Una Escuela de Compromiso Cristiano Taizé, una oportunidad para la Iglesia de Valencia

(José Luis Ferrando).- La presencia de miles de jóvenes durante estos días en Valencia es, sin duda, una oportunidad única para contagiar a los jóvenes de la Archidiócesis de este espíritu siempre nuevo y creativo de Taizé.

Algunas parroquias nuestras llevan años, viajando con sus jóvenes a este lugar tan encantador de la campiña francesa, incorporándose a ese estilo de pastoral. Y, sin duda desde hace unas décadas ha marcado positivamente la vida de esos jóvenes y de su compromiso eclesial.

¿Por qué Taize puede ser una oportunidad para la Iglesia de Dios en Valencia? Por supuesto, a muchos jóvenes alejados o críticos de la Iglesia, si se llegan a enterar, les puede llamar la atención esta gran concentración de jóvenes y, sin duda, se pueden hacer preguntas o incluso interrogar a los presentes en el encuentro sobre las razones de este movida. Muchos han tenido que viajar miles de kilómetros en pesadas etapas de autobús. Este diálogo con los alejados puede ser muy positivo.

Pero, sobre todo, es una oportunidad por varias razones.

Taizé, un lugar de Encuentro ecuménico y Fraternidad. Desde hace décadas miles de jóvenes de todo el mundo, de distintas razas y religiones, peregrinan a este lugar para compartir sus vivencias, sus dificultades, sus esperanzas. Para aprender a aceptar la diferencia y lo diferente en clave cristiana. En una palabra, para avivar la fe juntos y volver con nuevas ilusiones y experiencias para una vida cristiana renovada. En estos días de encuentro esta fraternidad estará muy presente. La generosidad de las parroquias y los hogares acogedores serán testigos primarios de esta estupenda realidad.

Taizé, una Espiritualidad y Liturgia vivas y vivificantes. En un mundo altamente pragmático y tecnificado, dedicar tiempo a la meditación y a la oración parece algo innecesario y ocioso. Sin embargo Taize nos muestra el camino para una necesaria fe más contemplativa. La oración de Taizé nos lleva a las raíces, nos confronta con ese Tú, que nos ha elegido. Una oración bíblica, sencilla, profunda, que nos impregna con el lenguaje repetitivo del amor, que nunca se cansa de escuchar lo mismo, pero siempre en un tono novedoso. Y, una oración compartida, participada, desde cada corazón abriéndose al Espíritu. Aprendiendo del silencio y de la Palabra de Dios

Taizé, una Escuela de Compromiso Cristiano. La oración de Taizé desemboca en el compromiso cristiano. El encuentro y la fraternidad están en la misma línea. Abrirse a Dios, nos enseña también Taizé es abrirse al hermano que sufre. Del encuentro serio y profundo con Dios no se sale indemne. Dios nos envía a su viña, a la cada de uno, de acuerdo con nuestros dones y carismas.

Es una manera de activar la multiforme gracia del Espíritu Santo al servicio del reino. Por eso la oración sostiene nuestro difícil compromiso por la construcción de la Jerusalén Terrestre. Nos apremia a construir ese mundo más acorde con el plan de salvación de Dios para los hombres. Taizé nos no evade de esa responsabilidad, sino que nos la recuerda detrás de cada letanía.

Por eso Taizé no pasará por Valencia como un evento pasajero. Dejará su poso y, poco a poco se explicitará en compromisos concretos, porque además se han creado lazos. Por supuesto será importante el compromiso Diocesano y Parroquial, para que esta experiencia cuaje y se consolide, convirtiéndose en significativa.

En cualquier caso, un aliento del Espíritu Santo para esta Iglesia, que como otras, desde hace unos años quiere convocar a más y más jóvenes, y muchas veces no sabe cómo hacerlo. Taize y el Papa Francisco caminan al unísono para que los jóvenes se sientan llamados a revivir o renovar su vida cristiana y aprovechen la oportunidad. ¡Ojalá sea así!

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