2018, expectativas políticas a río revuelto



El Semanario de Guadalajara 1092 / En los días finales del 2017, la política recrea métodos obtusos y manosea conciencias; hace entrar en desasosiegos a políticos y economistas, y hasta la gente cuerda. Las medias verdades son la moneda corriente de más uso. El hambre de poder no pasa la prueba del ácido para salir honroso porque pululan tramas y politiquerías baratas.

De maneras distintas la metodología antigua persiste: artilugios para envenenar fanatismos que dejen beneficios. Seducir con prebendas, hablar y hablar y ocultar las verdaderas convicciones, dando por resultado, enajenar conciencias. Echar a retozar verdades sesgadas y discursos vacuos; parecen ser las herramientas más usuales de la clase política.

Entrando al 2018 hemos ya estrenado momentos de rejuego, barrial, social y económico que hurgan y revenden ambiciones vergonzosas. Los partidos políticos han aumentado la oferta, pero no crece la demanda por ninguna parte en la población que permanece arisca a los tiempos electorales. Excepto por supuesto, los incondicionales que fabrican tramoyas vanas. Abunda la cuerda para implementar trácalas con el objetivo de usurpar beneficios tangibles y contables.

Los discursos pretenden enajenación de conciencias; provocan confusión mientras los vivales sacan su tajada entre la parafernalia política y el hambre del pueblo. Se pretende de muchas maneras, incluso con juego sucio; seducir, engañar, desechar los principios, manchar los objetivos para obtener un control social y de alguna manera colocarse entre los beneficiarios de la gobernanza

Ni la política económica ni la democracia tienen sentido si no se reflejan en un mejor nivel de vida de las clases empobrecidas y de la población en general para que tenga caminos decorosos para acceder a una vida sobre todo digna. Esta es sin duda la tarea primordial de la política; su esencia es darle consistencia a la voluntad del pueblo.

Hoy por hoy hay desafíos para todos los partidos, pero sobre todo en aquellos que presumiendo de política eficiente, en los hechos dan al pueblo un rechazo y una manipulación que solo los beneficia a ellos mismo. Las diatribas, la guerra sucia, las declaraciones sesgadas, están a la orden del día entre los candidatos titulares y el séquito de defensores que lo único que reflejan es el hambre de poder para beneficios inconfesables.

Los sistemas políticos actuales en México, en particular los que más han usufructuado del poder, cuyos nombres son evidentes para toda la población. Se han consolidado de forma piramidal. Donde los de abajo no tienen alternativa que vivir de las migajas que caen de las mesas de los patrones. Ellos son los que ponen las reglas y los de abajo obedecen; ellos establecen criterios y modos de comportamientos; no hay de otra más que ceñirse partidariamente para usufructuar tajadas del pastel.

Hoy parece, según opiniones de los entendidos, la vieja estructura del poder se ha resquebrajado, en muchos sentidos ya no existe aunque algunos todavía le hacen reverencia. Otros llegan a decir que es el final del sistema, porque ya es obsoleto está desgastado y oxidado. Se dice en la voz cómplice de los entendidos que ya no se cuenta con un partido político, a la antigua en donde se estaba cimentada la obediencia en lealtades inconfesables. Hoy muchos quieren cambiar las reglas y abandonar los sometimientos. ¿Ya estaremos listos para el cambio?
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