Un ejemplo de “Tendencia” o "sesgo": la del evangelista Lucas en los Hechos de los apóstoles (V) (109-46)

Hoy escribe Antonio Piñero

Después de lo expuesto como teoría y como brevísima perspectiva de la historia de la investigación en las postales anteriores, quisiera poner hoy un ejemplo –no el del Evangelio de Marcos- que dejaremos para el final, sino de otro evangelista, Lucas, en la segunda parte de su Evangelio, denominada “Hechos de los apóstoles”.

Corro el riesgo serio al emprender esta tarea de ser tachado por algunos de mis amables lectores precisamente de sesgado y de falta de imparcialidad. Por ello, se me ha ocurrido que voy a recurrir a un estudioso católico, varias citado en este blog y del que he comentado, y comentaré, algún libro, que es Senén Vidal.

Como es sabido, S. Vidal es profesor de Nuevo Testamento en el Estudio Teológico Agustiniano, y la obra de la que voy a sacar casi todos los datos para este ejemplo –que, repito, deseo expresamente que no sea mío- es Pablo. De Tarso a Roma, publicada por Sal Terrae, Santander, 2ª edición, 2008, en su apéndice “La imagen de Pablo en Hechos”, pp. 21-27, con referencias abundantes a otras partes de su obra. Voy a limitarme tan sólo a resumir y a la vez a parafrasear levemente los datos ofrecidos por este investigador, a quien aprecio mucho. Reduciré un tanto las referencias para no cargar demasiado estas postales.

Vidal comienza destacando que los Hechos de los apóstoles (Hch) aportan importantes noticias históricas sobre la vida de Pablo, puesto que utiliza tradiciones y fuentes previas, que sigue a veces fielmente. Entre estas noticias destaca algunas, como la vocación de Pablo y la asamblea de Jerusalén (Hch 15) como rigurosamente históricas. Entre las noticias también fidedignas enumera entre otras, su nacimiento en Tarso, su cambio de nombre de Saulo a Pablo, su vínculo con los grupos judeocristianos previos de Damasco y Antioquía, algunas precisiones sobre el proceso de Pablo en Cesarea. Por tanto, argumenta Vidal, Hch es un documento imprescindible para la reconstrucción histórica de la vida del Apóstol.

Sin embargo, también es claro –afirma el mismo autor- que el libro de Hch “se distancia e incluso contradice abiertamente en bastantes ocasiones los datos de las cartas auténticas de Pablo”. En algunos casos se debe a la introducción de leyendas populares en el relato, pero en otros casos, las variaciones y divergencias se deben a “intereses especiales de la obra”, es decir a su “sesgo”, que “cuadran con una típica ‘tendencia’ apologética”.

A. El autor de Hch pretende expresamente presentar la imagen de Pablo con los rasgos de un personaje socialmente respetable. Así,

• La noticia sobre la ciudadanía romana de Pablo (Hch 16,37-38) es “claramente sospechosa. No se conforma con los datos de las cartas y, por otra parte, trasluce el típico interés apologético de Hch de presentar al personaje principal de su narración como una figura socialmente respetable e incluso relevante”. En contra de esta ciudadanía está la declaración del mismo Pablo en 2 Cor 11,24-25:

“Cinco veces recibí de los judíos los treinta y nueve azotes. 25 Tres veces me golpearon con varas, una vez me apedrearon, tres veces naufragué, y pasé un día y una noche como náufrago en alta mar”.


“El texto se refiere a castigos oficiales ejecutados por las sinagogas judías y las autoridades civiles, cuya aplicación a ciudadanos romanos estaba prohibida legalmente” (p. 33).

• “Dentro de ese mismo interés apologético se enmarcan las diversas noticias en Hch sobre el respeto que las autoridades civiles prestan a Pablo. Hch presenta la hostilidad que sufre Pablo como debida fundamentalmente al hostigamiento por parte de los judíos".

Las autoridades civiles no hacen caso de las acusaciones contre el Apóstol (Hch 18,12-17), o se disculpan de sus actividades hostiles hacia él (Hch 16,19-39)”. “Es cierto que Pablo mismo afirma que sufrió hostilidad por parte de los judíos (Gál 5,11). Pero en contra de lo que dicen los Hch, una parte de la hostilidad le vino directamente de las autoridades civiles.

Así, la persecución en Damasco, por parte del gobernador del rey nabateo Aretas (2 Cor 11,32-33), y no por parte de los judíos como afirma Hch 9,23-25. Precisamente por razón de su tendencia apologética, el autor de Hch silencia algunos casos importantes de hostilidad contra Pablo por parte de las autoridades civiles, como la prolongada prisión en Éfeso, que hay que inferir de las noticias de las cartas, lo mismo que la condena y la ejecución en Roma”.

Seguiremos con otros temas que afectan más radicalmente aún a la figura de Pablo.
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Saludos cordiales de Antonio Piñero.
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Hoy, en el otro blog, “Cristianismo e Historia”, de la revista electrónica “Tendencias21” el tema de hoy es:

“Comentario al Tercer Gran Fragmento de Corintios A (11,2-34)”

De nuevo saludos.
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