Un ejemplo de crítica de fuentes aplicada al Evangelio de Lucas (II) (200-21)

Hoy escribe Antonio Piñero


Seguimos con el análisis de fuentes efectuado por François Bovon en su Comentario al Evangelio de Lucas, vol. IV, comentario a Lc 23,26-43 (véase la versión española en la postal anterior), que en unos meses publicará Editorial Sígueme de Salamanca.

“El v. 32 de esta perícopa que estamos analizando por su vocabulario y estilo corresponde al v. 26 y concluye un párrafo que menciona a los actores que sufren (Jesús y Simón de Cirene al principio, v. 26; los dos bandidos al final, v. 32), y a los testigos que participan en la acción (la muchedumbre y las mujeres).

Los vv. 26-32 cuentan brevemente el camino hacia la cruz, mientras que los vv. 33-34 explican también sucintamente que se llega al destino, al lugar llamado Calavera o Calvario. Al parecer, la fuente de Lucas se contenta con mencionar la llegada de la comitiva, el nombre griego del lugar, la acción de crucificar a los tres condenados, una oración de Jesús y el sorteo de las vestiduras.

El nombre semítico del lugar, Gólgota, no aparece en Lucas, al igual que tampoco el de Getsemaní en el cap. 22. Lucas omite lo del brebaje, el primero, ya que el evangelista mencionará el segundo brebaje en el v. 36. La inscripción sobre la cruz será citada sólo posteriormente (v. 38).

En cambio, la oración de Jesús que implora el perdón para sus verdugos es propia de Lucas. En el libro de los Hechos, Lucas pondrá una oración en labios de Esteban con un contenido semejante, pero expresada en otros términos (Hch 7, 60). Sólo el sorteo de las vestiduras, sin que se exprese de manera idéntica, se parece al de dos otros evangelios sinópticos. Estas numerosas diferencias confirman la hipótesis según la cual Lucas cita aquí su Material propio y no a Marcos.

Mientras que Mateo sigue a Marcos muy de cerca (aunque el primer evangelista añade un último insulto en el v. 43 de su cap. 27: “Puso en Dios su confianza, que Dios lo libre ahora, si lo ama, porque dijo: Soy el Hijo de Dios”.), colocando una detrás de otra las burlas de los transeúntes, la sentencia sobre el Templo y el irónico llamamiento a salvarse a sí mismo -repetido por los sumos sacerdotes y otros (Mt 28, 38-42 // Mc 15, 27-32)-, Lucas presenta un inicio más sobrio y una continuación más amplia, con acentos diferentes.

En efecto: son sólo los jefes quienes se burlan, mientras que el pueblo contempla simplemente; la referencia al Templo está ausente, la invitación irónica a salvarse aparece en el texto lucano pero en términos a menudo diferentes a los de Marcos. La versión de Lucas prosigue allí dónde la de Marcos se interrumpe: los soldados repiten los insultos por su cuenta ofreciendo vinagre al condenado (vv. 36-37); finalmente se menciona el epígrafe sobre la cruz (titulus: v. 38).

Lo que es verdad respecto a las diferencias de contenido lo es todavía más en el ámbito del vocabulario: el pueblo está allí, según Lucas, pero la gente pasa en Marcos; el pueblo contempla aquí, en Marcos la gente injuria a Jesús y sacude la cabeza; las autoridades se burlan de él (griego ekmukterízo) en Lc, en Mc son los sumos sacerdotes con los escribas los que se mofan (empaízo); en nuestro pasaje el elegido es el mesías de Dios, en Marcos el mesías es el rey de Israel.

Estas diferencias de forma y de fondo son tales que me confirman en la idea de que Lucas, en este momento así como en todo el pasaje 23, 6-43, sigue otra fuente distinta a Marcos, la que denomino su Material propio21.

Expongo ahora otras opiniones de diferentes estudiosos:

· W. Schmithals y G. Schneider por su parte, consideran que desde el v. 33 al 38 Lucas depende sólo de Marcos (Mc 15, 22-32).

· J. Fitzmyer piensa por el contrario que Lucas fusiona aquí elementos tomados de Marcos y otros extraídos del Material propio.

Pero, a mi parecer, al evangelista no le gusta mezclar fuentes y prefiere alternarlas. El resultado de este desdén por Marcos en este lugar es la ausencia en Lucas del grito de abandono proferido por Jesús (Mc 15, 34-35). De ello no se sigue que Lucas procure hacer de Jesús un sabio que soporta estoicamente el sufrimiento y la muerte; me opongo aquí a esta tesis defendida por diversos investigadores como J. H. Neyrey, G. Sterling y D. Liberto.

Así como en otros lugares el evangelista no repite a Marcos sin revisarlo, igualmente tampoco sigue aquí su Material propio de un modo servil. Señalemos ciertos rasgos que podrían pertenecer a la redacción lucana del Material propio:

A Lucas le agrada la expresión “el pueblo de Israel”, laós en griego, y tiende a tratarlo bien (el pueblo no participa aquí de los insultos). Insiste gustosamente en la responsabilidad de las autoridades (cf. 22, 2) y aprecia el término árchontes (cf. 14, 1; 18, 18 y 23, 13). Utiliza en otro lugar (16, 14) el verbo raro ekmukterizo en una frase redaccional. Finalmente, que Cristo sea “el elegido” de Dios no es un elemento extraño a su cristología (cf. ho eklelegménos, “el elegido”, pronunciado por la voz divina en el momento de la Transfiguración: 9, 35).

Concluiremos en seguida.
Saludos cordiales de Antonio Piñero.
www.antoniopinero.com

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En el otro blog de "Tendencias21" el tema es:

"El texto del Nuevo Testamentge se nos ha transmitido sólo de una manera suficientemente satisfactoria"

Saludos de nuevo.
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