¿Es tendencioso y sesgado el Evangelio de Marcos? (V) (112-05 )

Hoy escribe Antonio Piñero


Continuamos con el tema de la "tendencia" repasando y analizando de modo seguido las perícopas más interesantes al respecto del Evangelio de Marcos.

Por si fuera poco con presentar el terrible antagonismo "judaísmo normativo"-Jesús, explicitado en el capítulo 2 (véase postal anterior), Marcos insinúa, o mejor pone de manifiesto, el designio asesino -para nada justificado dada la bondad del Nazareno- de sus enemigos ideológicos.. ¡y esto ocurre nada más comenzar el ministerio público de Jesús en Galilea!:

“1 Entró de nuevo en la sinagoga, y había allí un hombre que tenía la mano paralizada. 2 Estaban al acecho a ver si le curaba en sábado para poder acusarle. 3 Dice al hombre que tenía la mano seca: «Levántate ahí en medio.» 4 Y les dice: «¿Es lícito en sábado hacer el bien en vez del mal, salvar una vida en vez de destruirla?» Pero ellos callaban. 5 Entonces, mirándoles con ira, apenado por la dureza de su corazón, dice al hombre: «Extiende la mano.» El la extendió y quedó restablecida su mano.

6 En cuanto salieron los fariseos, se confabularon con los herodianos contra él para ver cómo eliminarle”. (Mc 3,1-6)


Debemos sólo hacer una advertencia doble, respecto a este pasaje:

· En primer lugar: es sumamente inverosímil en el Israel del siglo I este consorcio y confabulación entre fariseos estrictos y herodianos, helenistas extremos. Naturalmente el lector de Marcos no cae en la cuenta de ello.

Los fariseos discutían tremendamente en el siglo I sobre cómo interpretar la Ley. Las diferencias entre dos prominentes sabios judíos de la época, venerados hasta hoy por los judíos, Hillel y Šammai (Samías), eran mucho mayores que las expresadas entre Jesús y otros fariseos. Es más, se podía ser perfectamente judío negando cuestiones básicas de la teología farisea, como la resurrección, la vida futura, la Ley oral, el valor canónico de la inmensa mayoría de la Biblia –salvo el Pentateuco- como pregonaban y practicaban los saduceos… ¡que a pesar de semejantes "barbaridades ideológicas" a los ojos de todo fariseo, seguían siendo judíos plenos! Y a ningún fariseo se le ocurría por ello, por esta diferencia de ideología, matar a los saduceos.

Por ello nos preguntamos: ¿es verosímil en el siglo I y en el Israel que conocmeos por otras fuentes el anuncio del Evangelio de Marcos de que los fariseos querían matar a Jesús por una discusión teológica hasta cierto punto menor? ¿Sería mucho imaginar que el evangelista está ya preparando, desde un punto de vista literario, los motivos puramente religiosos, no políticos, de la condena y muerte de Jesús, cuya culpa recae –según el Evangelio- sobre los judíos? Recordemos que se ha definido con justeza al Evangelio de Marcos como “Un relato de la Pasión con una introducción larga”. Lo que pase en los momentos finales de Jesús se prepara literaria y efectivamente ahora, al principio de la vida pública de Jesús y del Evangelio, como obra escrita.

En conclusión de esta primera observación: esta inverosimilitud histórica se debe a una "tendencia": hay que dibujar a largo plazo, pero desde el inicio mismo, los motivos de la muerte de Jesús, como religiosos e intrajudíos, no como "políticos" y contra el Imperio.

Segundo: en el mismo Evangelio se apunta indirectamente la verdad histórica: los fariseos, al final del escrito, donde Marcos sigue en parte un relato previo de la Pasión, no participan en absoluto en la condena de Jesús. Es más dos fariseos muy importantes están de su parte (José de Arimatea, que además pertenece al Gran Sanedrín), y –en el Evangelio de Juan- el rumboso Nicodemo. En Marcos, son los “sumos sacerdotes” de los judíos los que instigan la sentencia de muerte contra Jesús (15,10-11), y por causa religiosa:

“Habéis oído la blasfemia. ¿Qué os parece?» Todos juzgaron que era reo de muerte” (14,64).

¿Cómo casa esta clamorosa ausencia con la presentación, por parte del mismo Marcos de los fariseos (en Mc 7,3? como los jefes típicos del pueblo judío?:

“Es que los fariseos y todos los judíos no comen sin haberse lavado las manos hasta el codo, aferrados a la tradición de los antiguos”

Resulta, pues, que los fariseos son los jefes del pueblo, los que más influyen en él, los que se coaligan desde el principio (postar anterior) para matar a Jesús..., y luego ¡no participan en su condena y muerte!..., precisamente cuando Marcos va siguiendo una fuente previa ("El relato previo a Marcos de la Pasión"; véase A. Piñero, "El relato de la pasión de Jesús", en Id.- E. Gómez Segura (eds.), La verdadera historia de la pasión, Edaf, Madrid, 2008, 163ss)

Añadimos otro pequeño pero importante dato respecto a la condena de Jesús: según la interpretación de S.G.F. Brandon y colegas ocurre algo parecido también con el término “sumo sacerdote” cuando éstos intervienen principalmente en la sentencia de muerte del Nazareno: Estas palabras, "sumos sacerdotes", no podían sino evocar a los lectores occidentales, romanos sobre todo, del Evangelio, a otro tipo de judíos de primera clase, dirigentes, odiosos en esos momentos: las dos clases, fariseos y sumos sacerdotes encarnan los aspectos más “rechazables” de los judíos para los lectores occidentales.

Por ello, la presentación de los fariseos formando un complot, incluso con gentes extrañas, para matar a Jesús es “normal” en Marcos y se explica bien por ls circunstancias de composición y lectores de su Evangelio. Conforma y confirma su “tendencia”.

En esta misma interpretación, Marcos une a herodianos y fariseos en el mismo “paquete” porque para los lectores romanos, los herodianos eran relativamente conocidos, tanto –por la historia reciente- Herodes Agripa I, que fue muy amigo de los emperadores Calígula y de Claudio, así como por la hermana de Herodes Agripa II, la famosa y bella Berenice, que era la amante del futuro emperador, hijo de Vespasiano y general victorioso sobre Juda, Tito.

De así se sigue que el autor de Marcos conjunte en una misma intención maligna a fariseos y herodianos, dos enemigos entre sí, pero conocidos y típicos del ambiente judío por otra, de los lectores del Evangelio y al final, en la historia de la pasión, destaque con insistencia al otro gerupo de dirigentes que antes no había sido nombrado en el complot para asesinar a Jesús: los sumos sacerdotes.

Seguiremos.
Saludos cordiales de Antonio Piñero.
www.antoniopinero.com
…………..

En el otro blog, “Cristianismo e historia” de la revista “Tendencias21” el tema es el siguiente:

“¿Qué quiere decir 'magos' en el Evangelio de la infancia de Mateo?”

Saludos de nuevo.
Volver arriba