Iglesia en el Líbano dedicada a San Juan XXIII "Hoy el Papa Juan XXIII regresa al Líbano como santo y patrono del ejército italiano"

Interior de la Iglesia en el Líbano dedicada a San Juan XXIII
Interior de la Iglesia en el Líbano dedicada a San Juan XXIII

Inauguración de la Iglesia dedicada a San Juan XXIII en la base de la misión Unifil en Shama, Líbano

El Ordinario Militar dirigió una invitación a los soldados presentes en la celebración para que "busquen la unidad entre la ley y el amor"

El Santo Padre Francisco ha enviado un Mensaje dirigido a Mons. Santo Marcianò, Arzobispo Ordinario Militar, con ocasión de la dedicación de una Iglesia a María Decor Carmeli y a San Juan XXIII en el Líbano, ayer 18 de marzo. En el Mensaje, firmado por el card. Secretario de Estado Pietro Parolin, el  Pontífice “dirige a los participantes su auspicioso pensamiento expresando aprecio por la significativa realización”.

El Santo Padre expresa asimismo el deseo de “que el nuevo lugar de culto sea una llamada constante al encuentro con el Señor en la intimidad de la oración para testimoniarlo en la vida cotidiana, convirtiéndose en testigos de la paz y de la fraternidad”. Y mientras asegura su “recuerdo orante”, envía “una bendición apostólica especial a Mons. Marcianò", “al General de Brigada Abagnara, al capellán, a los militares y a todos los presentes en el rito sagrado”.

La responsabilidad de la paz confiada a las fuerzas armadas

“Hoy el Papa Juan XXIII regresa al Líbano como santo y patrono del ejército italiano. El Papa de la paz viene a esta, su casa, y quiere hacernos comprender cuánta responsabilidad de paz está confiada a las fuerzas armadas”: afirmó mons. Santo Marcianò en la homilía de la misa de dedicación a San Juan XXIII y a María Decor Carmeli, de la Iglesia en la base de la misión Unifil de Shama, en el Líbano, ayer por la tarde.

Juan XXIII

Frenar la lógica del odio y la venganza

El Arzobispo Ordinario Militar - refiere la agencia Sir -  citó “los nuevos tipos de conflictos que requieren una defensa internacional cada vez más unida y competente", pero "cada vez más atenta a frenar la lógica del odio y la venganza, el poder y la opresión, la exclusión y el daño a la dignidad humana". Lógicas que, según Mons. Marcianò, son "capaces de encender las guerras mundiales de ayer, así como las luchas internas, el crimen, el terrorismo fundamentalista, que hoy siembran miedo y muerte".

Construir caminos de reconciliación y convivencia pacífica

Recordando que San Juan XXIII fue capellán militar y nuncio apostólico en Oriente, el arzobispo concluyó que el Papa Juan "viene a educar nuestro corazón y el de ustedes para que, como agentes de paz, puedan construir e indicar itinerarios de reconciliación en la convivencia pacífica y activa de culturas, razas y religiones".

Unidad siempre posible y cada vez más necesaria

El Ordinario Militar dirigió entonces una invitación a los soldados presentes en la celebración para que "busquen la unidad entre la ley y el amor". "Una unidad siempre posible y cada vez más necesaria, en nuestro mundo que a menudo se refugia en un legalismo excluyente y sin caridad o en un pacifismo irreal, lejos de las necesidades de los más frágiles", dijo Mons. Marcianò, señalando además a la Iglesia como un "hogar" para los militares cristianos, pero también para "los muchos hombres, mujeres y niños", a quienes "su servicio cruza y defiende", pero también para "los hermanos de otras culturas y religiones que su presencia abraza".

Misión: lugar de preservación y promoción de la paz

Refiriéndose a la misión de Unifil, el arzobispo la consideró un "hogar entre las casas del pueblo", que "quiere ayudar a esta nación". Luego, la atención sobre un proceso de paz "marcado por dificultades y la esperanza" y sobre un lugar -la misión- en el que intentamos "preservar y promover la paz, gracias a la cooperación entre soldados de muchos países diferentes, con culturas y religiones diferentes".

"Todos ustedes -añadió el Ordinario- han trabajado juntos en la preparación de esta Iglesia y trabajan juntos en la vida cotidiana, armonizados por el diálogo que se respira en la realidad religiosa del Líbano y por la búsqueda común del bien de la paz, camino privilegiado para la comunión".

Paz

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