“Leyendo los Evangelios” (II) (73-02)

Hoy escribe Antonio Piñero

Seguimos hoy comentando puntos de vista de P. Sacchi en Gesù e la sua gente.


Opina Sacchi, creo que con razón, que según el material recogido por los evangelistas se “obtiene la impresión de un crescendo desde las primeras palabras de Jesús a la última, que no puede depender exclusivamente de la colocación de ellas querida por cada evangelista” (p. 90).

Es decir, ese "crescendo" es un hecho objetivo de la vida de Jesús, no una impresión porducida por los Evanglistas. Explica Sacchi que las primeras palabras del Maestro reflejan una moral que afecta a todos, que es universal, cuyos principios son el radicalismo y el perdón de las ofensas.

Luego pasa Jesús -segundo momento- al discurso del amor al prójimo que va en paralelo con el amor de Dios. El último estadio serían los dichos referidos al mesías como hijo predilecto del Padre y el plan de Dios sobre la historia y el más allá.

El que los evangelistas hayan puesto estos dichos de Jesús al final del Evangelio significa que no se trata de una elección meramente teórica por su parte, sino que están en ese lugar porque creían que estos discursos representaban para Jesús mismo el culmen de su misión, que se explica al final de su vida pública, o que él vio claro sobre todo al final de su vida. El conocimiento de esta conciencia más profunda de Jesús podía derivarse de los hechos mismos o bien del recuerdo de ellos por parte de la tradición (p. 91).

Los primeros sucesos de la vida de Jesús, tal como son narrados en el Evangelio de Marcos, “fueron claramente seleccionados -según Sacchi- en función de un tema: Jesús se presenta a sí mismo”.

Mateo y Lucas en cambio dicen al lector cómo era en verdad la naturaleza de Jesús por medio del relato de su concepción milagrosa. Por tanto para estos dos últimos autores, los acontecimientos que el evangelista Marcos pone al principio no significan tanto, no tienen el mismo peso. Sin duda, los tres primeros evangelistas conocen los episodios que se refieren al tema general Juan Bautista-Jesús pero al situarlos de modo distinto en su narración, les otorgan una significación diferente.

Creo que Sacchi tiene razón, y que lo que sostiene en el fondo es que los evangelistas Mateo y Lucas consideran de importancia secundaria el enmarque ideológico de Jesús -que inicia su vida pública- dentro de las doctrinas del Bautista. Esto se ve claro en Lucas: es impresionante cómo difumina la figura de Juan Bautista hasta hacerla desaparecer del hehco del bautismo.

Pero por otro lado, me parece también impresionante la fidelidad de Mateo a la tradición en este aspecto. A pesar del diálogo añadido en el que el Bautista se declara inferior a Jesús, es en este evangelista Mateo en el que percibimos con más claridad la continuidad de pensamiento entre Juan y Jesús, al menos al principio del ministerio público de éste: pone en boca de Jesús las mismas palabras que antes había atribuido al Bautista (compárese, por ejemplo, Mt 3,1 con Mt 4,17 y Mt 10,7).

Marcos, por su lado, escoge los episodios iniciales de su evangelio entre los que le parecen más adaptados a la autopresentación de Jesús. Escribe Sacchi:

“En este caso la interpretación del autor parece evidente: el lector tiene derecho a entender lo antes posible quién es el protagonista” (p. 91).


Y como dijimos en la postal anterior, los tres evangelistas están de acuerdo en comprender e interpretar la vida de Jesús sobre el fondo de su creencia en su resurrección tras una muerte ignominiosa.

Ahora bien, esta creencia en un Jesús de algún modo relacionado con el ámbito de lo divino (haber resucitado lo colocaba en ese ámbito, lo "divinizaa" ya relativamente) era muy oscura en el judaísmo de los tiempos en los que aquél, el Maestro, vivía.

Según Sacchi, los discípulos inmediatos del Nazareno se unieron sólo a un maestro extraordinario. Nada sabían en principio de su resurrección. Aceptaron simplemente vivir una experiencia con el Maestro de anuncio del reino de Dios, sobre la que luego reflexionarían m´s en profundidad. ¿Veían en Jesús al mesías desde un principio? Poco probable parece esta suposición, según Sacchi.

Un reflejo de esta situación oscura se refleja indirectamente, según nuestro autor, en el episodio del ciego sanado por Jesús en Jn 9,6.17. Cuando se le pregunta sobre qué piensa de Jesús, sólo puede decir que opinaba que era un profeta, es decir, un hombre enviado por Dios. Pero no sabía más. Nada dijo de su mesianismo.

Todo esto me parece correcto, y supone un intento loable de trazar en Jesús -y en los discípulos- una evolución en lo que respecta al mesianismo. Ni Jesús ni los discípulos tenían tan claras las cosas en un principio y los acontemicmientos mismos les van llevando a precisar su pensamiento.

Por úlitmo, insisto de nuevo en que me llama la atención de este libro el modo como el autor mezcla los puntos de vista críticos con los más inverosímiles desde el punto de vista histórico-crítico. Termino con la siguiente cita:

Leer un evangelio debería servirnos para encontrar a Jesús a través de los episodios de su vida, desde el Jesús que va al Jordán -un hombre entre tantos otros hombres-, que después predica una moral, un hombre seguido por otros con admiración, que se transfigura ante algunos discípulos, que enseña que para los ricos entrar en el reino de los cielos es tan difícil como para un camello pasar a través del ojo de una aguja, pero que después completa el discurso con la frase “Lo que es imposible al hombre es posible para Dios” (Mc 10,27 y par.) hasta hablar de su sangre como sangre del Pacto. A esa predicación que se va elevando y se hace más vasta y profunda corresponde al final la afirmación, ratificada con la aceptación de su muerte, de ser él el lazo de unión, de sangre y de vida, entre Dios y los hombres”.


Por una parte, insiste en el Jesús meramente hombre..., mas por otra habla con tranquilidad de que este hombre se "transfigur ante los discípulos", y que tiene una conciencia tan elevada de sí mismo que llega a pensar que su sangre es "sangre del Pacto".

Todo lo que se dice en el párrafo transcrito puede entenderse en una línea de lo más ortodoxo. Otro lector, sin embargo, podría entenderlo en otra clave, menos sobrenaturalista en la que el Jesús del "Pacto" no deja de ser un mero hombre. ¿Deja Sacchi este punto en la obscuridad porque ni el mismo puede desentrañar el misterio de lo que pensaba jesús realmente?

Seguiremos. Saludos cordiales de Antonio Piñero.

www.antoniopinero.com

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Repito mi nota informativa del otro día:

En el otro blog que escribo, titulado “Cristianismo e Historia” estoy haciendo ahora una breve explicación, pasaje por pasaje de las cartas auténticas de Pablo. Los temas de uno y otro blog no se solapan. No sé si a alguno de los lectores de este blog, le interesará echar una ojeada.

Manera de entrar en “Cristianismo e historia”:

· Pinchando en el enlace que arriba a la izquierda, como “link”, tiene esta misma página, la del blog presente.

· O bien escribiendo: http://www.tendencias21.net/crist/
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