Fuentes críticamente históricas sobre Jesús" (y V) (92-05)

Hoy escribe Antonio Piñero

Concluimos hoy el espacio dedicado al método de acercamiento de José Montserrat a las fuentes que nos sirven para estudiar al Jesús de la historia. Mi interés ha sido que los lectores de este blog vean los muy distintos enfoques con los que investigadores serios y honestos se enfrentan al problema de los textos y a las posibilidades que poseemos de extraer de llos información fiable. No hay consenso en el método ni un sólo acercamiejnto a él ni mucho menos.

Concluida este miniserie, volveremos a nuestro análisis del método propugnado Por James D. G. Dunn, apreciado por otros historiadores que se acercan a los textos-base con una impostación distinta. Cuando conluyamos el análisis de las posiciones de Dunn, haremos una miniserie dedicada al método de análisis y resultado de Hans Küng en su obra "El judaísmo".

Damos de nuevo la palabra a José Montserrat:

Fuentes críticamente históricas

"Las fuentes indiscutiblemente históricas que se refieren a Jesús son las cartas de Pablo, las obras de Flavio Josefo y un breve pasaje de los Anales de Tácito. Cotejados con esta fuentes, los textos legendarios, evangelios y Hechos, permiten extraer bastantes datos que completan la parquedad de las fuentes históricas. Me limitaré a anotar algunas observaciones sobre Tácito y sobre Flavio Josefo.

"Los seis libros de los Anales de Tácito que reseñan el principado de Tiberio se conservan en un único manuscrito datado del siglo IX y descubierto en el siglo XV, conocido como Mediceus Prior. Al final del libro V el texto acusa una gran laguna, completamente pasada por alto por el copista medieval, que no se percató de que faltaba un entero cuadernillo. Este cuadernillo cubría la crónica del final de año 29 (decimoquinto de Tiberio), todo el 30 y la mayor parte del 31. Se trata de los años de la probable actividad de Jesús en Galilea y Judea, y posiblemente del de su muerte (¿año 30?). Es difícil dilucidar si el cuadernillo se extravió o si fue eliminado porque contenía informaciones inaceptables para algún copista cristiano. Anoto de paso que también fueron suprimidas las últimas páginas de las Historias romanas de Veleyo Patérculo, que trataban de los años 29 y 30 de Tiberio.

"Todos los manuscritos de las Antigüedades de los judíos de Flavio Josefo incluyen un pasaje (18,63-64) en el que el autor describe brevemente el episodio de Jesús. La terminología y la orientación obviamente cristianas del pasaje han inducido los críticos a rechazarlo como inauténtico. Algunos han sugerido que el texto podía haber sido simplemente modificado, y han intentado diversas reconstrucciones.*

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* J. Meier rescata como auténtica la expresión "(Jesús) fue autor de hechos asombrosos" y en virtud de esta alquimia gratuita dispone de un magnífico "testimonio histórico" acerca de Jesús como autor de hechos extraordinarios, a un paso de los milagros… (Judío marginal I, 84).
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"Pienso, por mi parte, que Josefo había incluido efectivamente aquí una noticia sobre Jesús, pero que fue totalmente eliminada y substituida por el texto cristiano actual. Una breve reseña acerca de Jesús estaba aquí en su lugar. Efectivamente, en este capítulo, el tercero del libro 18, Josefo narra los disturbios que tuvieron lugar bajo Poncio Pilato: el de los estandartes militares (18,55-59); el uso indebido del tesoro del templo (60-62); el ajusticiamiento de Jesús (63-64); un intervalo romano (65-84); los graves incidentes de Samaría (85-87). Es difícil creer que Flavio Josefo no hiciera ninguna referencia al hecho de Jesús, cuando reseña episodios incluso triviales acaecidos en Jerusalén. La condena y la ejecución por sedición de un judío no tenía nada de trivial y era un hecho muy poco frecuente. Pienso, por tanto, que Flavio Josefo sí informó acerca de Jesús, pero que no conservamos el texto auténtico de su reseña.

