¿Sólo se recordó a Jesús? (109-E)

Hoy escribe Antonio Piñero

Hemos concluido en la postal anterior la contraposición de posturas ante las fuentes antiguas que nos sirven para reconstruir a Jesús, posturas que se dan entre dos miembros del estamento académico, los dos ciertamente muy respetados por sus alumnos en toda su trayectoria profesional en la universidad. La contraposición ha demostrado cómo en historia antigua las cosas nunca están tan claras como algunos podrían pensar y hay lugar para posiciones muy encontradas. Volvamos, pues, al comentario de las conclusiones finales de Dunn en su obra Jesús recordado (versión española de Verbo Divino, 2009).

La tesis central de James Dunn que fundamenta toda su investigación sobre Jesús es la siguiente:

1)El único objetivo realista para toda “búsqueda del Jesús histórico” es sólo el Jesús recordado, sin añadidos.

2) La tradición de Jesús de los Evangelios confirma que en el cristianismo primitivo había gran interés en recordar a Jesús.

3) La misma tradición nos muestra cómo era recordado, y el carácter de ella indica claramente una y otra vez que había recibido su forma básica mediante su repetición de manera oral.

4) Lo cual sugiere a su vez que esa forma básica provenía del impacto original e inmediato causado por Jesús como lo expresaron por primera vez con palabras los testigos directos de lo que Jesús dijo e hizo.

5) En este sentido fundamental, la afirmación básica sería la tradición de Jesús es prácticamente solo “Jesús recordado”.

En apariencia no habría nada que objetar, pero como expuse muy brevemente en mi primer comentario a la obra de este ilustre exegeta, tengo la impresión de que su formulación olvida que la tradición oral es únicamente un fenómeno reconstruible y perceptible a través de fuentes escritas –los evangelios- y de las variaciones entre ellos cuando hay temas comunes (que deben explicarse por las discrepancias usuales de la transmisión oral. En otras palabras la tradición oral, el "recuerdo", sólo nos es conocido indirectamente.

Por consiguiente los historiadores no nos encontramos con una tradición oral más o menos pura, sino con una filtrada a través de la mentalidad de los evangelistas, que son verdaderos autores (es decir, que “manipulan” sus fuentes), no sólo meros transmisores, inocuos de la tradición.

En concreto, creo que puede sostenerse con más probabilidad que cualquier otra tesis que los evangelistas nos transmiten la tradición sobre Jesús filtrada a través de las lentes que suponen la aceptación en sus líneas m´s importantes de la interpretación de Pablo de Jesús de Nazaret. Por consiguiente:

A) En algunos casos pueden reflejar dichos y hechos de Jesús que procedan directamente de él, digamos “sin”, o con poca, “contaminación”, si no afectan a esa visión básica paulina sobre Jesús que ellos aceptan;

B)En otros, y a veces, reflejan dichos y hechos de Jesús encuadrados en un marco conceptual determinado, que me parece -como insisto- fundamentalmente paulino.

Veamos un caso determinado como ejemplo. El concepto de la salvación del ser humano según Jesús de Nazaret, rescatado de los Evangelios en los casos en los que puede transmitirse una tradición oral sobre Jesús que hemos llamado A):

Me parece que la salvación, según Jesús de Nazaret, era cualquier tipo de vida y pensamiento que estuviera ligado a una situación de pecado contra la "Alianza"; convertirse, volverse a Dios, con un desprendimiento absoluto de los bienes e incluso de la familia, de modo que se estuviera totalmente abierto y dispuesto para aceptar la venida del reino de Dios sobre la tierra de Israel, que sería loa concreción de la "Alianza".

Jesús, como el judaísmo piadoso de su momento, esperaba que la relación entre Dios y el hombre, deteriorada por el pecado, habría de cambiar por una acción de Dios al final de los tiempos. Esta intervención divina sería la que instaurase el Reino de Dios sobre Israel en el futuro…, un futuro inmediato o muy próximo, pero un futuro. “Convertirse” se entiende volverse de corazón al marco de la ley de Moisés y al de la alianza con Dios y su pueblo cuyas normas se expresan en esa Ley. Por toamnto, convertirse, según Jesús de Nazaret, sería apartarse del pecado y tornarse hacia Dios volviendo a cumplir plenamente la Ley en su esencia, en su profundidad, tal como él, Jesús, la explica y aclara, por ejemplo en el Sermón de la Montaña.

