventanilla.

En mayo, en Fortín de las Flores, diócesis de Córdoba, dos hombres fueron asesinados a sangre fría en el atrio de la rectoría de rectoría de Nuestra Señora de Guadalupe cuando se realizaba una celebración de XV años. Los hechos motivaron las condolencias de la Conferencia del Episcopado Mexicano y ahí afirmó que la violencia que estamos viviendo en nuestros pueblos y comunidades, al igual que en muchas partes del país, genera una descomposición social que ha deteriorado profundamente la convivencia armónica y pacífica de nuestra sociedad.

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