Presos de conciencia y religión
Hoy escribe Fernando Bermejo
Organizaciones de Derechos Humanos como Amnistía Internacional consideran “Presos de conciencia” a toda persona encarcelada o sometida a otras restricciones físicas no por haber cometido un delito, sino simplemente en razón de sus convicciones políticas, religiosas o por cualquier otro motivo ideológico, o por su origen étnico, sexo, color, idioma, origen nacional o social, situación económica, nacimiento, orientación sexual… siempre que esa persona no haya recurrido a la violencia, ni propugnado su uso o incitado al odio.
A lo largo de sus casi 50 años de existencia, Amnistía Internacional –una organización independiente de todo credo político o religioso, Premio Nobel de la Paz en 1977– ha “adoptado” como presos de conciencia (siempre tras una investigación detallada) a muchas personas detenidas y amenazadas también en virtud de sus convicciones religiosas.
Estas Navidades, Amnistía Internacional lanza una campaña encaminada a apoyar psicológica y moralmente a diversos presos de conciencia, entre los que se hallan personas religiosas (como el sacerdote católico vietnamita Nguyen van Ly) o detenidas en contextos en los que se han barajado razones religiosas (como la joven activista kurda iraní Ronak Safarzadeh). La campaña consiste en el envío de mensajes a tales personas presas, y tiene un doble objetivo: por un lado, hacer ver a las autoridades de los países respectivos que las personas con las que se ha cometido una injusticia no están solas ni olvidadas; por otro, apoyar moralmente a quienes, injustamente detenidos y acusados, están expuestos –entre otras cosas– al desánimo y la desesperación.
Quienes hayan tenido contacto con presos de conciencia saben cuán valiosa puede llegar a ser para ellos (y, de modo no infrecuente, para la mejora de su situación y aun para su liberación) la recepción de tales mensajes. Así pues, hoy quizás sobran palabras en este blog y faltan en otros lugares.
Para quien esté interesado, éste es el enlace: www.es.amnesty.org/regala-tus-palabras/
Feliz Navidad y/o solsticio de invierno a todos nuestros lectores.
Saludos cordiales de Fernando Bermejo
Organizaciones de Derechos Humanos como Amnistía Internacional consideran “Presos de conciencia” a toda persona encarcelada o sometida a otras restricciones físicas no por haber cometido un delito, sino simplemente en razón de sus convicciones políticas, religiosas o por cualquier otro motivo ideológico, o por su origen étnico, sexo, color, idioma, origen nacional o social, situación económica, nacimiento, orientación sexual… siempre que esa persona no haya recurrido a la violencia, ni propugnado su uso o incitado al odio.
A lo largo de sus casi 50 años de existencia, Amnistía Internacional –una organización independiente de todo credo político o religioso, Premio Nobel de la Paz en 1977– ha “adoptado” como presos de conciencia (siempre tras una investigación detallada) a muchas personas detenidas y amenazadas también en virtud de sus convicciones religiosas.
Estas Navidades, Amnistía Internacional lanza una campaña encaminada a apoyar psicológica y moralmente a diversos presos de conciencia, entre los que se hallan personas religiosas (como el sacerdote católico vietnamita Nguyen van Ly) o detenidas en contextos en los que se han barajado razones religiosas (como la joven activista kurda iraní Ronak Safarzadeh). La campaña consiste en el envío de mensajes a tales personas presas, y tiene un doble objetivo: por un lado, hacer ver a las autoridades de los países respectivos que las personas con las que se ha cometido una injusticia no están solas ni olvidadas; por otro, apoyar moralmente a quienes, injustamente detenidos y acusados, están expuestos –entre otras cosas– al desánimo y la desesperación.
Quienes hayan tenido contacto con presos de conciencia saben cuán valiosa puede llegar a ser para ellos (y, de modo no infrecuente, para la mejora de su situación y aun para su liberación) la recepción de tales mensajes. Así pues, hoy quizás sobran palabras en este blog y faltan en otros lugares.
Para quien esté interesado, éste es el enlace: www.es.amnesty.org/regala-tus-palabras/
Feliz Navidad y/o solsticio de invierno a todos nuestros lectores.
Saludos cordiales de Fernando Bermejo
