Se investigan compraventas de inmuebles en Londres y la gestión del Óbolo de San Pedro, El Vaticano suspende a cinco de sus empleados, acusados de llevar a cabo operaciones inmobiliarias irregulares

Secretaría de Estado vaticana
Secretaría de Estado vaticana

La Gendarmería vaticana entró ayer en la primera sección de la Secretaría de Estado y en la Autoridad de Información Financiera (AIF), un organismo de la Santa Sede instituido para la lucha contra el blanqueo de capitales

Los implicados, según L'Espresso, serían Vincenzo Mauriello y Fabrizio Tirabassi, dirigentes de la Secretaría de Estado; una empleada de la administración, Caterina Sansone; Mauro Carlino, jefe del Departamento de Información y Documentación, y el director de la AIF, Tommaso Di Ruzza

El Papa Francisco parece dispuesto a hacer de la transparencia uno de los ejes de su pontificado. También en las siempre oscuras finanzas vaticanas, que ya le han dado más de un escándalo. Ayer, la Santa Sede informaba de una operación para investigar supuestas operaciones financieras irregulares, vinculadas a la compraventa de inmuebles.

Según adelanta Emiliano Fittipaldi en L'Espresso, a comienzos del verano los máximos responsables del IOR y el auditor general advirtieron a Bergoglio de la existencia de posibles delitos financieros que tienen su origen en el pasado, y que podrían implicar a varios trabajadores del Vaticano, así como a monseñores y algún poderoso cardenal, que Fittipaldi identifica con Angelo Becciu, actual prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.

Al parecer, las auditorías internas habrían revelado la existencia de operaciones financieras millonarias aparentemente irregulares llevadas a cabo desde algunas oficinas de la Secretaría de Estado en Londres y en la gestión del Óbolo de San Pedro.

Investigación interna

Tras conocer las sospechas, el Papa ordenó una investigación secreta y estricta, que se destapó ayer cuando el promotor de Justicia Gian Piero Milano, ordenó a la Gendarmería vaticana requisar documentación y ordenadores en la sección primera de la Secretaría de Estado, y la Autoridad de Información Financiera (AIF), que lucha precisamente contra el blanqueo de capitales.

Durante la misma, se ha suspendido a cinco empleados. Tal y como revela L'Espresso, el responsable de Seguridad vaticano, Domenico Gianni, informaba de la suspensión cautelar de Vincenzo Mauriello y Fabrizio Tirabassi, dirigentes de la Secretaría de Estado; una empleada de la administación, Caterina Sansone; Mauro Carlino, jefe del Departamento de Información y Documentación, y el director de la AIF, Tommaso Di Ruzza.

"Los mencionados podrán acceder al Estado exclusivamente para acudir a la Dirección de Sanidad e Higiene y para sus servicios, o bien con la autorización de la magistratura vaticana. Monseñor Mauro Carlino seguirá residiendo en la Domus Santa Marta", reza el texto.

Documento vaticano adelantado por L'Expresso

Documento vaticano adelantado por L'Expresso

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