"Como se echa de ver, las fuentes críticamente históricas acerca de Jesús son escasísismas, pero suficientes para establecer su plena historicidad. Aunando los datos de Pablo, de Tácito y de Flavio Josefo, podemos establecer este perfil biográfico: Jesús era un judío de la época del emperador Tiberio; tenía un hermano llamado Jaime; fue crucificado por el prefecto Poncio Pilato; fue denominado el Cristo. El resto tenemos que extraerlo de los escritos legendarios por medio de procedimientos probabilísticos.

Criterios de historicidad

"Nos enfrentamos con una considerable masa documental que presenta la forma de la narrativa histórica pero cuyo contenido es básicamente legendario: exaltación del personaje, milagros, inserción en el medio divino. Precisaremos una serie de criterios lógico-históricos para extraer de este acervo datos históricamente válidos. La tarea no es desesperada, ni mucho menos. Ya he advertido repetidamente que Jesús es un personaje indiscutiblemente histórico, y añadíría que no tan insignificante como algunos recientes autores apologéticos han sostenido para explicar la ausencia de noticias en los autores contemporáneos. Pienso que estas noticias existían y fueron suprimidas porque no interesaba su tenor. Por otra parte, partimos, como hemos visto, de unos fundamentos escasos pero sólidos. Se trata ahora de examinar todas las noticias y juzgarlas de acuerdo con criterios de historicidad universales. Por medio de esta labor será posible construir un segundo nivel de datos, no ciertos, pero si plausibles, que aunados a los datos fiables ofreceran una amplia base fáctica sobre la cual se podrán construir las diversas teorías interpretativas de acuerdo con el método hipotético-deductivo descrito más arriba.

"Nos movemos, pues, en tres niveles lógico-históricos:

1. Los hechos ciertos, basados en Pablo, Flavio Josefo y Tácito.
2. Los hechos plausibles, extraídos por medio de los criterios de historicidad.
3. Las teorías generales, cuya efectividad se juzgará en función de su capacidad explicativa del conjunto de los hechos (ça fonctionne).

"Los historiadores del cristianismo antiguo dedican a las cuestiones metodológicas mucho más espacio que los historiadores generales. No es difícil adivinar el porque de esta constatación: se trata de afinar lo más posible los instrumentos para extraer la mayor cantidad posible de hechos homologables. En algunos casos el resultado es casi cómico, pues el investigador acaba reconstruyendo la leyenda por vía de "crítica histórica". La reciente apologética cristiana es más seria. Me complazco en aducir aquí un pasaje de uno de los grandes maestros de ella:

Dada la índole de la historia antigua en general y de los Evangelios en particular, los criterios de historicidad producirán normalmente juicios con un grado de certeza más o menos elevado: raramente se podrá alcanzar la certeza absoluta. De hecho, como en la búsqueda del Jesús histórico todo es posible, la función de los criterios es permitir el paso desde lo simplemente posible a lo realmente probable, para estudiar varias probabiliadades y decidir qué candidato es más probable. De ordinario esto es todo lo que se puede esperar de los criterios. (J. Meier, Un judío marginal, I, pág.183).


"Los criterios de historicidad son básicamente funciones del sentido común; esta es la razón por la que muchos historiadores no creen necesario filosofar sobre ellos.

Hasta aquí las palabras de José Montserrat, con las que concluimos esta suerte de miniserie que nos ha ocupado una semana.

Espero que los lectores caigan en la cuenta de la gran importancia de esta discusión metodológica y que ella les sirva para contemplar otras posibilidades, poco expuestas en España, y para formarse su propio criterio en la discusión de los diversos argumentos.

Saludos cordiales de Antonio Piñero
www.antoniopinero.com

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En el otro blog, “Cristianismo e Historia”, el tema de hoy es

“Revueltas de tono mesiánico a la muerte de Herodes el Grande”

Manera de llegar a este comunicación:

Pinchando en la página presente, arriba a la izquierda, donde hay un par de contactos o “links”. Uno de ellos es “Cristianismo e Historia”

Saludos de nuevo.
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