“El problema de la ejecución de Jesús por los romanos” (109-29)

Hoy escribe Antonio Piñero


Como decíamos en la postal de ayer, procederemos a “coger al toro por sus cuernos”, a saber iremos a lo esencial, a discutir argumentos básicos y fundamentales para demostrar –y si no se puede totalmente, porque en historia casi todos son hipótesis- o para hacer probable la tesis de que “Jesús fue recordado, ciertamente, pero a la vez profundamente reinterpretado”, comenzando como es natural por los evangelistas mismos. Vamos a proceder del modo siguiente:

• Utilizaremos un solo pasaje de la vida, pero iluminador: "por qué fue ejecutado por los romanos", para intentar presentar la posible realidad histórica. Aunque a muchos lectores este paso resulte ya evidente, se sorprenderían de los muchos, muchísimos entre los cristianos de hoy, que niegan o ignoran los verdaderos motivos por los que Jesús murió en la cruz.

• Una vez que nos hayamos clarificado en este punto, nos preguntaremos ¿cómo presenta el Evangelio de Marcos este hecho y todo lo que antecede en la vida de Jesús? Nos interesa mucho su punto fe vista, porque él es el primer en intentar ofrecer a lectores del mundo grecorromano lo que pasó en realidad con Jesús. Y aquí no puede olvidarse que se ha definido acertadamente el Evangelio de Marcos como una “historia de la Pasión, con una introducción amplia”. Por tanto, para Marcos, la muerte de Jesús es esencial y nos revela su pensamiento como autor de la historia.

• Luego intentaremos hacer plausible la tesis de que la visión de Marcos sobre Jesús es paulina. No se corresponde totalmente a la verdad histórica sobre el Jesús de la historia. Es una profunda reinterpretación. Con otras palabras: esta reinterpretación está conformada por un molde intelectual: la teología de Pablo de Tarso. Y esta teología procede no de los hechos histórico, sino de una revelación celeste, según el Tarsiota.

Y comenzamos con el tema de la reconstrucción histórica de los motivos “de la ejecución de Jesús”:

Como decimos, casi el 95% de los críticos actuales aceptan la prioridad de Marcos (no todos; algunos siguen pensando que el primer evangelio fue el de Mateo, y que Marcos lo copió y abrevió). Por tanto, con la inmensa mayoría de la crítica sostenemos que el primer evangelista que intentó ofrecer una respuesta a la gran pregunta “¿Por qué fue el mesías ejecutado por los romanos?” fue Marcos.

La cuestión era importante porque eso era lo primero que preguntaban los futuros conversos a la fe dentro del Imperio: ¿cómo voy a creer que el salvador del mundo fue un judío, y un judío, además, ejecutado por nuestras autoridades?

La respuesta de Marcos –el relato de la Pasión de Jesús y su significado- fue aceptado por los otros evangelistas, aunque, a su vez, introdujeron leves o profundos retoques. ¿Fue correcta la respuesta ofrecida por Marcos? Con el mayor de los respetos, un historiador puede y debe planteárselo, y mostrar sus dudas razonables.

El progreso de los estudios del Nuevo Testamento ha demostrado, de una manera casi irrefutable, como un bien adquirido, que los evangelios deben ser juzgados en su verdad histórica teniendo en cuenta cómo responden a las ideas y necesidades de los grupos de lectores, o de las comunidades, a las que iban dirigidos. Ello nos lleva a pensar que el Evangelio de Marcos y su relato de la muerte de Jesús debe ser contemplado también en función de su “entorno”, y del “entorno vital” de la comunidad en la que vio la luz. A priori ya, no puede considerársele como una simple reseña de hechos, una relación pura, simple y objetiva de lo que ocurrió en Jerusalén en los últimos días de la vida de Jesús. el auor une a la posible reseña su interpretación.

Y aparecerá en seguida que la explicación de Marcos de la muerte de Jesús está gobernada por ideas que muy posiblemente han modificado la perspectiva de los acontecimientos, los puros y simples hechos.

Como historiadores podemos plantearnos esta tarea: interrogar los hechos con sentido común y sin prejuicios, evitar cualquier fácil hipótesis aventurada, evitar constructos teológicos a priori, y dar razón de por qué Jesús,

· Que tuvo a un celota por discípulo predilecto (es decir del grupo de los Doce), Simón el cananeo o el celota,

· Por qué fue comparado -y Pilato lo consideró intercambiable- con un revolucionario estricto como Barrabás,

· Por qué murió crucificado entre dos “bandoleros”, es decir, dos hombres que pertenecían sin duda al movimiento de resistencia judía al poder de Roma y que morían por haber desafiado precisamente esa soberanía romana sobre Israel, que ellos consideraban profundamente injusta.

Seguiremos.
Saludos cordiales de Antonio Piñero.
www.antoniopinero.com

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• En el otro blog, “Cristianismo e Historia” (en la revista electrónica “Tendencias21”, el tema de hoy es:

“El mesianismo según los discípulos de Jesús”

• Magíster de "Ciencias de las Religiones" Universidad PABLO DE OLAVIDE, Sevilla (Véase postal de 26-06-2009)

Para obtener más información:

http://www.upo.es/historia_antigua/master_religiones/index.jsp

Saludos de nuevo.
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