Semblanza del nuevo superior de los claretianos Un hermano con el corazón de Dios

(Fernando Prado, cmf).- Eran las 11 de la noche, a finales de enero de 2004, creo recordar. En la sala de estar de la comunidad claretiana nos congregábamos algunos ante el televisor. Mathew estaba sentado a mi lado.

El día había sido difícil para mí. Las noticias que me llegaban de la familia no eran buenas. Mi padre empeoraba su salud. Yo estaba muy nervioso por aquellos días, que concluyeron con el esperado desenlace del fallecimiento de mi padre, después de una larga enfermedad.

Mathew Vattamattam había llegado de Roma, recién elegido Consultor y Prefecto de Formación de la congregación claretiana para pasar un tiempo de estudio del español con nosotros, en la comunidad de Buen Suceso. El español es una lengua importante para los Claretianos, pues, básicamente, es la lengua más hablada en la congregación. El nuevo prefecto, aunque hablaba ya muy bien el italiano, comprendía el español, pero todavía no se manejaba bien en nuestra lengua. Sabéis que cuando alguien estudia otro idioma con esfuerzo e intensidad también necesita momentos de distensión. Por ello, ante el televisor, yo hablaba con él en Inglés y le contaba las noticias que me estaban llegando de la familia.

Él, entendiendo perfectamente mi preocupación y mi estado emocional, me dice: "Give me your hand!" (¡Dame tu mano!). Entonces, al más puro estilo asiático, comienza a masajear el plexo solar de la palma de mi mano. "Don´t worry! Pray to the Lord!" (¡No te preocupes, tú reza!) y así lo hice. Seguí sus indicaciones y, en breves momentos, mi espíritu y mi cuerpo se sintieron en paz. Mathew me había comunicado una inmensa paz con el calor de su cercanía y su fraternidad.

No sé lo que será de este nuevo tiempo que se abre ante la congregación claretiana. Mathew es un hombre trabajador y tiene buena formación en teología y en psicología, pero eso, en su caso, me parece lo de menos. Sólo sé que hoy, al recibir la noticia de su nombramiento, se me han saltado las lágrimas de emoción y alegría por saber que nos pastorea un hombre con el corazón de Dios. Este es Mathew Vattamattam, nuestro nuevo superior General, nuestro hermano.

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