Sin embargo, a través de otros estratos de los mismos evangelios de los que puede obtenerse la noción de la salvación que acabamos de exponer, se sobreentiende que el concepto de la salvación del ser humano ha cambiado una vez que ha llegado la plenitud de los tiempos, que Jesús ha venido sobre la tierra y que ha aceptado el sacrificio de la cruz, impuesto sobre por la voluntad de su Padre.

Tal concepto, nuevo, sería el siguiente:

1. La humanidad está en una condición desesperada y sin remedio por el pecado: es enemiga absoluta e irreconciliable de Dios. Por sus propias fuerzas no puede salir de esta situación.

2. Dios se ha apiadado de la humanidad: ha hecho que su Hijo (con mayúscula, pues en su humanidad deja rtraslucir de algún modo su fivinidad) se encarne en un cuerpo humano. De este modo, una suerte de salvador divino ha descendido de hecho del cielo por medio de la encarnación en el seno de una Virgen y transita entre los hombres. Aunque no queda claro por voluntad propia, este ser humano, es el mesías de Israel. Pero ahora, ese concpto de mesías se ha ensanchado: a la vez es el redentor de todo el genero humano.

3. Este salvador/redentor muere violentamente en la cruz, conforme a un plan divino querido por la divinidad desde toda la eternidad. Del Cuarto Evangelio parece desprenderse con mayor claridad aún que de los Sinópticos que en el plan judeo-romano para asesinar al mesías redentor interviene Satanás de una manera implícita, sobre todo por su penetración en el ánimo del traidor Judas y también en el de los jefes del pueblo judío.

4. El salvador crucificado resucita, lo que confirma su divinidad e inmortalidad.

5. La muerte del salvador es un sacrificio expiatorio, vicario por los pecados de la humanidad. Pero los efectos de esta expiación sólo se hace efectivos en aquellos que tienen fe en el significado y eficacia de esa muerte redentora. El que no crea en que Jesús es verdadero hijo de Dios, que ha muerto en la cruz "por muchos" (es decir, por todos) no se salvará.

6. Por el contrario, los que aceptan por la fe al mesías salvador y su sacrificio reciben la promesa efectiva de participar en su resurrección y en la inmortalidad.

Como se ve, parece que no se puede negar que hay un cambio muy notable entre la concepción de la salvación del ser humano de Jesús de Nazaret –insisto: tal como se deduce de la lectura crítica de los Evangelios- y la que presenta también el conjunto de los Evangelios mismos y con la misma fuerza.

Y las dos concepciones se transmiten igualmente a través del recuerdo de los dichos y hechos de Jesús.

Una, pienso, es propia del Nazareno y no ha recibido ninguna reinterpretación, puesto que es puramente judía; otras –según los mismos Evangelistas- sería propia también de Jesús, pero pienso que ha recibido una reinterpretación, paulina en concreto .

Éste es sólo un ejemplo, pero que vale para la reflexión del conjunto. Por ello, no puedo estar de acuerdo con la formulación de James Dunn de que la tradición sólo transmite el “Jesús recordado”. Pienso, pues, que transmite ciertamente al Jesús recordado, pero también al Jesús reinterpretado…. ¡y no siempre en el sentido que se puede presumir que era el originario del Nazareno!

Con razón algunos lectores habrán podido observar un cierto sabor paulino en las líneas expuestas más arriba. Y es cierto: siempre he sostenido –con muchos investigadores- que esa concepción fundamental de la salvación del ser humano que se trasluce de los Evangelios, en el fondo la toma el conjunto de los cuatro evangelistas canónico, incluido el Cuarto, de Pablo de Tarso.

Seguiremos.
Saludos cordiales de Antonio Piñero.
www.antoniopinero.com

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En el otro blog, “Cristianismo e Historia”, el tema de hoy es

“En el judaísmo el mesías es sólo un ser humano”
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Saludos de nuevo.
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